Wednesday, December 12, 2007

OTRA DENUNCIA DE LA BARBARIE CASTRISTA.



Vargas Vila: Diarios Inéditos

OTRA DENUNCIA DE LA BARBARIE CASTRISTA
Fidel Castro y Gabriel García Márquez,
y
(EL LIBRO QUE ELLOS TEMEN PUBLICAR)

[La “donación” del Diario Inédito de J.M. Vargas Vila]

por Raúl Salazar Pazos

Es este libro un testimonio del carácter tiránico del gobierno castrista y del apoyo extranjero que recibe para poder continuar sojuzgando a Cuba, así como también un análisis del comportamiento, tan cobarde como oportunista, del servil cortesano de ese régimen, el famoso escritor colombiano Gabriel García Márquez. Es en este miserable contubernio de la mentira y el crimen que nos acercaremos, no sin náusea y extrañamiento, a los profundos abismos del odio y aberración a que ha llegado la conducta de muchos hombres en ésta crítica encrucijada de la historia, y dentro del contexto global de una culpabilidad que, lo repetiremos siempre, es la que hace posible que la más larga y sanguinaria tiranía de la historia contemporánea, que es la que sufre Cuba hace casi medio siglo, haya perdurado tanto, para asombro de los que creyeron un día en la democracia mundial, ésa que fue traicionada en el Pacto de Yalta (1945) firmado por esos tres “grandes aliados” que fueron para desdicha de nuestra historia: F.D. Roosevelt, José Stalin y W. Curchill, como bien lo dio a entender muy claramente el gran filósofo e historiador español José Ortega y Gasset en su libro “Una Meditación Sobre Europa”, de 1949, así como en su “Historia Universal”, diciéndonos que después de Yalta la democracia era una palabra imprecisa y “ramera”, así como también que la recien fundada O.N.U. de nada serviría por ser un “ instituto anti-histórico”.Es hacia el fin de la Segunda Guerra Mundial en que se sientan las bases de esos sucesos cuya dialéctica implacable hacen su crisis en este aciago presente en que emergen, en forma devastadora y destructiva, las obscuras fuerzas de un nihilismo a cuya última fase de “resentimiento y destrucción” –terrorismo mundial– hoy estamos asistiendo en el seno de una gran “culpa histórica” ante la que ninguna nación es inocente, aunque trate de demostrarlo con innumerables sofismas y encubrimientos. No, nadie es inocente en esta lucha que no sólo es económica sino también una lucha sangrienta y sin tregua por un sentido de la vida por el que se enfrentan “dos culturas” desde el siglo XII de nuestra era en que la Cristiandad desencadenó contra el Oriente musulmán todo su poder militar bajo el pretexto de rescatar la ciudad santa de Jerusalén. Ello no fue más que, como dijo Nietzsche, un acto de “piratería internacional” cuyos jefes fueron el Papa y varios reinos europeos, principalmente Francia, Inglaterra y el Sacro Imperio Romano Germánico.Pero dejemos esto, tema éste recogido en muchos libros de historia, para adentrarnos en el tema que quiero hoy exponer a manera de denuncia y testimonio de uno de los más vergonzosos despojos que régimen alguno ha perpetrado sobre un ciudadano cuyo solo delito es haber cuidado y dado a conocer un valioso archivo de manuscritos y documentos inéditos de uno de los más grandes escritores de Latinoamérica, el genial escritor colombiano José María Vargas Vila.La historia que paso a relatar puede enmarcarse entre 1955 y el presente 2005, o sea, fueron hechos que se sucedieron en estos últimos cincuenta años y que considero un deber para con la posteridad dejar debidamente consignados, dado que en el carácter singular y cruel que expresan estos sucesos, se da con estos el fiel testimonio ético-cultural del nihilismo de una época que ya va tocando a su fin dado el trágico e inmediato futuro que se nos viene encima y que habrá de provocar un cambio en todos los valores de una civilización que como ésta ha hecho crisis en sus normas rectoras, o sea, en ésas que dan orientación y sentido individual e histórico a la vida de los hombres, en camino a una nueva concepción del mundo que ya alborea.

En ese año de 1955 el que suscribe iba a cumplir sus quince años, pues había nacido en el año de 1941. Fue en ese año que recibí de mis padres cinco libros que se conservaban en mi casa de Guanabacoa, La Habana, del famoso escritor colombiano Jose María Vargas Vila, quien había nacido en Bogotá en 1860 y fallecido en Barcelona en 1933 sin dejar en su testamento a ningún miembro de su familia y sí nombrando, como consta en ese testamento, a su hijo espirtual como único Heredero Universal de su obra publicada y por publicar, en parte inédita, que no era otro que el escritor venezolano Ramon Palacio Viso, su fiel secretario y albacea durante los ultimos cuarenta años de su vida. Fue a la única hija de ese heredero nombrada Georgina Palacio Guigou a la que quien suscribe compró todo el Archivo de documentos inéditos de Vargas Vila, un 25 de Enero de 1965, en la Ciudad de La Habana, ciudad donde había muerto su padre. En ese documento recibió quien redacta no sólo la propiedad de ese archivo contentivo, principalmente, de un voluminoso Diario Inédito (1899-1933), sino también del derecho exclusivo a su publicación futura como había sido el sueño de Vargas Vila y de su albacea, su padre que, como dije, murió en La Habana, en 1953, cuando su hija y heredera contaba unos veinticinco años.Recuerdo que esos cinco libros de Vargas Vila se titulaban “El Ritmo de la Vida”, “El Huerto Agnóstico”, “María Magdalena”, “Salomé” y “Laureles Rojos”. Todos, menos “El Ritmo de la Vida”, con el sello de la Editorial Sopena, de Barcelona. Sólo “El Ritmo de la Vida” pertenecía a su edicion príncipe hecha por la Casa Ch Bouret, de París, la editorial francesa que por sus turbios manejos del contrato inicial establecido, nunca publicó “Las Memorias” de este escritor, así como tres libros de pensamientos filosóficos sobre la vida, como los titulados: “Carp Diem”, “Horas Turbadas y Serenas” y “Diario Espiritual”. Estos tres libros así como "Las Memorias" no sabemos qué fueron de ellos; quizás fueron compradas y destruidas por sus enemigos de las ordenes religiosas a la que fustigó desde joven así como a esa casta privilegiada que integran las veinte familias colombianas que siempre han estado en la cúspide del poder político de Colombia, y que son las familias que detentan ese cúmulo de ancestrales privilegios que son los que han impedido hacer justicia al gran panfletario bogotano que acusó siempre, desenmascarándolos, a esos grandes culpables de la tragedia secular de la nación colombiana, esos cuyos descendientes siguen dentro de esa cúpula de poder que Vargas Vila llamo “la vergonzosa y corrompida alianza entre “el trono y el altar”. Lo mismo haría con su acusación insobornable de los restantes y corruptos gobiernos de Hispanoamérica. Pero su terrible y demoledora acusación también la proyectó con su verbo de panfletario, tan elogiado por José Martí y Rubén Darío, sobre la gran culpabilidad histórica de los Estados Unidos e Inglaterra, así como contra ese siniestro poder que se escondía y sigue escondiéndose en el seno de la Gran Banca Mundial de Wall Street (Rockefeller) y la Casa judía Rothschild de Londres. Ambos poderes, uno desde Europa y otro desde New York habían establecido la fatídica alianza por la que, en complicidad con la corrupción política imperante en los gobiernos de Latinoamérica, habían hecho surgir lo que Vargas Vila llamó: Los Césares de la Decadencia. Y al respecto decía este famoso escritor colombiano en su medular libro: “El Ritmo de la Vida”, publicado en 1910, lo siguiente sobre la influencia del Gran Capital Internacional: “Rothschild reina, ¿cómo no quereis que Rothschild tenga la razón?"He dicho todo lo anterior para que se comprenda por qué es que Vargas Vila se convirtió en un “tabú” que era preciso perseguir, calumniar y, sobre todo, ignorar, a fin de impediar que sus denuncias y acusaciones mancharan la “virtud” de las “clases dirigentes” del mundo Occidental, sobre todo las de Hispanoamérica y la "Gran Nación del Norte”; las mismas “clases dirigentes” que, a través de sus descendientes, hoy siguen gobernando y enriqueciéndose a través de la más corrupta explotación de nuestra América, infestada por la doble-moral e hipocrecía sembrada por sus padres desde los tiempos de la muerte de Bolívar, en los años en que también se iniciaba la expansión de lo que Vargas Vila denominó el “filibusterismo yanqui”. Esa ingerencia vandálica que Vargas Vila siempre nos la hacía recordar en sus libros sobre la política imperialista, sobre todo, de Estados Unidos e Inglaterra, aquella que ya era conocida en el mundo como “la pérfida Albión”. A ese respecto recomiendo siempre la lectura del libro de Vargas Vila, editado en Roma, en 1900, titulado “Ante Los Bárbaros”, del cual se han hecho docenas de ediciones. Debe buscarse la publicada por el mismo Vargas Vila y que lleva un prólogo de éste fechado en 1917.Pero volvamos a los recuerdos lejanos de mi hogar. Al terminar de leer esos cinco libros me di cuenta, a pesar de ser un adolescente, de las enormes mentiras ético-religiosas y políticas en que había sido educado por mi familia así como por una hipócrita sociedad judeo-cristiana en cuyo seno un cruel destino me hizo nacer. Estaban muy cerca los días de la “masacre de Hungría”-1956- por los soviéticos, la cual hizo exclamar al gran Albert Camus que “ya había comenzado la Tercera Guerra Mundial”, dada la indolencia cómplice de toda Europa y Estados Unidos ante ese heroico holocausto de toda una nación. Hoy estamos asistiendo a la segunda fase de esa horrenda decadencia del derecho y del espíritu que es la que vemos con igual indolencia y complicidad mundial en el caso de la larga “tragedia de la nación cubana”, así como con la de Palestina, que incuba algo mucho más horrendo en cuanto a una posible guerra futura de proporciones impredecibles.Cuando comprendí todo lo anterior es que pude darme cuenta de las profundas razones que Vargas Vila esgrimía en sus libros sobre lo enajenante y absurdo de la vida humana y su historia de injusticias y criminal explotación de unos hombres por otros hombres, como había sentado su maestro Schopenhauer, y a renglón seguido, también el genial discípulo de éste: Federico Nietzsche. No obstante, debo reconocer que, intuyendo la trágica verdad expresada anteriormente, fue que me di a la tarea casi obsesiva, entre 1956 y 1959, en que me hice bachiller en Ciencias y Letras, de localizar en las librerías viejas de La Habana cuanto libro de Vargas Vila cayera en mis manos. Recuerdo que quede tan embebido en la lectura de éste que hasta desistí de seguir la carrera de Medicina que empezaba a estudiar hacia 1959 y 1960.También me desentendí de las asignaturas de ciencias en las que siempre había brillado. Y era que mi vida había empezado súbitamente a preguntarse por las cuestiones fundamentales de la existencia, su por qué y sentido en un mundo que me resultaba cruel y absurdo, como ya dije, repitiendo a Camus y Ciorán. Por eso llegue a saber de memoria todo el contenido del libro de Camus “El mito de Sísifo”, que era un egregio ensayo sobre la justificación o no del suicidio dado que era esa la pregunta básica y que definía toda otra: vale o no la vida el hecho de que sea aceptada a pesar de su absurdo y de lo que éste conlleva dentro de ese extrañamiento existencial al que es inherente esa angustia ante una Nada y sin-razón que es preciso enfrentar puesto que no admite escape ni redención posible, a no ser con esa famosa “suspensión del juicio” de que nos habla siempre el budismo como concepción de la mente humana inmersa en un existir sujeto al sufrimiento de lo impermanente y fugaz de todo aquello a lo que el hombre se apega sin percibir su vacuidad y, junto a ésta, de “no-darse cuenta” de esa perspectiva de muerte que sigue, cual inexorable sombra, los pasos del hombre y sus obras, por los senderos que le impone un insalvable destino, ése que lo “marca” al nacer.
Estamos ante una enajenación que nacía de unas premisas muy parecidas y sustentadas por Vargas Vila en sus libros, en los que nos habla siempre sobre las fuerzas hostiles que deforman y afean nuestra genuina existencia.Así pensaba entre mis quince y veinte años. Unos años en que considero como lo más importante el hecho de que mi conciencia dejó de “creer en la legitimidad del libre albedrío de la voluntad humana”, cuestion que nos explica muy bien el genial físico judio-alemán Albert Einstein basándose, según nos dijo, en la lectura de los maravillosos libros del pensador Arturo Schopenhauer, y que más tarde, también, lo plantearía con más profundidad conceptual el genial filósofo alemán Federico Nietzsche. Al enfrascarme en estas lecturas muy joven no tuve en cuenta “la heredada fragilidad de mis nervios” ante esa temprana y tormentosa búsqueda de un sentido para una vida que quedó afectada desde niño por una cruel herencia genética y haría que, ante la ausencia de una respuesta a tan hondo y doloroso indagar, mi mente se colapsara en una horrenda crisis el 25 de Noviembre de 1961 en que tuve que ser llevado de urgencia a un gran neurólogo y psiquiatra de La Habana, preso de una indescriptible y profunda angustia que me hacía pensar, día a día, en el suicidio. Corrían los días de fines de Noviembre del año citado, y ya hacía nueve meses –Febrero de 1961-, que había encontrado en la Habana Vieja a Georgina Palacio Guigou, la dueña del Archivo de documentos inéditos de José María Vargas Vila, y de los que resultó ser la única heredera, ya que lo era de Ramón Palacio Viso, albacea, secretario y heredero universal de Vargas Vila. Dicho albacea de origen venezolano había fallecido en La Habana en 1953, y fue el padre, aclaro, de esa todavía joven Geogina Palacio, la que conocí varias semanas antes de la batalla y traición de Playa Girón ocurrida a mediados de Abril de 1961, y que no fue más que un montaje y simulacro muy bien planeado por el que Estados Unidos garantizaba así la permanencia en el poder de la sanguinaria tiranía de Fidel Castro y de sus sicarios, así como la expansión guerrillera de éste hacia Centro y Suramérica. Sólo faltaban un “montaje” más: la “Crisis de los Cohetes”-1962-, tras la cual, ya el 20 de Enero de 1964, el Presidente L.B. Johnson, garantizaba que Cuba nunca sería intervenida por Estados Unidos. Lo que no se aclaró en esa cínica afirmación de Johnson era que Cuba tenía que comprometerse a no ejercer más subversión en Hispanamérica, cosa que ésta, como se sabe, nunca cumplió. Y lo sabía muy bien la CIA pero siempre lo ha tolerado y hasta protegido para que continuara en esos “desestabilizadores manejos”. No olvidemos que su más íntimo y único amigo de esos tiempos se llamó Rafael Del Pino. Este era agente de la CIA y sería asesinado por el propio Castro en una prisión cubana en 1967. Dijeron que se suicidó. Pero quien esto escribe no lo cree. Aquí esta su familia y en España su hermana Estrella Del Pino y es curioso, muy curioso, que ninguna radio o televisión miamense se haya preocupado por entrevistarlas. De una entrevista con esos familiars se podrían sacar muchas conclusiones. Pero dado que Rafael Del Pino era agente de la CIA parece que ha sido mas “inteligente” no remover lo que se escondía en la profunda amistad de Castro con ese “íntimo amigo” de éste y del que hoy “todos se han olvidado” -quizás por una censura de la que no estamos todavíá conscientes. Un fiel amigo que lo acompañó por toda Suramérica en los años que precedieron al cobarde ataque al Cuartel Moncada.Pero retomemos el hilo de los sucesos que anteriormente narrábamos y sigamos estudiando los “pretextos” que permitieron que Castro se eternizara en su ilegítimo poder durante casi medio siglo. Para encontrar una hipótesis que resulte factible hablemos de dos “montajes” o sucesos históricos que no tenían otro fin que garantizar la permanencia de la satrapía de Castro sobre Cuba. Veremos cómo estas ideas nos permitirán explicar muchas cosas, sobre todo lo que a todos intriga desde hace mucho: la larga permanencia de Castro en su poder omnímodo. Soy de la opinión que el “teatral montaje” había sido ya muy bien fraguado entre Washington y Moscú, y con la anuencia de la C.I.A. Castro pudo seguir subvencionando las guerrillas que protegían el narcotráfico hacia Norteamérica, a cambio de que “el cuarto piso” del Departamento de Estado, no sólo lo protegiera, sino que lo respetara en su ilegítimo poder ¡hasta el día de hoy! Claro está que también con “la aprobación dada”, tanto para este negocio de la droga a través de Cuba, así como para lo que ocurría en Angola y Suramérica, por la poderosa Banca Rockefeller a través de sus empleados “fabianos y marxistoides” en el ya citado “cuarto piso” del Departamento de Estado en el que los padres le han dejado siempre sus puestos a sus hijos y nietos. Sobre ese “cuarto piso” hay un famoso libro que lleva ese título y que fue escrito por el embajador norteamericanao en La Habana a la caída de Batista y cuya lectura es “muy importante” para saber el por qué y el çómo de la llegada al poder de los hermanos Castro. Sólo así se explica la larga subversion en Centro y Suramérica, así como la aventura castrista en Africa, para cuidar los pozos petroleros de los Estados Unidos, acción que, hemos de repetirlo, contaba indudablemente con una evidente y encubierta autorización de Washington. Hoy ese libro está agotado, pero muchos cubanos lo conservan como un testimonio de primera mano y sobre el que algún día habrá que hacer un profundo estudio que hoy nos está prohibido hacer.Confiemos en que lleguen tiempos mejores y podamos hablar de esto con la amplitud que merece esa juvenil amistad de Fidel Castro con su único amigo de entonces, a quien después no vaciló en asesinar cuando éste no se prestó a seguirlo en sus disparatadas ideas “socialistas”.Debo explicar por qué he escrito esta larga introducción. Todo esto lo he expuesto con el fin de ubicar al lector en el contexto de una época cuyas atrocidades me hicieron ver en la lectura de Vargas Vila un “nihilista” y “profeta de nuestro tiempo”. Volvamos, pues, a mi estudio sobre los documentos contenidos en el Archivo Vargas Vila. Sigamos con lo sucedido, tras mi compra de ese Archivo en Enero de 1965, y ser llevado a mi pueblo natal Guanabacoa, cerca de La Habana, donde estaría bajo mi estudio hasta Junio de 1984 en que partí, tras cruel e injusta prisión en el Combinado del Este, rumbo a Colombia con una visa del canciller del gobierno de Bogotá para residir en Colombia durante dos años. Tenía en ese entonces 42 años,Sigamos.
Finalmente, y tras fracasar en distintas gestiones para publicarlo en Cuba, logré convencer, como ya dije anteriormente, a Georgina Palacio en las Pascuas de 1964 de que me vendiera todo el Archivo Vargas Vila que estaba en su poder. En ese Archivo, el principal documento era el TAGEBUCHER, o sea, el Diario Inédito de José María Vargas Vila, que se extendía entre Marzo de 1899, en París, hasta Febrero de 1933, en Barcelona, tres meses antes de su fallecimiento un 22 de Mayo de ese 1933.Fue así que firmamos el documento de traspaso legal de la propiedad un 25 de Enero de 1965, cuando quien suscribe contaba 23 años y a raíz de abandonar mis estudios de Filosofia y Letras en la Universidad de La Habana, sometida ya a los profesores que se habían vendido a la filosofía seudo-marxista que “aparentemente” profesaba el gobierno cubano, y la cual no era más que una “mascara” que permitiría, desde esa ideología, el ejercicio del anhelado poder totalitario. Fue un día muy triste cuando vi en la Rectoría de la Universidad al Rector Magnífico Dr. Clemente Inclán sentado junto al Rector Consultor: el marxista pro-soviético Juan Marinello.Creo que fueron unas cinco veces -la última en 1984- que leí todo ese enorme material que era la transcripción, en once tomos mecanografiados (8 x10 -a dos espacios- “20-22” renglones) de los miles de páginas manuscritas –unas 5,000 páginas manuscritas-, que en 84 cuadernillos numerados por fechas de meses y años formaban el Diario que, por lo demás, resultaba incomprensible que fuera dejado en el olvido por los historiadores, teniendo en cuenta la enorme influencia de Vargas Vila en las tres generaciones que se sucedieron a partir del comienzo del siglo XX. Y sobre todo, resultaba aún más incomprensible, su olvido imperdonable por parte de los escritores y académicos de la propia Colombia, tan celosos, sin embargo, con otros que no tenían esa importancia continental. Fue entonces que tomé una importante decisión. Comprendí la necesidad de hacer una selección urgente de lo mejor de ese Diario inédito para tratar de publicarlo en el extranjero dado que en la Cuba castrista y “seudo-marxista” era imposible.Y a esa tarea le dediqué veinte años de mi vida, esos que decursaron entre las Pascuas de 1964 en que compré a Georgina Palacio todo el Archivo Vargas Vila y 1984, en que a la salida de la horrenda prisión del Combinado del Este, en La Habana, pude volar a Colombia un 22 de junio de 1984, como ya dejé aclarado.Comenzaba mi segundo gran desengaño: a mi arribo a Bogotá, donde ingenuamente creí se le daría mucha más atención a la noticia de que era portador, y tras haber dejado el Archivo Vargas Vila en poder de la Institución Fragua Martiana, que dirigía el Dr. Gonzalo Quesada Michelsen, primo-hermano del ex-presidente de Colombia Alfonso López Michelsen, éste no tuvo a bien recibirme dado que era portador de un saludo y recado de su primo-hermano de La Habana. Cuatro años después recibiría, ya en Miami, Florida, la copia que de lo mejor de ese Diario habíamos hecho quien suscribe y el gran poeta cubano José Guerra Flores ya fallecido (1927-1976) y cuyas poesias inéditas tienen el prólogo del Obispo de La Habana en el exilio Eduardo Boza Masvidal. Una selección de esas poesías, tan bellas y profundas, en que se mezcla la profundidad de Baudelaire y el triste pesimismo de Leopardi, serán publicadas muy pronto por mí como recuerdo y agradecimiento por su ayuda en el pasar a máquina, con copias al carbón, lo mejor de ese Diario Inédito de Vargas Vila. Podemos calcular que en ese trabajo se pudo transcribir un 60 % de todo el Diario titulado Inédito y en sus mejores páginas, como dijimos. Pero sigamos de nuevo, con este testimonio de acusación, en torno a Vargas Vila.Mi selección de “ lo mejor” de esas páginas abarcaba un sesenta por ciento –más de la mitad-, del contenido del Diario Inédito de Vargas Vila y que son las mejores partes por mi seleccionadas de ese documento inédito hasta 1992, y al que se agregaría el contenido, tal vez un diez por ciento, realizado por la escritora colombiana Consuelo Triviño actuando bajo la dirección de los sicarios del regimen totalitario de Cuba, y también con el benéplacito previo de Gabriel García Márquez, cortesano de esa satrapía, el que desde mi encarcelamiento en Cuba estaba “al tanto de todo lo que sucedía” en torno a ese Archivo de documentos del cual me habían despojado en 1984, como ya dejé dicho anteriormente.La entrega oficial y “obligada” antes de mi partida se había acordado, como ya dije, con el Dr. Gonzalo Quesada Michelsen, primo-hermano del ex-presidente colombiano (1974-1978). Era el Dr. Gonzalo Quesada abogado residente en Cuba y nieto por su padre del secretario de José Martí. El inventario “original” consta del cuño de la Universidad de La Habana y del cuño de mi Biblioteca Privada, y fue entregado por quien suscribe, tras mi partida forzada de Cuba en Junio de 1984, a la Fragua Martiana de La Habana, y mediante esta institución, al Consejo de Estado de Cuba, ese que aún des-gobierna a la tiranizada nación caribeña con el beneplácito y complicidad “protectora” de los Estados Unidos y de la Comunidad Europea, y dentro de ésta, principalmente, por el resentido y corrupto gobierno español.Pero recordemos un poco lo sucedido a raíz de mi compra del Archivo Vargas Vila a Georgina Palacio, la hija del secretario y heredero Ramón Palacio Viso. Durante esos casi veinte años que el Archivo estuvo en mi poder –1965 al 1984-, pude comprobar que ese Diario Inédito de Vargas Vila encerraba una obra de gran valor no solo histórico-literario sino también filosófico dado su encuadramiento dentro de la gran corriente del pensamiento europeo representada por los pensadores alemanes Arturo Schopenhauer y su discípulo Federico Nietzsche, precursores ambos de la demoledora sentencia de que el ¡Dios judeo-cristiano había muerto!, dando paso a una concepción acorde con esa última etapa del nihilismo occidental a la que hoy asistimos. Sobre esa afirmación sobre la “muerte de Dios” el genial filósofo alemán Martin Heidegger prefería afirmar que el hombre actual sufría una “huida de sí mismo desde el pensamiento”. Y ello porque el pensamiento se había tornado en “enemigo del propio acto de pensar”. Se había iniciado lo que Ortega y Gasset profetizó como la urgente “reforma de la Inteligencia humana”, la que daría paso a una “nuevo modo de pensar el fenómeno de la vida y su intrinseca “razón histórica”. De ahí que tanto las más tradicionales creencias, así como sus implícitas ideas y valores, tengan que entrar hoy en su inevitable agonía histórica, lo cual implica esa profunda angustia que nos indica claramente que sólo nos queda una ilusión: la de poder vivir sin ilusiones, nos terminaba diciendo Ortega y Gasset. A ello se agregaba la crisis de la “lógica” y de la “epístemología” en virtud de la llamada “paradoja de Godel” y del famoso principio de “Incertidumbre de Heisenberg”, a lo que era inherente un cambio en la imagen del mundo con la anulación, inclusive, de los tradicionales conceptos de un “sujeto” independiente de la realidad, tal y como había afirmado erroneamente durante casi tres siglos el “idealismo subjetivo” inspirado en el fundador de la “modernidad”: Renato Descartes, quien no había podido superar el concepto escolástico de “substancia” al atribuir ésta al mundo pensante del sujeto así como también al mundo de la substancia “extensa” en que creyó se asentaba el “espacio exterior”. Pero sigamos con la historia de casi medio siglo del Archivo y Diario inédito de José María Vargas Vila.Ese vivir sin ilusiones fue el núcleo de esa tragedia existencial de hombres como Vargas Vila y sus dos geniales maestros Schopenhauer y Nietzsche, siendo estos dos últimos los profetas de la agonía de la metafísica Occidental, haciendo que la historia presente quede “partida en dos”, o sea, antes de Schopenhauer y Nietzsche, y después de éste último. Y ello a pesar del gran disgusto de muchos y del contento de los menos, o sea, de esos que se adentran en la visión dionisiaca de la vida. Resurge un nuevo pensar racio-vital al calor del olvidado “culto Shivaítico-Dionisiaco”, como nos profetizó certeramente Nietzsche y sus discípulos Simmel, Ortega y Gasset, Heidegger y M. Scheler. Estamos ante la agonía del voluntarismo y con éste de esos dos conceptos hermanos: el de “substancia” y el de “subjetividad”, o sea, el fin del “idealismo europeo” que rigió los destinos del hombre moderno, con quien surge el ya citado “idealismo subjetivo”, desde el que se había proyectado la enfermedad del “subjetivismo”, nacida del seno de ese “gerifalte que es el Yo”, había sentenciado Ortega y Gasset hacia 1950.O sea, que como dijo Buda el “yo” es esa ilusión que implica un estado de ignorancia que nos lleva a creer como real y permanente ese “yo” [y su necesidad de apegarse, por su inseguridad ante el No-Ser, o sea, ante lo impermanente y cambiante] siendo por lo tanto esa aparente seguridad, un estado vacío e ilusorio. De ahí que Ortega admirara tanto a Tagore y el pensamiento y religiosidad hindú, así como también gustaba de aprender a pensar desde los ideogramas chinos y japoneses. Otro tanto le ocurrió con el pensamiento hindú al genial pensador y político cubano José Martí quien fuera gran amigo de Vargas Vila, al que también la propia vida lo condujo a la profunda sabiduría que se encierra, más allá de toda religion y de sus conceptos del bien y del mal, en la enseñanza del budismo, tal y como Vargas Vila lo conoció, desde sus primeras lecturas, estando en New York, de los libros de Arturo Schopenhauer.Y así, a partir de esa prematura lectura de Vargas Vila, fue que commencé a leer el mensaje final del nihilismo en las obras de su maestro alemán Federico Nietzsche, que por lo citado anteriormente, puede verse que se convirtió también en mi maestro, ése quien fue en nuestra historia de la tradición greco-latina el anti-Sócrates que supo ir más allá del bien y del mal, esos mentirosos conceptos de nuestra fatídica herencia judeo-cristiana y sus “sacerdotales y absurdas” creencias sobre el “libre albedrío”, así como lo que de esta falsa idea se deriva, o sea, los conceptos de “culpa y redención”. Todos ellos conceptos “voluntaristas” que degradan el primordial impulso de la razón vital como esa “acción pura sin idea”, o sea, sin que un “yo” se separe de y para [la acción de la vida genuina y primordial], como analizó certeramente también Ortega y Gasset al demostrarnos, en 1912, el absurdo inherente a la “conciencia pura” concebida por el fundador de la fenomenología alemana Edmund Husserl; o sea, que no existe esa supuesta “conciencia pura” pues ésta depende siempre de una conciencia primaria además de espontánea. Y es que ya había dejado de existir, en lo profundo de nuestra psiquis [el vocablo greco-latino Ser-Ente], con lo que se imponía una reforma integral del pensamiento de Occidente que así quedaba sin su fundamentación Onto-teológica, o sea, sin su raíz judeo-escolástica.
Todo esto y mucho más leía en mi adolescencia y juventud (1955–65, siendo mi último descubrimiento el de Hermann Hesse), al borde de los acantilados de una playa inolvidable para mí: la playa de Cojímar, muy cerca de la ciudad donde nací en 1941, nombrada Guanabacoa, la que a su vez estaba a pocos minutos en automóvil del centro de La Habana, la que otrora fue la hermosa capital de la nación cubana.Al comprar ese Archivo creí necesario publicar lo más pronto posible dicho Diario, su más importante texto para la posteridad, y recuerdo mis primeras gestiones con la Embajada Mexicana en Cuba las cuales resultaron inútiles dada la ineptitud y corrupción de sus representantes. Entre 1965 y 1968 duraron esas gestiones pero la Embajada solo estaba interesada en el trasiego de joyas, visas y dinero. Eso era lo que sólo parecía interesarle a su “famoso embajador” Gilberto Bosques, de triste recordación. Dejé de ir y seguí aprovechando mi tiempo en estudiar el Diario y las Revistas Políticas Némesis que imprimía Vargas Vila en París, y de las cuales tenía quien suscribe más de 140 ejemplares de esa publicación mensual, o sea, las numeradas entre los años de 1903 y 1914, y posteriormente, la serie de 1920 a 1933. Estas últimas fueron elogiadas por el famoso escritor francés Henri Barbusse así como las primeras por Ruben Darío. Las de la primera coleccion: entre 1903 y 1914 fueron muy leídas en América. También fue ese estilo panfletario de Vargas Vila el que había “emocionado” a José Martí y le obligó a comparar la prosa denunciadora y admonitoria de Vargas Vila con aquella inolvidable del ecuatoriano Juan Montalvo. Sobre ambos panfletarios, el que suscribe y el ya fallecido Dr. Roberto Agramonte y Pichardo, biógrafo excelso de Montalvo, Martí y Enrique José Varona, tuvimos largas y muy profundas conversaciones hasta su muerte en 1995, con 90 años.Y es que el ataque de Vargas Vila a los “mediocres tiranos de su tiempo”, a los que llamó “Los Césares de la Decadencia”, quedará como todo un valiente testimonio de acusación política y panfletaria a una época indigente, corrupta y sin ideales. Esa en que ya se gestaban desde los centros de poder económico del mundo las guerras que por aquellos años estallaron: la Primera Guerra Mundial (1914-18) y la Guerra Civil Española (1936-39). Pocos años después vendría la Segunda Guerra Mundial (1939), en la que también entraría Estados Unidos tras el ataque “pretexto”-¡esperado ya por Roosevelt!-, a Pearl Harbor por la aviación japonesa, el 7 de Diciembre de 1941, para así, al entrar en la Guerra Europea II, salvar al sionismo europeo y su poder financiero internacional. Ese que ya había “secuestrado” al gobierno de los Estados Unidos desde la traidora instauración, por el Presidente W. Wilson, del famoso Banco de Reserva Federal, en 1913, bajo el dominio absoluto de los banqueros judíos, a tal grado que desde esa posición éstos no estaban ni están obligados a rendir cuentas al gobierno que reside en Washigton, D. F. Y como es obvio desde esa privilegiada instancia pueden manejar, y de hecho lo hacen, la Bolsa de Valores de New York, ciudad donde la Banca Rockefeller se encarga muy bien, junto con los Rothschild de Europa, de estar al tanto de las fluctuaciones de esa Bolsa de Wall Street, capital de las finanzas en el mundo.Fue por todo lo anterior que Vargas Vila nos dice en el Prólogo, que he recomendado, de 1917, a su famoso libro “Ante Los Bárbaros” que: “El viejo Dios, semita, salvaje e inverecundo;

El Dios del Asesinato, del Exterminio y de la Guerra;
Jehová, el Dios de Moisés, que cubre con sus alas empapadas en
sangre todas las páginas del Pentateuco, ese Moloch, embrionario
y retrospectivo, que llenó de espanto el Alma de los hombres,
en los primeros días de la Historia, guía hoy, como ayer,
las hordas de la barbarie a través de las ciudades destruidas
y de los campos incendiados …”
…………………………………………………………………..
“No hay, pues, raza yanqui, sino pueblos yanquis …
En aquella aglomeración de todas las razas, en aquel
detritus de todos los desheredados trashumantes del orbe …”
………………………………………………………………
“ellos vinieron de Europa con todos sus apetitos y,
todos sus delitos para crear esa Rooseveltelia feliz;
judíos polacos, judíos alemanes, judíos rusos, fenianos
irlandeses …, griegos, chinos, albaneses, he ahí lo
que forma esa trigésima tribu, que los historiadores de Jacob,
no pudieron prever para darle jefe …”

Por ahora creo que es suficiente para describir al Vargas Vila político y defensor, como José Martí, de la dignidad e integridad de nuestras débiles y, también, corruptas nacionalidades hispanoamericanas …

No obstante, debo confesar que lo que más me interesó en ese Archivo olvidado e inédito de Vargas Vila fueron los pensamientos sobre la vida que ya, en parte, estaban recogidos en los ocho libros publicados por el famoso escritor colombiano. Este pensador colombiano, en gran medida autodidacta, fue un precursor de hombres como Ciorán, Camus, Sartre, etc, influidos todos, mas o menos, por la genial admonición de Nietzsche al hombre de nuestro tiempo. También era impresionante y sugestivo su dominio del estilo panfletario contra todos los poderes que habían sojuzgado la mente humana como lo fueron y son las religiones y las distintas formas de sistemas políticos. Es por ello que el filósofo hindú Bagavan Sri Rajneesh–Osho-, pone como título a uno de sus más famosos libros: “Sacerdotes y Políticos”, esos que constituyen la “mafia del alma”. Libertar la mente humana de esas influencias mentirosas y nocivas fue su misión y supo cumplirla hasta su muerte dejando esos libros que hoy todavía atraen por sus ideas y denuncias sobre los hombres de nuestro tiempo.

Despues de leer a los quince años aquellos cinco libros que se conservaban en mi casa compré muchos más en las librerías de La Habana Vieja cuando todavía se podía hacerlo. En el Prólogo a uno de ellos titulado “El Ritmo de la Vida” (1911) pude saber que existían unas “Memorias”, además de un Diario de su vida al que había titulado TAGEBUCHER, y que al parecer nunca se había publicado. Poco tiempo después me enteré, por la contraportada de un libro titulado “El Maestro”, publicado por su secretario en La Habana, que era muy probable que ese Diario se encontrara en Cuba, en poder de los familiars de su secretario, el venezolano Ramón Palacio Viso. Fue así que comencé la investigación siguiendo las orientaciones que daba en ese libro, el que tal vez se conserve aún en la Biblioteca Nacional de Cuba, donde lo leí en 1959.

Fue en un día se febrero de 1961 que me dirigí a la calle Neptuno en La Habana y comencé a preguntar en varias direcciones que me parecieron habrían de conducirme a unos apartamentos en donde había vivido Vargas Vila durante su estancia en la Habana entre Mayo de 1924 y Abril de 1927. Una de esas direcciones que hacïa referencia a la calle Neptuno, un viejo español me indicó, que muy cerca vivía una joven maestra nombrada, si mal no recuerdo, Aida. Allí, en la dirección dicha, me entrevisté con ella y me dijo que sí, que ella había conocido en esa vieja cuarteria al secretario de Vargas Vila nombrado Ramon Palacio Viso, y que éste poseía el Diario, aún inédito de Vargas Vila, diciéndome, además, que había fallecido en 1953 en el Asilo Santovenia, dejando la propiedad de todos esos manuscritos y demás documentos a su hija Georgina Palacio Guigou. Me prometió que la llamaría por teléfono para ver si quería recibirnos. Yo iba acompañado en esta búsqueda por un viejo amigo cubano, que vive aquí en Miami, llamado José Ramón Hernández Francisco, único testigo de aquella larga y angustiosa búsqueda, durante más de un mes, de la dirección de Georgina Palacio, la joven y única hija del secretario y albacea del gran colombiano tenida con una dama cubana, mucho más joven, nombrada Mercedes Guigou que moriría, hace algunos años, a muy avanzada edad en Santa María del Rosario, pueblo colonial cerca de La Habana, y perteneciente a la Alcaldía de la Real Villa Franciscana de Guanabacoa, en donde quien suscribe nació y vivió durante cuarenta y dos años, hasta su forzada salida de Cuba hacia Bogotá, Colombia, en 1984, como ya dije anteriormente. Al partir hacia la patria de Vargas Vila había padecido, en virtud de un fraude judicial, una condena de un año en la Prisión del Combinado del Este, donde sufrí torturas físicas y mentales, y en donde me aplicaron siete electrochoks, en Junio y Julio de 1983. Desde aquellos días nunca más recuperé plenamente mi salud mental, que ya venía deteriorada por una educación religiosa represiva y enfermiza, así como por ser hijo único de un matrimonio disfuncional que me llevó a presenciar escenas tan traumáticas que serían dignas de aparecer en las páginas de un libro de Kafka, como ése del genial escritor judío titulado “El Proceso”…

Partí, con cuarenta y dos años, hacia la ciudad donde en 1860 había nacido Vargas Vila. Cito esta coincidencia porque durante largos años y hasta este presente han sido muchos los sucesos que se han ido sumando y que han marcado una serie de enigmáticas “coincidencias”, en relación al decursar de mi vida en sucesos y lugares que me tocó transitar, coincidentes o muy relacionados con los caminos y experiencias sufridas en su atormentado destino por el propio Vargas Vila. Sobre esta cuestión que se adentra en el terreno “parapsicológico” espero publicar el próximo año un pequeño libro con los más importantes sucesos y coincidencias ocurridas, esas que relacionan la vida de Vargas Vila con la mía en una forma para mí tan absurda como enigmática. Será un libro testimonial que permitirá ver ese trasfondo de lo que podría ser un vínculo y fenómeno de contenido y raíz esotérico y para-normal, aunque sin olvidar que, lo que en ese libro diré no es más que una hipótesis proyectada sobre el insondable enigma de nuestra dolorosa existencia; ésa que, querámoslo o no, vive inmersa en un “inexorable destino”, como decía mi padre Raúl Salazar Blanco, hasta su muerte en 1974, de un ataque cardíaco a los 61 años. Un hombre que sufrió en silencio siempre un extraño sentimiento de culpa por algo que ocurrió en su vida y que nunca supe, y que fue lo que seguramente lo proyectó muchos años en un semi-alcoholismo en que se desdoblaba su personalidad y lo hacía perderse de la casa en bares y prostíbulos de La Habana. Cuando no bebía dejaba de hablar y se dedicaba a trabajar y dormir. No obstante, debo decir que jamás me castigó y que de su trabajo siempre me dio todo el dinero que me hizo falta para mi alimentación y ropa, así como para comprar cualquier libro que se me antojara sobre cuestiones relacionadas con mis asignaturas de bachillerato, sobre todo las de sociología e historia de la Humanidad, no solo la de Occidente, sino también libros que desde muy joven me gustaba leer sobre la historia de la India, la China, El Egipto, Sumeria, etc.
Fue en esa época que elaboré los esbozos de una concepción de la vida que desde los quince años, ignoro por qué, me empezo atraer mucho: el budismo, la más agnóstica concepción de la vida y el mundo que concordaba ya en muchos aspectos con mis lecturas de Vargas Vila y sus dos geniales maestros alemanes: Schopenhauer y Nietzsche … Todavía hoy sigo siendo un estudioso de la meditación budista, esa que también había conocido por esos años en dos geniales obras: “Los Ojos del Hermano Eterno”, de Stefan Sweig; y otra, muy parecida en su contenido y enseñanza titulada: “Siddartha”, del Nóbel alemán Hermann Hesse, publicada en 1922, y dedicada al gran escritor francés, tambien Nóbel, Romain Rolland.

Dado que tuve en mi poder durante casi veinte años ese Archivo y Diario Inédito fue que pude, durante varios de esos anos, estudiar detenidamente el Diario al que Vargas Vila tituló TAGEBUCHER que en alemán significa DIARIOS, una obra que se extiende, debo repetirlo una vez más, desde Marzo de 1899, en París, hasta comienzos de Febrero de 1933, en Barcelona, ciudad en que murió Vargas Vila unos tres meses después, un 22 de Mayo de 1933, junto a su fiel secretario y albacea, y algunos miembros allegados que eran los familiares del fiel albacea y secretario de Vargas Vila, nombrado Ramón Palacio Viso, el venezolano ejemplar que lo había acompañado desde sus 17 años, en Caracas, o sea, desde 1893, cuando Vargas Vila contaba con 33 años y hacía frecuentes viajes a New York. Ya en 1890 había visitado por primera vez Europa, sobre todo París, por encargos diplomáticos de su gran amigo el Presidente venezolano Joaquín Crespo, que lo protegió hasta que fue asesinado en 1898, en la “Mata Carmelera”. Al morir su protector es que Vargas Vila determina establecerse en Europa hacia principios de 1899, año en que comienza el que sería su Diario inédito TAGEBUCHER (1899-1933).
Pocos años antes de la muerte de Vargas Vila, en Barcelona, había nacido allí la hija de Ramón Palacio y de una joven dama cubana, Mercedes Guigou, hija, a la que llamaron Georgina Palacio Guigou, los cuales, ya establecidos en Cuba, a raíz de la caída de la dictadura nacionalista de Gerardo Machado, trataron inútilmente de editar el Diario Inédito de Vargas Vila. Fue Georgina Palacio la que me contó que, pocas semanas después del entierro de Vargas Vila, en el nicho del cementerio de Les Corts, en Barcelona, ella y sus padres y unos pocos miembros de su familia cubana embarcaron, junto a esos miles de manuscritos de Vargas Vila, rumbo a La Habana, donde llegaron, repetimos, unas semanas antes (!?), calculaba ella, de la caída del dictador cubano Gerardo Machado un 12 de Agosto de 1933. Ya muchos sabían en Cuba, sobre todo sus intelectuales, que el General Machado había caído (igual que lo sería veinticinco años después Batista), por orden de la Embajada de Estados Unidos en Cuba, durante la fatídica y entreguista Presidencia de F. D. Roossevelt (1932-1945), quien un año antes en 1932, había reconocido diplomáticamente ante el mundo a la sanguinaria tiranía que representaba -junto a Zinoviev y Kamenev- la trágica figura del que fue siempre un gran amigo de Roosevelt: José Stalin, ése a quien Roossevelt le concedió durante el “Pacto de Yalta”, en 1945, el dominio totalitario de toda la Europa Oriental, la que quedaba así esclavizada a un “totalitarismo mucho, muchísimo más sanguinario” que el del nazismo hitleriano. Basta sólo recordar cómo entre 1929 y 1933, fue ese dictatorial triunvirato ruso, que integraban Stalin, Zinoviev y Kamenev, los que provocaron el más grande Holocausto del siglo XX: “El Holocausto de Ukrania y Siberia” por el hambre y, además, por sus dantescos campos de concentración, lo que dejó la escalofriante secuela de unos treinta a cuarenta millones de muertos, como pudo comprobar revisando el censo de la poblacion rusa posterior, repito, el escritor húngaro Arthur Koestler en su libro “La Anatomía de un Mito”, el cual siempre he recomendado que se lea como libro clave para entender lo cruel y sanguinario que fue ese gran amigo de Rossevelt llamado José Stalin. Demás está decir que de todo este gigantesco genocidio que se denuncia en ese libro de Arthur Koestler nada, o muy poco, quedó dicho en la prensa “socialista y seudo-marxista, además de fabiana, de Europa y América. De ahí que el Diario New York Times dijera que en la Rusia de Stalin eran unos pocos miles de rusos los que morían de hambre. De ahí, también, que esa prensa, vendida al Gobierno Invisible del Mundo –la Banca Sionista de New York y Londres-, nunca haya comentado que fueron los multi-millonarios de Europa y América los que financiaron y protegieron –como hoy en Cuba y Venezuela- el surgimiento y consolidación de la Rusia Soviética de Lenin y Trotski, siendo éste último el que diera el Golpe de Estado –no Revolución– que llevó a los bolcheviques al Poder un 7 de Noviembre de 1917, desplazando al gobierno transicional de Alexander Kerenski, y estableciendo la dictadura totalitaria de un Capitalismo de Estado, dado que Rusia, según el mismo Karl Marx, no podía establecer todavía el marxismo en virtud de su poco desarrollo burgués y tecnocrático. De ahí la también “tesis Trostkista” de la “Revolución Permanente”.
Los bolcheviques, con Lenin y Trotski a la cabeza, sólo contaban con un 28 por ciento de apoyo en la abortada Asamblea Constituyente disuelta por ambos en Enero de 1918 … Pocos meses después Lenin y Trotski dan la orden de asesinar a toda la familia Imperial Rusa que se encontraba en la lejana ciudad de Ekaterinburgo. Es una orden que fue ejecutada, a pesar de haber niños entre los asesinados, por un judío-bolchevique llamado Yurovski, en el sótano de una casa de esa ciudad, la casa del Ingeniero Ipatiev, para así evitar que la familia Imperial cayera en manos de los Ejércitos anti-bolcheviques que se movían desde Siberia. Semejante orden no pudo cumplirse sin la autorización directa de Lenin y de Lesbia Davidovich Bronstein, judío de Odessa, más conocido por León Trotski, ése que fuera el autor intelectual del Golpe de Estado bolchevique en una madrugada de San Petersburgo en que el pueblo dormía y Lenin seguía escondido en el Instituto Smolny; el mismo Trotski que después fundaría el Ejército Rojo al mismo tiempo que era designado primer Canciller de la Rusia Soviética …

Todo lo anterior ha sido consignado para que todos los que lean este escrito puedan tener una medida de la profunda crisis de valores morales y espirituales en la que estamos sumidos. Una crisis de la conducta humana en la que se percibe una gran dosis de agresividad y deshumanización por parte del hombre actual, y frente a la agonía de la democracia mundial a partir de la alianza ¡Roosevelt-Stalin!, o sea, de eso que Ortega y Gasset llamó en su “Historia Universal” (1950), y en su libro póstumo “Sobre la Razón Histórica”: “la crisis del Derecho Internacional y de la propia filosofia del Derecho”. No es extraño, pues, que se haya producido, dentro de este contexto que involucra un plan de dominio mundial, ese “grande y muy bien estudiado soborno a la Intelectualidad Internacional”, trayendo por consecuencia que ciertas verdades no puedan ser denunciadas pues, de inmediato, se somete al que las dice al silencio y a su posible desaparición física si es que éste no calla y se retracta e insiste en seguir denunciándolas, con una frecuencia peligrosa e inadmisible para los que, son precisamente, quienes quitan y ponen los presidentes de Estados Unidos de Norteamérica, sobre todo desde 1913.

Y tras esta expliación dada como denuncia de lo que hoy acontece en el mundo y que la prensa internacional, repito, se niega a comentar, entremos con nuestra exposición en el triste destino que sufrió, ante la indiferencia de su patria colombiana, la obra inédita, tanto filosófica, como política, de ese gran nihlista y post-romántico que fue Vargas Vila; ése que más bien fue, sobre todo hacia el final de su vida combativa, un escritor perteneciente a ese género de hombres que ya escasean. O sea de esos, que como ya dije, su única y última ilusión “es poder vivir sin ilusiones”, o sea sintiendo sin huir ni justificarla esa angustia que es la renuncia a todas las creencias conocidas, una atención expectante ante lo más genuino del Ser que ha quedado en un profundo y radical olvido, y que es, por tanto, un tener que existir, como dijimos, cargando por “equipaje” solamente “un desilusionado vivir”. Es un hombre, pues, que no admite “escape ni consuelo”, y nos anuncia la necesidad ese cesar y extinguirse de nuestra voluntad para así enfrentarnos a esa Nada que, sólo entonces, nos obliga a la aceptación definitiva de lo que Es: un “yo naufrago en el vacío de un no-saber la verdad de nuestro existir, y en la espera, de esa noche del hundimiento, en lo obscuro del alma, de las verdades a las que nos habíamos aferrado, y así estar ante la posible llegada de la “luz del Ser” que yacía postergada dado ese trágico destino de nuestra condicón humana durante más de dos milenios de historia judeo-cristiana, esa que transculturalizada con un socratismo posterior ha sido, junto a la anteriormente citada creencia judía en la culpa, su castigo y redención por el sacerdote, lo que constiuye las “dos fuentes unificadas” que hicieron nacer el fundamento histórico del nihilismo contemporáneo. Ese es el nihilismo en que se funda la actual esquizofrenia de la cultura occidental, lo cual implica la caída y desprecio ante los autenticos valores sustentados por la razón vital, provocando ello la huida del pensamiento ante la “verdad del Ser”, de que tanto nos habló Nietzsche y sus geniales discípulos: Simmel, Jose Ortega y Gasset, Martin Heidegger, M. Scheler, Camus, Ciorán, etc. Y es que quien puede decir que, en algun sentido, no tuvo desde hace un siglo la influencia poderosa y devastadora de Nietzsche.

Y es que el hombre actual quiere todavía re-presentarse al Ser, o sea, apresar al Ser en el conjunto de sus creencias e ideas; al hacer esto el hombre olvida que cuando el Ser Es, ya no existe el “ego separado”, como bien se intuye en los Koans y Hai-Ku del Budismo Zen de China y Japón. O sea, que nuestra preocupación “sensorial e instintiva por los entes” nos ha llevado a un trágico y milenario “olvido del Ser”, como dijo Heidegger, el genial filósofo alemán, quien afirmó que no hemos rebasado nuestra “visión matemática de la naturaleza”. De ahí que estemos ante una “civilización de imágenes”, nos sigue diciendo Heidegger, o sea, en la que predominan “conceptos” que jamás alcanzarán la “intuición del Ser”, ésa que sin la cual, el hombre cae en una profunda y radical desorientación vital. Y nos decía Ortega que para ser hallada esa autenticidad del vivir necesitamos des-pensar lo ya pensado como “creencias e ideas” en que se fundamentó la llamada Civilización Occidental, ésa que hoy agoniza y en la que se prepara, como ya dijimos, la aurora de una nueva manera del pensar que nos acercará al postergado encuentro con el sabio Oriente. El Oriente del budismo y del Zen, como Schopenhauer, Nietzsche, Ortega, Scheler y Heidegger … lo dan a entender, o más bien lo insinúan claramente, en sus ensayos filosóficos póstumos … Lo anterior nos obliga a pensar que, como dijo la tradición taoista del pensador chino Laot-ze: “La presencia de la intención sólo permite ver su limitada apariencia”… No tengas, pues, intención alguna si quieres contemplar su maravilla”. Este silencioso contemplar nos permitir un día, tal vez, el advenimiento de la Verdad del Ser, más allá de toda lógica o del engaño de la gramática y su confusion epistemológica entre sujeto y objeto a quienes hemos considerado erróneamente como entidades separadas, cosa que nos aclararon muy bien ambos Krishnamurti. O sea, que “nos encontramos en la urgente necesidad de un regreso a los orígenes de nuestra percepción del mundo, o sea, lo que sería un retornar a los valores “psíquicos” de las culturas del neolítico y su pensamiento pre-lógico y marcadamente intuitivo. Un hombre que no necesita ni del automóvil ni de la electrónica dado que su mente puede moverse usando principios y leyes cósmicas olvidadas sobre la “materia” y el espacio-tiempo”. Estamos ante la aurora de una forma nueva del pensar, ésa en que veremos la muerte de todo idealismo así como de ese subjetivismo que fue durante muchos siglos la enfermedad que dominó, como ya dijimos, nuestro pensamiento occidental. Pero ya es suficiente por ahora.
Volvamos al momento en que Ramon Palacio Viso, su esposa y su hija Georgina, se establecen en La Habana, hacia Julio o Agosto de 1933 …

Una vez en La Habana pudo comprobar su secretario y albacea que nadie se preocupaba en publicar ese valioso Archivo. Fueron años de necesidad y frustración junto a su hija, pues se había separado de su mujer, y con el agravante que ya desde 1936, cuando estalla la Guerra Civil Española, no recibe ningun dinero de la Casa Sopena desde España. Pocos años después estalla la Segunda Guerra Mundial y pareció en ese interregno de años que el nombre y el contenido del mensaje del gran rebelde colombiano había entrado en su definitivo ocaso. No olvidemos que ya en ese año se ignoraba a ciencia cierta el paradero de las Memorias de su vida desde su nacimiento, en 1860 hasta 1898, y que había entregado a la Editorial Francesa Viuda de Ch Bouret en 1913, esas mil páginas de su vida. En esas Memorias narraba su trabajo como maestro de escuela en Ibagué, Anolaima y Bogotá, ademas de profesor de francés, y brillante periodista cuya enorme cultura se había nutrido en incesantes lecturas hechas en la Iglesia de un sacerdote amigo, de la Enciclopedia Francesa en el propio idioma en que ésta se escribió, y que el ya dominaba desde sus 18 años, aprendido con el unico maestro de francés que había en Bogotá, así como también pasajes de su saga de guerrillero en 1875 en que es herido de un balazo, con quince años, en la "Batalla de Garrapata" –el mismo año en que confiesa su primera relación sexual con una india zagala en Bogotá- y también su participación en el movimiento guerrillero de 1885-86 como secretario del líder liberal Daniel Hernández, que fuera finalmente derrotado en la "Batalla de la “Humareda”, hecho sangriento que trajo la victoria del traidor y clerical Rafael Núnez en 1886. Había triunfado la reacción y Vargas Vila se prepara a huir para siempre de Colombia, no sin antes despedirse con sumo dolor del ser que más quiere: su madre Elvira Bonilla Matiz, la que ya ciega habrá de morir en 1887, recibiendo Vargas Vila la terrible noticia durante su exilio en Venezuela. Esa muerte le inspira su libro “Pasionarias”, poesías a su madre muerta; esa obra esta hoy completamente agotada y quien suscribe conserva un ejemplar dedicado a una mujer amiga por el propio Ramon Palacio Viso, y fechada en La Habana.
También cabe pensar que se describen en esas Memorias (1860–1898) aquel escándalo en que el acusa al padre Escobar, director del famoso colegio La Infancia, de actos homosexuales con sus alumnos, acusación que hace en 1884 en el periodico de su amigo “El Indio Uribe”. Todo lo anterior quien suscribe lo ha reconstruido, en parte, y es el tema de esas “memorias” que redactó en 1913. Dicho libro quizás esté todavía en poder de aquellos hermanos belgas que compraron, a raiz de la Segunda Guerra Mundial, la Editorial Bouret y la convirtieron en “Colección Bouret”. Cuando hacia el final de esa última Guerra anunciaron su publicación dijeron que sería en tres tomos. Esa publicación todavía la estamos esperando. Resulta triste y vergonzoso que su patria nunca hiciera el mas mínimo gesto por recuperar esas Memorias perdidas en Francia o Bélgica, y que ojalá todavía se puedan recuperar si no es que fueron compradas y destruidas por esos enemigos de Vargas Vila, sobre todo por la fatítica orden jesuita que durante más de un siglo y medio dominó, explotándolo y corrompiéndolo, al Estado Colombiano, haciendo uso, abuso y disfrute de aquel Concordato con el Vaticano que desde Rafael Nuñez era la fuente de todas esas desgracias de la joven nación suramericana. Fue por ese circunstancia violadora de la soberanía colombiana y de su libertad de pensar que Vargas Vila dijo un día que la única enfermedad real que el había tenido, la más mortifera y letal para su espíritu y libertad psicológica, era la que había contraido en “la pila bautismal”, o sea , cuando fue bautizado en la religión católica por voluntad de su madre, dama muy religiosa, ya que el padre era un libre pensador perteneciente al Partido Liberal y que, siendo guerrillero, moriría en un combate en la localidad de Funza, cuando Vargas Vila contaba cuatro años de edad.
Veamos las actividades iniciales en que se movió el secretario de Vargas Vila al establecerse en La Habana. En el año de 1937 publicó Ramón Palacio el libro póstumo de Vargas Vila titulado “El Joyel Mirobolante” (una síntesis de sus Memorias pérdidas), y en 1938 “José Martí, Apóstol y Libertador”, en que se narra la amistad entre los dos grandes escritores y críticos de la historia de América. En ese libro vemos mecanografiadas las tres cartas de Martí a Vargas Vila. Los originales fueron “fotocopiados” y vendidos por su secretario dado que estaba pasando en aquellos años una pobreza que lo llevó a acostarse muchas noches sin comer. Y sin embargo eran ricos e influyentes por aquel entonces el Dr. Horacio Ferrer, el orador José Manuel Cortina así como Agustín Acosta, gran poeta y Gobernador de Matanzas, además de los tres hermanos Carbonell de la Academia de Artes y Letras que gozaban de grandes influencias. Todos ellos traicionaron su amistad y admiración por Vargas Vila en la persona de su secretario, albacea y heredero universal, el ya completamente ciego y en la mayor pobreza, el fiel venezolano Ramón Palacio Viso. No podemos obviar el pensamiento de que ese Diario pudo publicarse en Cuba, pero Ramón Palacio no contó con la ayuda merecida y desconfiaba de los que se le acercaban con ese fin, cosa lógica en un hombre que estaba totalmente ciego. Años más tarde, y dadas las gestiones que hizo quien suscribe, la obra entera se iba a publicar en la Editorial Lex de Mariano Sánchez Roca, quien ya había publicado las Obras Completas de José Martí. Pero de nuevo el Destino se interpuso y éste tuvo que asilarse en una Embajada. Fue ello en 1961 ó 1962, en que ya Cuba se hundía en la diabólica y sanguinaria tiranía castrista con la complicidad de los propios Estados Unidos como se desprende del libro -y posterior informe al Congreso– titulado “El Cuarto Piso” del que fuera embajador norteamericano en Cuba a la caída del dictador Batista y que lo sería por unos pocos meses más. Nos referimos al diplomático Earl T. Smith. Sin la lectura de ese libro no puede entenderse el verdadero origen y los indudables culpables de la tragedia en que todavía vive Cuba. Toda esta maquiavélica e hipócrita actitud del Gobierno de Washington para con Latinoamérica ya la había profetizado en sus valientes ataques panfletarios Vargas Vila, precisamente desde los años en que era sacrificado Jose Martí en Dos Ríos (1895) por denunciar lo mismo que denunció y seguiría denunciando Vargas Vila hasta su muerte en 1933.

Debo volver a decir que en todo esta historia no soy más que un “COMPILADOR”, y ello en virtud de que, en realidad, no nací con la vocación de escritor. Son ciertas circunstancias, bastantes extrañas, por cierto, las que me han forzado a hacer este trabajo. Yo diría circunstancias “paranormales”, pero ese es un tema del que no quiero hablar en este libro. Es por ello que pido disculpas por haberme visto obligado a ser lo dicho: un “compilador”, y eso porque siempre me ha acompañado algo que no puedo negar: el tener una magnífica memoria, ésa que me ha servido para este trabajo que he hecho en honor al recuerdo de Vargas Vila, tan injustamente incomprendido y olvidado en este último medio siglo de una gran “decadencia moral y espiritual”, cosa que ya Vargas Vila analizó y profetizó en forma sorprendente en sus libros “Belona dea Orbi”, de 1921, y más tarde en “Polen Lírico”, publicado en 1927, y que constituye éste cuatro conferencias que dictó en 1924 durante el único viaje que hizo a América tras casi treinta años de no visitarla. Recuerdo que la dada en La Habana, donde se estableció por ese entonces, en mayo 21 del año citado, se tituló: “La Decadencia Intelectual del Mundo”. La primera fue la dada en Montevideo, el 15 de Febrero de ese 1924, y teniendo por invitado al Presidente de Uruguay y se titulaba en forma parecida: “La Crisis de la Civilización” y la del 25 de Marzo de ese año en Sao Paolo, Brasil; la tituló: “El Fin del Arte”, así como la de Barranquilla, Colombia, el 2 de Abril siguiente qué tituló: “El Cesarismo y la Civilización”. Fueron ellas el periplo de su viaje a América en ese año de 1924 en que se estableció en La Habana, tras una corta visita a México. Fue en La Habana donde diría, leyendo la prensa Española y la Yanqui: “qué podía esperarse de la mezcla de esas dos barbaries”. [Ver Diario II -1994-, publicado por quien suscribe]. En la Habana vivió desde mayo de 1924 hasta Abril de 1927 en que parte hacia Europa a bordo del vapor “Espagne”, rumbo a Francia de regreso a Barcelona, donde morirá 6 años después. El retorno fue La Habana, Saint Nazaire, París donde estuvo un mes y medio, para seguir a Madrid donde estará un mes y de nuevo, y para siempre ya, a su amada Barcelona a donde llega un 17 de Julio de 1927 a las 9 y media de la mañana, una semana antes de su cumpleaños 67, a las 9 y media de la mañana también. Triste llegada pues se encuentra robado y perdido su Diario TAGEBUCHER. Pero ya hemos hablado demasiado de cosas y sucesos que pueden leerse en el tomo II de su Diario que publicó quien suscribe en 1994, en la editora y librería cubana Moderna Poesía, de Miami.

Dicho esto sigamos en la historia que nos interesa ahora transcribir: Fue el poeta Gustavo Galo Herrero, quien visitaba a Ramón Palacio Viso, y quien trató inútilmente de publicar ese Diario inédito que éste guardaba celosamente. En El País Gráfico, periódico de la época, Galo Herrero entrevistó, en 1948, una o dos veces a Ramon Palacio y lo ayudó a pasar a máquina los últimos documentos manuscritos e inéditos que quedaban de Vargas Vila. Se terminó la edición que fue pasada a mecanografía en once tomos de papel cebolla, a 20 renglones por cuartilla y a dos espacios, y que tenía cuatro mil doscientas paginas. El destino de esa edición era para ser publicada, creo recordar, en Buenos Aires, durante los años en que allí dominaba Juan Domingo Perón el que, parece ser, admiraba a Vargas Vila por su Anti-Clericalismo y Anti-Imperialismo, tanto el Inglés como el Norteamericano. Esa edición era para ser publicada en 1946 ó 1947. Pero algo hizo imposible la proyectada edición. Y ya viejo y enfermo, de cuerpo y mente, y dejando en las manos de su joven hija el amado Diario TAGEBUCHER de su guía y mentor, moría en La Habana Ramón Palacio Viso, aquel fiel venezolano que fuera la persona que mejor conoció a Vargas Vila durante cuarenta años, desde 1893, con diecisiete años hasta que el nihilista colombiano murió en Barcelona, en 1933, como dijimos. El secretario moriría en la capital habanera corriendo el trágico año de 1953, o sea, que en los veinte años que sobrevivió a Vargas Vila, no pudo publicar ese importante documento de la historia de nuestras letras. El Diario de un hombre digno e insobornable quedaba sin publicar y en el olvido la obra póstuma y, en parte ya perdida, de un gran escritor colombiano que había tenido por amigos a Martí, Darío, Nervo, Valle-Inclán, Villaespesa, Julio Cejador, Pompeyo Gener, R. Blanco Fombona, etc. No cabe duda, ante ese acontecer, que ya nuestra América se hundía lentamente en una gran decadencia de la cultura de “cosas profundas”, una decadencia que ya había avizorado el genial filósofo español Jose Ortega y Gasset, cosa que le hizo abandonar la Argentina en plena Guerra –1942-, por los mismos días que en Petrópolis, Brasil, se suicidaba el genial escritor austríaco Stefan Sweig.
Ya en esos años es Ortega el que nos había anunciado en 1944, en su libro “Sobre la Razón Histórica” que, y son sus palabras: “Pero el caso es que el terremoto no se ha producido sólo en la razón científica y teorética, sino que, al mismo tiempo, se ha producido en la razón práctica. No hablemos de la moral que, en cuanto orden racional de la conducta, se volatilizó hace unos cuarenta años quedando sólo como regulador de los comportamientos humanos la presión mecánica de las costumbres, sino que en estos últimos tiempos asistimos, día por día, a un espectáculo inaudito, que implica no poder presenciar sin estupor, quien tenga alguna precisa conciencia de lo que ello significa: la Total Volatilización del Derecho. Mas como esta materia es melindrosa y quiero evitar tergiversaciones y malas inteligencias he redactado unas páginas y ustedes van a tener que soportar su lectura … El derecho parecía ser señores, junto con la verdad y mucho mas aun que la verdad porque es enormemente más viejo que la verdad en la historia, parecía ser una víscera imprescindible de la humana convivencia”, y sigue hablando Ortega para decirnos que “estamos en una época de atroz perdimiento porque es también el derecho el que se ha volatilizado a nivel mundial …, y sin que nada sepan hacer los “filosofos del derecho”, cosa ésta que debe ser algo vergonzoso para el hombre de nuestro tiempo …”, etc.
Dicho lo anterior no es extraño, pues, que una obra de gran valor literario e histórico como ésta de Vargas Vila se pierda. Estamos en los tiempos que las dos únicas palabras que guardaban seriedad y que eran: cárcel y muerte, ya han perdido su debido respeto. Sabiendo ya en que época estamos sigamos con el verdadero motivo de este testimonio-denuncia que dejaremos escrito para conocimiento de la posteridad. Entre 1953 y 1961 la obra dejada sin publicar por el secretario, sobre todo su voluminoso Diario inédito al que tituló TAGEBUCHER, permaneció bajo el cuidado de su hija y familia, o sea, de Georgina Palacio Guigou, quien ignoro si aún vive en La Habana. De vivir allá debe tener unos 77 años.

Fue por este contenido tan sugestivo de su Diario que, por esa época, hice incontables esfuerzos para marchar a Barcelona donde todavía estaban los restos de Vargas Vila, los cuales no serían trasladados a Colombia, violando su voluntad póstuma hasta 1981, por gestiones del senador Jorge Valencia Jaramillo, a quien conocería inútilmente años después en Bogotá (1984), y tras mi salida de la prisión política en Cuba, que fue en Noviembre de 1983. He dicho que conocí “inútilmente”, en largas entrevistas, al senador Jorge Valencia Jaramillo porque éste traicionó por entero la palabra empeñada en esas reuniones al respecto del “mausoleo que se le haría, estando yo presente, a Vargas Vila”. No obstante seguí luchando por denunciar el paradero en La Habana de ese valioso Archivo del gran nihilista que, desde mi adolescencia, motivó en mi las más angustiosas y profundas meditaciones sobre ese “hombre absurdo y que ha perdido su rumbo existencial”, repito, de que hablaron Camus y Ciorán, enfrentados a ese cruel extrañamiento ante el por qué y sentido del enigma en que desde siempre esta encerrada la vida humana en su ansia imposible de un mundo distinto y feliz. Por eso estamos sumidos en esta trágica fatiga existencial, ésa que hace decir a Camus que “el secreto de Europa es que no ama ya la vida”…Y termina diciendo Camus: “Quienes no hallan descanso, ni en Dios ni en la Historia, se condenan a vivir para quienes como ellos, no pueden vivir: para los humillados … Kaliayev y sus hermanos del mundo entero rechazan, por el contrario, la Divinidad, porque rehusan el poder ilimitado de dar la muerte … Eligen y con ello dan un ejemplo, la única regla original hoy en día: hay que aprender a vivir y morir, y para ser hombres hay que negarse a ser Dios … Y en su libro “El Mito de Sísifo” ya Camus hace la pregunta fundamental que se había hecho muchas veces también Vargas Vila: ¿vale o no la vida la pena de vivirse?, o sea, que estamos ante lo que Camus plantea sobre el “suicidio lógico” de Kirilov , personaje del famoso libro “Los Endemoniados”, escrito por Dostoievski, un suicidio que también analiza en su Diario, presenciamos cómo, cuando el hombre vive en “el olvido de Dios”-nosotros preferimos decir “ovido del Ser”-, no le queda otro camino al hombre sin Dios que someterse al “ansia de los entes”- y sus apegos a estos-, que es con la que termina “deificando el ego” y lo consuela de la progresiva pérdida de su intimidad; de ahí que adore hoy el “dinero”como sentido de su vivir consumista y deshumanizado …; la seguridad que antes le daban la acumulación de ciertas ideas e imágenes tiene que sustituirla ahora por la “acumulación de dinero” en una sociedad ya semitizada y entregada a la usura, y ello porque sólo con dinero siente el hombre actual que logra seguridad para su “ego deificado” y sometido a la más profunda inseguridad. Sólo así puede consumir y vivir dentro de ese poder anónimo que enajena al hombre y lo torna más separativo, irritable y finalmente más agresivo en un mundo cada vez más cruel y despiadado. Un mundo como ese que hoy estamos padeciendo en que entramos en una nueva era: la que constituye esta interminable y sanguinaria lucha sostenida entre dos rígidas y trágicas polaridades dogmáticas: los fundamentalismos Sionista e Islámico. Debo señalar aquí que es preciso divorciar, por significar dos cosas distintas, los fundamentos del sionismo y la concepción judía del mundo y de lo que la mística semita llamaba el “judío espiritual” que fue, según algunos pensadores hebreos, nuestro Jesús de Nazaret. Quien una, pues, el sionismo con los fundamentos del “judaísmo espiritual” no es hombre que habla con honestidad…También debo consignar aquí de nuevo, para ahondar más en ello, que siempre he ignorado la razón por la que desde que tenía unos catorce anos –1955– me atraían con raro y peligroso fervor la lectura de los libros de Vargas Vila que acababa de conocer como escritor gracias a mi madre, quien lo leía mucho, y a la par con las biografias de Stefan Sweig. Ignoro por qué mi madre sentía tan honda seducción ante el desgarrador escepticismo de Vargas Vila, ése que poco después me atrajo grandemente, leyendo también aquellas estremecedoras páginas suyas en torno a la visión profética que él sustentó sobre la decadencia del arte y la política mundial … Fue así que ya antes de cumplir veinte años me hice un apasionado lector de Vargas Vila, Stefan Sweig y Schopenhauer, siendo por ello que me resulta extraño que el último de esos genios que leí acabadamente fue José Martí, a pesar de ser en mi patria, y no sin razón, el hombre más profundo y transcendental. Ya con veinticuatro años, en la época que compré el Diario Inédito de Vargas Vila, fue que descubrí y leí con “miedo y temblor” tanto a Hermann Hesse como al genial pensador español José Ortega y Gasset. Ambos cierran todo mi bagaje cultural hasta que cumplí veinticinco años –poco anadí después-, y preparaba, junto con el Archivo Vargas Vila, el poder trasladarme con éste a Barcelona. Quería averiguar allí los últimos datos para una biografía de Vargas Vila, así como poder comprender el hecho ¡asombroso para mí! de que Ortega nos dijera, que “Nietzsche no sabía lo que era la filosofía”, y sin embargo no podíamos afirmar todavía lo que ella sería, o sea, ella como esa última filosofía a conocer, o ese pensar nuevo que ya no podría llamarse ni filosofía, ni mucho menos, religión, como dijo Augusto Comte. Ello implicaba retrotaernos con más autenticidad que otras veces, al Logos pre-socrático y su vinculación con la época en que Buda predica en la India, que es el llamado por K. Jaspers los “cuatro siglos” del Eje-Axial [600 A.C. al 200 A.C.]. Esos fundamentos serían genialmente retomados por el ultimo filósofo greco-romano que se preguntó en serio por el Ser: Plotino de Alejandría -contemporáneo del filósofo hindú Nagarjuna- en el siglo III de nuestra era mitraica y judeo-cristiana; la que lleva en sus raíces el saber gnóstico-egipcio y el culto escondido a los Misterios de Isis y de Eleusis, y en los que se percibe también los contactos con Shivaísmo hindú a través del llamado “frenesí dionisiaco”. Muchos creen que el culto a Dionisios entró en Grecia por el norte, o sea, por La Tracia, y que éste provenía de la India.

Es por eso que nos dijo Ortega sobre el hombre hindú y chino lo siguiente: “Si se compara la vida de Occidente con la de Asia –indos, chinos-, sorprende al punto la inestabilidad espiritual del europeo frente al profundo equilibrio del alma oriental. Este equilibrio revela que, al menos en los máximos problemas de la vida, el hombre de Oriente ha encontrado formulas de más perfecto ajuste con la realidad. En cambio, el europeo ha sido frívolo en la apreciación de los factores elementales de la vida, se ha fraguado de ellos interpretaciones caprichosas que es forzoso periódicamente sustituir”, sacado de su libro "El Tema de Nuestro Tiempo", capítulo tercero titulado “Antiutopismo o antirracionalismo”. Y cien páginas antes, en el mismo libro (1923) nos había afirmado que: “En la India o en la China, ni la ciencia ni la moral han logrado nunca erigirse en poderes independientes de la vida espontánea y ejercer como tales su imperio sobre ésta”. Y después dirá en su libro "Meditación sobre la Técnica”: “No es verosimil que invente el automóvil este hombre [El Bodhisatva] que no quiere moverse. En cambio, suscitará todas esas técnicas tan ajenas a nosotros los europeos como son las de los “fakires y yoguis”, técnicas del éxtasis, técnicas que no producen reformas en la naturaleza material, sino en el cuerpo y la psique del hombre. Por ejemplo, [la técnica de la insensibilidad y la catalepsia, de la concentración, etc] ”. Y sobre esta cualidad del Yoga como la suprema técnica de la concentración y meditación nos seguirá hablando en su famoso libro: “Estudios sobre el Amor”, publicado en 1939, al escribir sobre el enamoramiento, el éxtasis y la hipnosis”.
Como vemos, Ortega se va acercando a la tesis de que el voluntarismo quedará “reabsorbido” y el “hombre descubrirá otra vez -¡por fin!- que no está solo, que hay en torno de él poderes extraños y distintos de el con quienes tiene que contra, y que hay sobre él poderes superiores bajo cuya mano, pura y simplemente, está”, del libro “La Misión de la Universidad”, Edición de P Garagorri, Madrid, 1982. Por todo lo anterior es que, tal vez, Ortega criticaba en Schopenhauer y Nietzsche el concepto de “voluntad” dado que es precisamente ésta la que se reabsorbe y se renueva a cada instante, o sea, sin la intelectualización de la realidad la voluntad se transforma necesariamente en energía pura en cuyo devenir el “ego” no puede instalarse y adquirir “su permanencia ilusoria”; se establece así lo que ambos Krishnamurti llamaron la “acción sin el ego", que es precisamente lo que libera en el hombre toda su capacidad de amor y compasión. Es por ello que nos decía el maestro español que su idea de la “razón vital” no es una idea, sino una vivencia en que la razón se niega a sí misma y surge entonces la “intuicion de lo Trascendente”. Como hemos visto Ortega fue retomando ese póstumo pensamiento de Nietzsche, extraido de su "Ecce Homo": “Quien conoce la seriedad conque mi filosofia ha emprendido la lucha contra los sentimientos de venganza y de rencor, incluida también la doctrina de la “libertad de la voluntad” -la lucha contra el cristianismo es sólo un caso particular de ello-, entenderá por qué yo saco a luz, precisamente aquí, mi comportamiento personal, mi “seguridad instintiva” en la praxis. En los periodos de decadencia yo me prohibí a mi mismo aquellos sentimientos por perjudiciales; tan pronto como la vida volvió a ser suficientemente rica y orgullosa para ello me los prohibí por situados debajo de mí. Aquel “fatalismo ruso” de que antes he hablado se ha puesto en mí de manifiesto en el hecho de que durante años me he aferrado tenazmente a situaciones, lugares, viviendas y compañias casi insoportables, una vez que, por azar, estaban dados -esto sería mejor que cambiarlos, que sentir que eran cambiables-, que rebelarse contra ellos … El perturbarme en ese fatalismo, el despertarme con violencia eran cosas que yo entonces tomaba mortalmente a mal: -en verdad ello era también siempre mortalmente peligroso. –Tomarse a sí mismo como un fatum [destino], no quererse “distinto”, -en tales circunstancias esto constituye la gran razón misma." Estamos de nuevo ante lo que ambos pensadores hindúes de apellido Krishnamurti llamaron “rendirse a lo que Es” sin la “voluntad de deformar el hecho en función de la imagen deseada por la voluntad del ego a apegarse a distintas formas de sensación”. Y es que, como dijo Nietzsche: “El resentimiento constituye lo prohibido en sí para el enfermo … Y termina diciendo: “Esto lo comprendió aquel gran fisiólogo que fue Buda. Su “religion”, a la que sería mejor calificar de higiene, para no mezclarla con casos tan deplorables como el cristianismo …” Todo lo anterior nos va a permitir comprender los fundamentos de la concepcion que Vargas Vila tenía de los hombres y de nuestro destino terrenal.

Lo primero que vemos en el gran escritor colombiano es su búsqueda de soledad para profundizar las causas de esa “voluptuosa melancolía” que lo poseyó fuertemente desde sus 39 años, o sea, desde el año “crítico” para él de 1899. Pronto comprendería que ella nacía de una fatiga existencial que le permitiría comprender los falsos valores que su ego había adorado: Dios, la patria y la familia. Era preciso una ruptura con esas entidades, como diría Hermann Hesse en su inmortal novela “El Lobo Estepario”. Ese desprenderse de las estructuras y valores que rigen la vida del hombre-masa es lo que conduce a Vargas Vila a la horrenda tragedia de su vida, una vida en la que fue profesor, guerrillero, panfletario, historiador, diplomático, y rebelde siempre, una rebeldía sin tregua ni componendas, y que tenía por objetivo liberar la mente humana de esos dos poderes enajenantes que son la religión y la política. Durante veinte años combatió la vieja tabla de valores hasta que ésta se quebro en lo más profundo de su ser lacerado por muchos desengaños; fue ese decursar de su vida lo que un día, tras esa otra noche del alma, ésa del rebelde que comprende lo inútil de sus denuncias, siendo entonces lo que en su destino llevó a Vargas Vila ante la más terrible prueba: su encuentro con la Nada, ese sentimiento y visión que nos vacía y hace nacer en nosotros ese “saber de salvación psíquica” que nos dice que todo lo que fue adorado estaba sujeto a la impermanencia, el cambio y la muerte, y así quedaba un recuerdo paradójicamente bello de la vida, que precisamente por su belleza nos lleva a una contemplación cada vez más desinteresada de esos apegos y justificaciones que nos habíamos forjado, para así poder comprender que ése tiene que ser el destino de todo ser humano, siendo todo lo demás, anhelos, creadores de apegos que son en realidad dolor e ilusión. Por eso se produce entre 1899 y 1904 una terrible crisis mental en Vargas Vila. Son cinco años de angustia que lo depura y salva. Su convalescencia la pasa en Venecia donde fue enviado en 1904 para reposar junto a sus bellos y silenciosos canales. Se recupera en el silencio de esa ciudad ajena a todo ruido dañino pues padecía de “motofobia”. Fobia a todo vehículo en locomoción. Ruben Darío está con él y le hace cocimientos que calman los tensos y febriles nervios del autor de “Ibis”. Son los días en que retorna con más fuerza que nunca aquella idea que lo persigue desde su juventud: la del suicidio … No obstante es allí, en Venecia, donde escribe la que él llamó su mejor novela: "La Simiente". En esa fecha de 1904 es designado por el Presidente de Nicaragua José Santos Zelaya y junto a Ruben Darío para el Consulado de Nicaragua ante la Monarquía Española. Nunca un gran escritor tuvo por secretario a un genio de la talla poética del inmenso Ruben Darío. También Vargas Vila logra alquilar –¿o comprar?– una Villa en Málaga, y frente al mar. Será por primera vez un poco feliz en sus retiros de Villa Ibis en Málaga donde lo llamaban “el hombre de los jardines y frente al mar”, nos dijo Ramón Palacio. Ese contento no duraría mucho pues en 1908, cuando escribía su magistral obra de historia "La República Romana”, se ve obligado a abandonar para siempre su amada Villa Ibis. Es en ese 1904 que, ya en Madrid, pronuncia su famosa conferencia en “El Ateneo” donde es calurosamente aplaudido por la juventud, sobre todo. Por supuesto dos sacerdotes abandonan el lugar antes que el termine en su elogio de la justa y profunda locura del Quijote.

Sólo los pensadores panteístas del Asia y su profundo saber de salvación son aquellos en que se había hecho vigente el concepto medular de Ortega, que lo era también de Nietzsche, de la llamada “razón vital”. Por eso decía Ortega que había un “Dios a la vista”, pero que ese Dios no sería el viejo Dios semítico, sino el de ese Dios de la “teología negativa”, y que sólo nace con la comprensión de que el idealismo subjetivista ha muerto, y ello porque ya percibimos que los términos “conciencia” y Ser-Ente, deben ser enviados al “lazareto”. O sea que, como dijo el budismo zen: el “yo” es una idea ilusoria, algo que también había sentenciado Buda y hoy, también, ambos Krishnamurti así como el filósofo hindú Bagavan Rasjneesh, mas conocido por Osho, fallecido por envenenamiento en 1990, a los 58 años, tras denunciar en todos sus detalles, como hizo Vargas Vila, la Gran Mentira de nuestra Civilización “judeo-cristiana”, “democrática” y “racionalista”, la que vemos que en realidad es una cultura sensualista, tecnocrática y consumista, y de ahí deshumanizada. En fin que, como dice el gran filósofo español Xavier Zubiri : “El hombre actual se ha quedado sin Dios, sin mundo y sin razón” …

Fue en esas tempranas lecturas, repito una vez más, que pude intuir, en virtud de mis profundas angustias ante un desgarrador sentimiento de “soledad y desamparo”, que toda mi educación recibida, en mi familia, en mi escuela y, por tanto, dentro de los principios ético-religiosos en que nací –1941– estaban basados en una gran falsedad histórica, como dije ya; esa gran mentira que había negado el sagrado fundamento de los más profundos instintos de la vida; una falsedad que se inspira todavía hoy en la enfermiza e hipócrita visión judeo-platónica y cristiana de la ética y la subjetividad, como lo fui confirmando después con la lectura de los libros “libertadores” de Schopenhauer y Nietzsche, esos libros demoledores y proféticos que anunciaban una “nueva armonía de la vida”, como dijo Stefan Sweig, y que fue Vargas Vila el primero en Latinoamérica que nos aconsejó buscarla como camino hacia una vida auténtica. El gran agnóstico de Bogotá fue así para mí desde muy joven como una edición en rústica, si se quiere, de los dos geniales filósofos alemánes que fueran los autores de esos tres libros que comenzaron la destrucción de la Onto-teología Occidental: El “Mundo como Voluntad y Representación”, de Schopenhauer, y "El Crepúsculo de los Idolos” y “El Anti-Cristo” del gran nihilista y post-romántico Federico Nietzsche. La lectura de esos tres libros invalidan y hacen colapsar el sentido tradicional de esos viejos conceptos, ya hoy en agonía: “ser”, “voluntad”, "conciencia”, “libre albedrío”, “pecado”, “culpa”, “redención”, “verdad”, “bien y mal”, “democracia”, “justicia”, etc, etc.

Como se ve estamos en la aurora de una nueva forma del pensar a la que estamos retornando hoy, aunque no nos demos plena cuenta, o sea, a un pensar que deviene des-pensando las creencias ya pensadas para así vaciar el contenido de la conciencia humana y poder estudiar sin prejuicio alguno “la razón histórica de Occidente”, lo que nos llevará, segun creemos, a un re-pensar el Lógos de los pre-socráticos, que es lo que nos permitirá la difícil superación de toda Metafísica -un ir más allá del “substancialismo” de Aristóteles y así superar toda subjetividad-, tal y como nos aconsejaba siempre, mientras sonreía, el genial educador japonés del Budismo Zen, el Dr. D.T. Suzuki. Vale la pena transcribir aquí lo dicho por Ortega hacia 1950 sobre esa radical inseguridad que es inherente al dramático acontecer que es la vida en su ansia siempre de futurizarse, y ello en virtud de que el concepto inherente al vocablo grecolatino Ser-Ente, que como ya dijimos, ha dejado de tener su significado tradicional por ser algo que sólo aconteció, con cierto rigor tal vez, a los griegos a partir de Parménides de Elea y que fuera después tan equívocamente manejado por los escolásticos medievales. Aquellos, que como es lógico, nunca pudieron comprender la ilusión que implica el vocablo Ser, así como acontecería, muchos siglos después, en la erronea fundamentación del idealismo europeo y lo que desde él tenía que derivarse: la enfermedad que ha sido nuestro “subjetivismo”, que ya hoy estamos en vía de superar, una vez que podamos comprender a cabalidad la génesis de la razón, y desde ésta, sus límites, siendo ello lo que nos conducirá un día a la intuición de lo Trascendental, eso que adviene cuando arribamos a las formas primordiales y necesarias del pensar, o sea, a la génesis verdadera de la razón y de los límites epistemológicos de ésta.

Todo lo anterior es lo que ambos Krishanmurti han definido como “la angustia de no aceptar lo que Es, sin evadirnos hacia “lo que debería ser”, siendo “lo que es”, como esa energía pura que no es el desear voluntarista que se futuriza, por su afan de placer y seguridad, hacia una idea, persona o cosa, a las que se apega creando el conflicto que acarrea la insalvable dualidad mental, y con ello más inseguridad ante lo impermanente de la Realidad, cosa que la fuerza de los instintos nos impiden comprender.

Es por todo lo anterior que Vargas Vila y sus maestros de la madurez, Schopenhauer primero y Nietzsche después, nos hacen adentrarnos, como desenlace de nuestro drama existencial en la percepción budista de la psiquis humana y, desde ese mirar profundamente el dolor que implica “no ver el vacío y lo impermanente de cada instante” y en cada forma de la experiencia siempre fluyente, y con la que el ego, por ellas formado, quiere identificarse –bien sea por deseo de aceptación o rechazo-, sin percibir que no tiene “permanencia en su forma”-el vacío de la forma-, lo que obliga a la mente a “reprimir sin comprender integralmene” ciertas experiencias que es lo que, entonces y a cada instante, acumula esos residuos de miedo e inseguridad, y ello dado que una experiencia no comprendida cabalmente lo es dado que un juicio previo del ego no la acepta de manera integral, y hace que la dualidad de todo juzgar la asimile de manera incompleta y dentro de un juicio dual insuficiente y confuso, siéndo así que ésta se reprime entonces como “miedo residual y en incesante acumulación”, una acumulación que conforma la “memoria del ego deviniendo en la dolorosa temporalidad”. Por eso decía el más grande mistíco alemán: M. Eckhard, que todo logro es un fracasar constante y una mayor lejanía de Dios. Después lo diría también San Juan de la Cruz y la gran mística española Santa Teresa de Avila. Se hace preciso, según cree humildemente quien escribe, el crear un concepto que implique ese “ver” el fenómeno vida desde un estado mental no-dual, y ello dado que esta percepción tiene siempre que moverse sin quedar fija en ningun juicio particular. De lo contrario no puede instalarse en el movimiento incesante de la experiencia vital, como sentenciaba Bergson. Es entonces que la mente puede lograr su ajuste preciso con la cicunstancias que lo retan en el flujo y cambio incesante de la vida, ése que recoge lo que el budismo llamó “annica” (impermanencia), un factor que es inherente a la mente humana frente a las formas del mundo que están siempre en una interdependencia fenoménica en que siempre se establece la relación vacío-forma-vacío …

Es por todo lo anterior que Nietzsche, y también Vargas Vila, nos dijeron que en cierto momento histórico Grecia resumió lo mejor del mundo: su Apolinismo junto a lo mejor del Oriente Dionisiaco. De esa transculturalización quizas provienen los origenes del Teatro Griego. Estas fueron las meditaciones a las que después de unos veinte anos arribé, desde mi partida en aquel año de 1955 en que comencé a conocer súbitamente el mundo y sus dolores, esos que nos daba a conocer en sus libros, más realistas que pesimistas, el insigne colombiano que he analizado dentro de este nuevo contexto para que en una última fundamentación se pueda entender “mi rara pasión por Vargas Vila”y el significado filosófico de ese desenlace vital a que nos conduce la enseñanza de un hombre así nacido para liberar la mente humana de todas esas creencias y mitos que deforman la natural y espontánea percepción de la vida, siendo por esas grandes mentiras de la “fe revelada” y la “razón pura”, de que tanto nos habló Ortega –que el mundo es hoy “una vasta morada de enmascarados”, como también había dicho Jose Martí, quien añadió en carta a su amigo Viondi: “En ese futuro libro “Mi concepto de la Vida” analizaré esta vida falsa que las convenciones humanas oponen a la vida verdadera, torciéndola y afeándola”, por eso: “ a poco que el hombre mire en sí se reconstruye”, había dicho ya con insistencia el genio de Martí-, cuando predicaba su busqueda de la unión con la Naturaleza (Tao) y nos decía que el primer hombre que fue decisivo en su educación espiritual había sido Buda [Tomo22, Fragmentos Inéditos]. Debe leerse también el tomo 21 de su Obra Completa que contiene muchas ideas inéditas que son las más importantes para comprender la “ética hindú y búdica” que guiaba muchos de los pensamientos y actos de Martí. Solo así podemos comprender su compleja naturaleza así como su vida llena de agonía y deber para con el sentido patrio y de familia que ha de cultivar el hombre para “salvarse de la mentira” con que las convenciones humanas lo han apartado de la “vida verdadera”, como el decía, inculcándole desde la cuna una vida falsa y sin autenticidad. Al respecto deben leerse las biografías de José Martí, de Roberto Agramonte, como también la de Ezequiel Martínez Estrada. Ambas voluminosas y las más profundas que se han escrito. En ellas se precisa muy bien ese Jose Martí que nos habla de la decadencia judeo-cristiana de Occidente, y afirma que Buda fue el verdadero libertador del hombre. Ver el tomo XXII de sus Cuadernos con páginas inéditas y póstumas, 1963, editado en La Habana por Gonzalo Quesada y Miranda, padre de el abogado Gonzalo Quesada Michelsen, a quien le entregó quien suscribe todo el Archivo Vargas Vila, en 1984, por ser primo hermano del ex-presidente de Colombia Dr. Alfonso López Michelsen, como ya he dicho en otras ocasiones.
Entendido esto volvamos ahora, tras esta necesaria ubicación dentro del tema, que ojalá no haya parecido demasiado larga -a fin de que sea mejor entendido-, a una más detallada historia de estos valiosos documentos, ésos que hasta hoy su patria no se ha preocupado por recuperar. Nunca lo ha hecho con la seriedad que el caso merece dado que Vargas Vila fue el escritor más famoso que ha tenido Colombia junto con su “contraparte moral” Gabriel García Márquez quien reconoce que Vargas Vila fue un “caso insólito” en la literatura colombiana.
Sigamos. Después de comprar el Archivo en Enero de 1965, como ya dije, me dediqué a estudiar durante diez años -1965 al 1975-, ese Diario que leí integralmente unas cuatro o cinco veces, desde su compra hasta mediados de la década del setenta. Durante esos diez años puedo decir que lo más importante, junto a esa larga lectura, fueron mis cartas a Octavio Paz y la respuesta de éste, y a Hernando Guerrero, un periodista y fotógrafo colombiano residente en Cali. Tambien el inicio de mi amistad hacia 1968 y hasta su muerte en 1976 con el gran poeta cubano José Guerra Flores, quien me ayudó mucho en la selección y transcripción a máquina de lo mejor del Diario de Vargas Vila, un trabajo que realizamos juntos entre los años de 1973 y 1976, en que falleció a los 49 años dejándome unas trágicas y profundas poesías filosóficas que lo hacen ser el discípulo cubano de Poe, Baudelaire y Leopardi –también de Omar Kahyham-, y que son poesías y ensayos que conservo en mi poder para publicar próximamente con el prólogo que les hizo el Obispo de La Habana en el exilio Monseñor Eduardo Boza Masvidal, quien falleciera hace algunos años en Venezuela …

Pero debo ahora retornar al tema central de este breve testimonio y decir lo que había sucedido durante esos otros diez años que van desde 1975 a 1985. Es en 1975 que recibo la larga y manuscrita carta de Octavio Paz y, también, llega a la Habana el embajador colombiano Ramiro Andrade Terán además del de Venezuela Adolfo Raúl Tayhardat. De estos dos últimos no sabemos cuál más inepto y mentiroso. La llegada de estos dos Embajadores hicieron tomar un giro nuevo a mis planes y darle un nuevo e inesperado sendero al codiciado Diario Inédito de Vargas Vila, ése que recoge su vida solitaria, incomprendida y calumniada, entre 1899, en París, hasta 1933, en Barcelona, sin que nunca quisiera regresar a su patria, la que nunca lo comprendió ni pudo aceptar su terrible denuncia de la “casta dirigente” integrada por tantos políticos y escritores colombianos vendidos, esos gobernantes corruptos cuya fatal descendencia vive y gobierna todavía en Colombia, tres generaciones de colombianos, ésos a los que nadie como él supo desenmascarar sin piedad junto a todas las lacras y vicios que no pudieron ocultar, porque él, un hombre llamadoVargas Vila existió como fiscal de su época -junto a José Martí-, juzgando con dolor esa nación sin madurez ni dignidad que sólo puede ser rescatada de la infamia un día, según el gran panfletario, en que vivan muchos escritores colombianos que tengan esa estirpe insobornable que tuvo él, el incomprendido e isobornable autor de “Ante Los Bárbaros”, de “Los Cesares de la decadencia”, así como de “Verbo de Admonición y de Combate” y "Belona dea Orbi”, junto a su “Horario Reflexivo”, ése que con una voz acusadora desenmascaraba tantos intereses en su querida Colombia, la patria que en secreto amaba y de la que con angustia profunda decía que era una nación peor que irredenta, dado que era en realidad irredimible, como pensaba también en su agonía Bolívar cuando muy enfermo en Santa Marta (1830) se preparaba a embarcar, vía Jamaica, para ir a morir desengañado de todo y de todos en la lejana Inglaterra, dejando a sus ingratos compatriotas aquel pensamiento que es toda una sentenncia ante la historia, cuando dijo que “había arado en el mar y sembrado en la Tempestad”. Lo mismo diría hoy José Martí de su patria cubana si renaciera y la viera sumida en tan horrenda tiranía, ésa que ha traicionado los más caros ideales del Apóstol , pensador y poeta cubano, ése que, como dijo Vargas Vila, se necesitarán siglos para que Cuba pueda producir otra vez un hombre de esa estirpe y grandeza espiritual, condición que lo hacía un solitario ante su enorme e irremplazable genialidad …, la grandeza de los que fundan y dan las bases de un Estado de Derechos que los hombres mediocres traicionan luego al guiarse por sus bajas pasiones, como es el caso que hoy sufre la traicionada y tiranizada Cuba …

Vargas Vila significó para José Martí un hermano en el espíritu diciéndole el gran poeta cubano en carta póstuma e inolvidable: “Yo le amo a usted la palabra rebelde y americana como hoja de acero con puño hecho de cincel, con que cruza las espaldas sumisas o los labios mentirosos; yo le amo la hermandad con que se liga usted, en este siglo de construcción y de pelea con los que compadecen y sirven al hombre contra los que encapotan y oprimen; yo le amo la perspicacia y ternura con que miró Ud. en la fuente de toda mi energía que es la piedad infatigable de mi corazón …" Y sigue diciendo el genial poeta, pensador y Apóstol de Cuba al más digno de los colombianos de su tiempo, y por eso traicionado también por su “irredimible” patria: “Déjeme que lo abrace, con la alta tristeza de los que se despiden antes de entrar en el combate y el placer profundo de hallar un alma soberana, piadosa, sincera, erguida, amiga”. Y termina Martí, pronto ya a beber el cáliz del sacrificio por su patria y por la Humanidad, diciéndole a nuestro Vargas Vila: “Mi honor más grande es haberle parecido útil y bueno”. Y es que, en quien suscribe, el descubrimiento de la grandeza de Vargas Vila estuvo unido a la existencia junto a él de sus dos más grandes amigos en aquel momento renovador de nuestro pensamiento en nuestras letras y política: José Martí y Rubén Darío, este último como discípulo del primero y posteriormente padre del Modernismo.

He dedicado este espacio a José Martí y a José María Vargas Vila para que los que esto lean puedan comprender en su verdadera raíz y motivación el por qué de esa vieja lucha que he sostenido siempre solo, durante casi medio siglo, por salvar estos valiosos manuscritos del gran nihilista y panfletario colombiano, cuyo verbo de admonición y de combate infatigable resulta ser un pasaje glorioso en la historia de nuestra América, siendo José Martí, Rubén Darío, R. Blanco Fombona, Valle-Incán, Amado Nervo y Henri Barbusse, los únicos que lo comprendieron en toda la heroicidad y grandeza de aquel momento crucial de la historia política y literaria de la América Latina.

Sigamos, pues, con la secuencia de una denuncia que es en este escrito el objetivo principal de quien suscribe para dejar bien claro hoy la historia de una de las más grandes infamias cometida por un gobierno tiránico junto a su cortesano, el apodado “Gabo”, contra una persona indefensa, cuyo único delito fue siempre intentar salvar y publicar un Diario Inédito así como el Archivo de un famoso escritor, que fuera el espíritu más rebelde de su época, o sea, la obra olvidada y póstuma de J.M. Vargas Vila; esa obra cuya integridad sigue en peligro, todavía hoy en Colombia, donde dice la tiranía cubana que fue entregada recientemente, y cuyo conocimiento es imprescindible para esa historia aún por hacer de nuestras letras y política.

Vamos a empezar por recordar, dada su importancia, la carta de Octavio Paz. Esta tenía unas cuatro o cinco páginas a puño y letra, fechada en Estados Unidos, y en la que me pedía un trabajo sobre el Diario que tuviera treinta cuartillas y que el publicaría en su Revista “ Prural”, que así se llamaba por ese entonces. Por ese trabajo me daría doscientos dólares que era lo que pagaba su Revista por ese tipo de envío. Hice el trabajo y lo envié por correo certificado a Ciudad México. Nunca recibí ninguna otra carta de Octavio Paz. Y cuando en 1992 le envié mi primer tomo del Diario publicado en Miami tampoco recibí respuesta. Volví a enviarle otro ejemplar certificado y con una carta aclarando lo que pasaré a explicar después. Tampoco recibí ninguna respuesta. Este silencio que mantuvo el famoso escritor mexicano a partir de su primer misiva a quien suscribe, a Cuba (1975), fue sumamente extraño, y lo es por varias razones y no por una sola, como lo comentaría en 1993, en la Revista Cartel, de Miami, el periodista Antonio Landauro en un artículo titulado: “García Márquez y Octavio Paz involucrados en un escándalo literario”, y del que publicaré partes de su texto en páginas posteriores.

Hagamos, pues, un breve análisis de la carta que en 1975 me envió Octavio Paz a La Habana y que, tras mi detención y salida en libertad la policía de La Seguridad del Estado Cubana –G-2– nunca quiso devolverme tras ocupármela en el registro de más de doce horas en mi casa, en los primeros días de Enero de 1981, en el mismo año en que fueron trasladados los restos de Vargas Vila desde el cementerio de Les Corts, en Barcelona, hacia el cementerio masónico de Bogotá, violando descaradamente su voluntad póstuma. Es algo que no nos puede extrañar viniendo esa acción de su patria colombiana, muy inclinada a estos actos vergonzosos como no respetar la voluntad póstuma de un gran muerto que da prestigio a su patria, pero ésta no se lo da en ningun sentido a él, pues es bien notoria la traición que siempre ejercieron y siguen ejerciendo contra su excelsa obra los oportunistas de hoy, entre ellos el cínico e hipócrita senador Jorge Valencia Jaramillo, muy amigo de la Sra. Consuelo Triviño, esa “colombiana” que supo como nadie “agotar la infamia”, como si fuera para ella una actitud, al parecer, que comete con relativa frecuencia. Ojalá no me la encuentre en uno de mis viajes a España. No podría ni hablarle dado que su presencia me provocaría seguro un profundo rechazo moral. Claro está que lo único que la disculpa un poco es que actúa al servicio del apatrida Enrique Santos Calderón, así como del otro hipócrita que responde al nombre de Rafael Conte, un español muy amigo de Consuelo y, casi seguro, del desvergonzado mayor, el corrompido cortesano de la satrapía cubana el Sr. Nóbel Gabriel García Márquez. Lo pongo entre paréntesis por que muchos intelectuales se preguntan todavía, sobre todo en Europa, por qué le dieron un Nóbel a semejante “periodista” y, dicen, que gran escritor, cuando todos saben muy bien que se lo merecía mucho más, muchísimo más, el genial y digno escritor Jorge Luis Borges así como el mexicano Octavio Paz. Pero bien dejemos esto que ya repugna continuar en querella tan improductiva como estúpida. Sólo sí quisiera decir que se ve el “izquierdismo” que predomina en la Academia Sueca, y también probablemente el dinero que Castro le roba al pueblo de Cuba y con el que le sobra para comprar un “premio Nóbel”. Sólo le basta poner ese dinero en movimiento desde la Embajada de Cuba en Suecia. También es en Estocolmo donde vive el profesor colombiano Carlos Vidales quien nunca ha tenido la integridad de agradecerme la gran información que le di sobre Vargas Vila en 1996, y que calla cobardemente en su página de Internet, por no comprometerse en una acusación contra García Márquez.

Pero todavía quedan colombianos dignos y que salvan el honor de Colombia ante la historia. Vargas Vila, desde la tumba, se habrá sentido feliz por este gesto de ese grande y cultísimo escritor colombiano que es Fernando Vallejo. Nadie mejor que el para hacerle a Vargas Vila la biografía que éste merece, después de haber hecho esos dos magníficos estudios biográficos: el del genial Porfirio Barba Jacob y el del inmortal autor del más bello nocturno en lengua española: el poeta-suicida bogotano José Asunción Silva, quien fuera también amigo en su juventud de Vargas Vila. Es sobre Vargas Vila, en la página 69 de su biografía de Porfirio escrita por Fernando Vallejo, que en uno de sus proféticos “perifonemas” publicados en “Ultimas Noticias”, en México, y ya al final de su vida es el mismo Porfirio Barba Jacob quien “se contradice sosteniendo que Nietzsche se había limitado en América a transformar a los horteros en intolerables aspirantes a superhombres por las vías de los libros de Vargas Vila, de D'Annunzio y de Valle-Inclán”, sobrecoge sin embargo descubrir en esa misma columna que Barba Jacob prevé el asesinato de Trotski desde el momento mismo en que el líder ruso desterrado pisa el suelo mexicano …Y, unos párrafos antes, en la biografía de éste, había dicho sabiamente Don Porfirio: “Nosotros no alcanzaremos a saber la verdad, porque cuando se levanten cátedras para explicar cada sentencia del Zarathustra, no estaremos ya sobre la faz de la tierra”, tomado también de la biografía de Vallejo sobre Porfirio Barba Jacob, el inmortal autor de “Canción de la Vida Profunda”. Artículo titulado para “Ultimas Noticias”: “A propósito de la era nietzscheana”, en la página 69, Edición de 1991.

Pero hemos dejado atrás algo mucho más importante como es el análisis de la primera carta de Octavio Paz enviada a quien suscribe en Cuba, en 1975. En ésta se precisaba algo obvio, y que tenía que conocerlo el Sr. Octavio Paz, dado que, como viejo empleado del corrupto cuerpo diplomático mexicano, sabía muy bien que el no podía entregarme sin peligro para mí, viviendo como vivía en un país totalitario, esos doscientos dólares por mi trabajo sobre el Diario de Vargas Vila para su revista Plural. O sea, que en esa forma no debía hacerlo. Tampoco podia hacer el pago directamente al ¡Banco Nacional de Cuba! ¿Dónde entonces? El también tenía que saber que la Embajada Mexicana era gran amiga del gobierno comunista de Cuba lo cual hacía muy fácil la salida de todos esos documentos por dicha sede diplomática acreditada en La Habana, y más pidiéndolo él, que tenía grandes influencias en todo el cuerpo diplomatico de Mexico en el Mundo. A eso se agregaba que todavía en 1975 el gobierno stalinista de Cuba no había promulgado la ley de Patrimonio Cultural (1977) que hacía al Estado Cubano el dueño absoluto de toda obra cultural que estuviera en Cuba y con el que había que consultar para que autorizara sacarla del país. Por México todo hubiera sido muy fácil, pero Octavio Paz había desaparecido y su silencio “cómplice” era total. ¿Por qué dije “complice”? He creido siempre que lo era por que al final de la carta me decía de lo contento que se pondría Alvaro Mutis cuando se enterara. También eso era preocupante dado que yo ignoraba que el escritor colombiano Alvaro Mutis que vivía por ese entonces en México, a donde tuvo que huir desde Colombia por graves problemas financieros y de otra índole de la que no hablaremos ahora, era éste también un íntimo amigo de Gabriel García Márquez , y le inspiraría su libro “El General en su Laberinto”. Todo parece indicar que bien pudo ser el Sr. Alvaro Mutis la persona que comentara con su amigo Gabo la dirección exacta en La Habana del valioso Diario Inédito de Vargas Vila al que se daba por perdido, como ya había ocurrido con sus Memorias, entregadas a la Editorial francesa Vda. de Bouret, en 1913. Es lógico pensar que tanto Alvaro Mutis como Octavio Paz probablemente dejaron el asunto en manos de “Gabo”. Desde esa noticia que Gabo recibió de ambos, tanto por parte de Mutis o de Paz así como, con más seguridad y de manera independiente, por el periodista Hernando Guerrero que me había visitado en mi casa, en La Habana, comenzó a partir de esos años que van entre 1975 y 1978, repito, el interés y acecho de García Márquez sobre el Diario que en La Habana estaba en mi poder. Veremos cómo esto pude comprobarlo después tanto en Cuba como en Colombia.

Sigamos ahora con mis gestiones con las Embajadas de Venezuela y Colombia. La Ley de Patrimonio Cultural se promulgó en 1977, precisamente el año en que el Embajador de Venezuela, Adolfo Raúl Tayhardat, tenía en su sede diplomática depositado, desde 1976, el Archivo Vargas Vila. Dicho Embajador había sido expulsado secretamente de Cuba y el Archivo quedaba sin paradero conocido, en un evidente intento de robo de éste por el citado Embajador que solicito “hipócritamente” mi viaje a Venezuela junto con el Archivo en esos meses, y dada la ineptitud y chantaje del Embajador de Colombia, Ramiro Andrade Terán, que pensó robarlo él también-recuerdo cuando quiso quedarse con tres cuadernillos del Diario manuscrito-, y sin que yo pudiera marchar a Colombia como era mi exigencia, cosa que a éste no convenía dado su ridícula y vergonzosa simpatía, así como la del Presidente Alfonso López Michelsen, con el sanguinario régimen cubano, que ya era una vergüenza para América, dada su constante violación de los derechos humanos. Un sistema que se imponía por el terror a un pueblo así tiranizado por un ex-gangster universitario. Tuvo el Honorable Embajador Dr. Ramiro Andrade Terán hasta el inaudito descaro de dedicarme un libro pro-castrista titulado “Cuba, nuestro vecino socialista”. Tambien me dijo, en tono autoritario, que si yo iba a Colombia para entregar ese Archivo me tenía que comprometer a regresar a Cuba. ¡Qué extraña opinión [chantaje] de un Embajador que decía provenir de un país “democrático”! Todos estos acontecimientos y los que siguen, se sucedieron en esos tres años preñados de aguda incertidumbre y angustia constante, y que fueron los de 1975, 1976 y 1977.

Pero creo que debo intercalar ahora un hecho especial vinculado a la visita que me hizo en Cuba el Sr. Hernando Guerrero y que creo, por su imporantancia, no debe omitirse del texto. Volvamos atrás y unamos este suceso con lo dicho anteriormente sobre esa visita y sobre un hecho que no debió quedar sin aclararse en la secuencia de sucesos que trato de ir recordando en esta denuncia.

Empecemos: Así andaban las cosas cuando en 1978, o principios de 1979, se produjo, como ya dije, la visita a mi casa en La Habana del periodista colombiano del Diario El País, de Cali, el Sr. Hernando Guerrero, también muy amigo de García Márquez como ya hube de decirlo, y que me propuso que yo le entregara, a su partida, todo el Archivo Vargas Vila, para llevarlo a Colombia y entregárselo a García Márquez para que así, después, yo me reuniera con ellos en Bogotá para la publicación del Diario. Ante tanto cinismo e insólito descaro le dije que no. Que yo prefería ser el que llevara esos Diarios a Bogotá, y que estaba seguro el Sr. García Márquez nos ayudaría a tal efecto. Me prometió entonces que le informaría de mis planes a su amigo y el de Castro que no era otro que el gran escritor Gabriel García Márquez. Y en eso quedamos, a su partida, el Sr. Hernando Guerrero, de Cali, y yo.

Pocos meses después, en 1979 y principios de 1980 se produjeron las visitas de los funcionarios de la Casa de Las Américas, de la Habana, el Dr. Armando Ferrer y el Licenciado en Historia Angel de Prada, para ver el Diario y tratar de que yo se lo entregara al Estado Cubano, por la suma de setenta mil pesos cubanos, dado que, según me dijeron meses más tarde, el ¡SR. GABRIEL GARCIA MARQUEZ QUERIA HACERLE EL PROLOGO AL DIARIO DE VARGAS VILA! En ese ofrecimiento, en el instante mismo en que me lo comunicó el Dr. Armando Ferrer, comprendí la insinuación que me había hecho Hernando Guerrero, y cómo yo mismo había sido el que había puesto en la pista del Archivo Vargas Vila, y del valor que éste tenía, al inescrupuloso y fiel cortesano de Castro, el tirano a quien el debía tantos favores, influencias y placeres (filmados). Qué podía esperarse del periodista del Espectador que terminaría robándole cincuenta mil dólares a la viuda del infeliz náufrago de un barco de la marina colombiana, aquel heroico Luis Alejandro Velazco fallecido a mediados del 2000, una horrenda injusticia y canallada más de Gabo que enfrenta la acusación que ya conoce toda Colombia por parte de un valiente abogado que desde 1987 conoce muy bien la entraña de este delito cometido por el Honorable Premio Nóbel y que hasta hoy está impune por culpa de los que quieren endiosar a hombres que son verdaderos miserables sin ética ni ley, esos que aunque puedan tener un don creador no dejan de ser seres ruines y rastreros, y que no vacilan en hacer el daño más cobarde e inconcebible a aquellos infelices que no pueden defenderse … Es por eso que no puede dejar de resultarnos muy extraña la tan íntima y vergonzosa amistad que gozan desde hace mucho ese cobarde y oportunista que es Gabriel García Márquez y el despreciable tirano de Cuba.
Debo agregar aquí que desde la primer visita de los funcionarios del Ministerio de Cultura de Cuba los comités de vigilancia de mi pueblo no perdían de vista ninguno de mis movimientos para que yo no tratara de trasladar el Archivo de la casa donde viví siempre en la ciudad de Guanabacoa, cerca de La Habana, siendo uno de esos funcionarios que miraban mis visitas y amistades y que era el jefe del Departamento de cultura del régimen, el pintor y ex-diplomático en Brasil nombrado Camilo Domenech, quien no cesaba de decirme que debía vender esos manuscritos de Vargas Vila al Estado Cubano y que ese gesto, tal vez, me ayudaría a salir hacia el extranjero en breve plazo, y junto a mi sufrida y anciana madre. Como se ve empezaba para mi una verdadera “vigilancia inquisitorial” que me hacía sentir como un habitante de la Edad Media Feudal …Sigamos de nuevo con Venezuela, ya para terminar. Un día, a principio de 1978 fue expulsado de Cuba por corrupto, y sin ningún tipo de escándalo, el Embajador de Venezuela Dr. Adolfo Raúl Tayhardat, dejando el Archivo Vargas Vila que fue depositado por mi en esa Emabajada hacía meses, sin paradero y al parecer “robado” por el Honorable Embajador. Ante esos acontecimientos narrados más arriba me vi en la desagradable y urgente obligación, para salvar el Diario y el resto del Archivo, que dirigirme a la Seguridad del Estado de Cuba, con la peligrosa misión de denunciar la acción “delictiva y traidora” del ex-embajador de Venezuela y su secretario venezolano, que luego me enteré era un doble agente, tanto de Venezuela como de Cuba. Por eso él no tuvo que salir huyendo al igual que su “honorable jefe”. Por gestiones del asustado cónsul Venezolano y viendo que quien suscribe no había quedado preso por la Seguridad del Estado de Cuba, así como también, por la denuncia detallada de estos hechos que la Sra. Josefina Pazos, mi valiente madre ya fallecida en 1997, hacía día tras día por los teléfonos de la Embajada Venezolana en la capital de Cuba, teléfonos que estaban, como los de todas las embajadas en esa Capital de La Habana, escuchados secretamente por los cuerpos de Inteligencia del “honorable gobierno cubano”, es que, por todo lo anterior, dicho cónsul tuvo a bien averiguar el paradero del secretario del ex-embajador prófugo y decírmelo para yo personarme allí. Ese lugar resultó ser uno de los hoteles de lujo para turistas que ya el castrismo tenía en una hermosa playa del este de La Habana. Allí me presenté y después de mucho esperar se personó con su amante de turno el famoso ex-secretario y doble agente diciéndome que él lo que trataba era de proteger el Diario y el Archivo para que no me lo robaran en la Embajada (!?), a lo que le respondí dándole las gracias pero exigiéndole de inmediato y tajantemente que depositara en el plazo de veinticuatro horas el Archivo en el mismo lugar en que yo y él lo habiamos depositado en la Embajada Venezolana. Así me lo prometió y cuando me iba me dijo algo que me produjo un escalofrío en toda la médula: Me comunicó que el Honorable Embajador Adolfo Raúl Tayhardat había sido designado para un puesto importante en la Comisión de Derechos Humanos de Venezuela que se reunía en esos días en Viena, Austria. Sin comentarios.

Comencé a pensar que en este mundo de deshumanización y decadencia era preciso ser un delincuente profesional para tener elevados cargos. Eso mismo le dije personalmente un día al ex-presidente de Venezuela Dr. Lusinchi y su última señora en la Librería Cervantes de Miami, a lo cual él me dijo que era un gran amigo de Cuba (!?) y mientras yo miraba su rostro que parecía de un rosado típico, de esos que tienen los alcohólicos, recuerdo que su más joven, acaudalada y bella señora, la segunda, se reía con muchas ganas de lo que yo le decía a su marido, el ex-presidente, cuando le suplicaba que no enviaran más a La Habana a delincuentes con tipo de persona decente como la que tenía a su llegada a Cuba el “Honorable Embajador Venezolano” Adolfo Raul Tayhardat …, y sentí de nuevo el mismo escalofrío en la médula, cuando oí la injustificable risa de la bella y acaudalada “señora” al recordar ambos, ella y su marido, el pasado no muy honorable del embajador venezolano que representaba en ese momento a su país en una comisión de ¡Derechos Humanos!, según me dijo su secretario y doble agente junto a su hermosa amante cubana de turno en el lujoso hotel para turistas cerca de la playa de Santa María del Mar.

Al siguiente día me llamó el Cónsul de Venezuela para decirme que ya el Archivo se encontraba en la Embajada pero tenía que esperar la llegada del próximo embajador para que me fuese oficialmente entregado como así se hizo una semana después en que me llevaron a mi humilde casa de Guanabacoa, La Habana, en un lujoso automóvil de la Embajada bajo la mirada asombrada de todos mis vecinos, y junto con el Archivo citado; ya dentro de mi hogar le entregué al chofer la carta que sobre esos documentos me había hecho el embajador Adolfo Raúl Taylhardat como garantía de que ese archivo no sería llevado a Venezuela sin que yo y mi madre no nos encontráramos en Caracas. Fue una suerte, hoy lo recuerdo, que la policía de la Seguridad del Estado Cubana no me haya dejado detenido en sus oficinas cuando me vi obligado a denunciar al corrupto Embajador que ya se encontraba en sus nuevas “funciones” de “defender en nombre de Venezuela los derechos humanos” (!?) …

Hay un hecho muy importante que se me olvidó citar anteriormente en relación a Hernando Guerrero, el periodista y fotógrafo colombiano, y que intercalaré ahora, rogando la disculpa de quienes me estén leyendo. A mi llegada a Colombia un 22 de Junio de 1984, siendo presidente Belisario Betancourt, el Sr. Hernando Guerrero se apresuró a publicar la entrevista que me había hecho ¡seis años atrás! en La Habana. Era indudable que alguien “muy importante” le había aconsejado u ordenado que no publicara lo que había fotografiado durante su visita a mi casa en Cuba, en 1978. El también hizo incontables gestiones ante García Márquez para sacar el Archivo Vargas Vila de Cuba. Nada logró “al parecer”, y ello porque, como luego lo supe, ya "Gabo" estaba elaborando su “siniestro plan” en relación a mí y a su codiciado Diario del gran nihilista colombiano. Y así, con un profundo desengaño y comprendiendo lo dicho por Vargas Vila de su irredimible patria, abandoné Colombia un 12 de Noviembre de 1984, vía México, hacia los Estados Unidos (Miami) donde llegué un 28 de Noviembre de ese mismo año.

También agregaré ahora un suceso muy curioso del que no había dejado constancia en este testimonio. Espero que siga contando con la paciencia y la disculpa del lector por estas digresiones debidas a que estamos tratando de ordenar en la memoria sucesos ocurridos hace, por lo menos entre veinte y treinta años, y no puede resultar fácil el recordar tantos detalles después de tan largo tiempo transcurrido desde que estos hechos ocurrieron. Este otro suceso dejado de citar es el que se relaciona con la Fragua Martiana de La Habana, donde era Presidente, como ya sabe el lector, Gonzalo Quesada Michelsen, que por los Michelsen era primo-hermano del ex-presiente Alfonso López Michelsen y por los Quesada nieto del secretario y albacea de Jose Martí como muchos cubanos saben. Empecemos.

Fue la Fragua Martiana de Cuba la institución que recogería ese Archivo, a mi partida a Colombia, y era su director el citado abogado cubano el encargado de ese “gesto cultural”. Por ser Gonzalo de Quesada primo de López Michelsen, era que el ex-presidente invitaba frecuentemente a su primo de La Habana a pasarse un mes en Colombia. En una de esas visitas, contó a quien suscribe el propio Gonzalo de Quesada Michelsen que, en una fiesta en que se encontraba él en Colombia, pidió permiso para sentarse a su lado García Márquez y que, sin pasar muchos minutos, le preguntó si él (Gonzalo) no había oído hablar en La Habana de unos manuscritos, y de un Diario que dejó sin publicar el escritor colombiano J.M. Vargas Vila, a lo que contestó Gonzalo de Quesada Michelsen que no, que nunca había oído hablar de esos documentos tan valiosos”. Y pasando algunos años, me dijo: Es usted mismo, Sr. Salazar, el que deposita aquí esos valiosos documentos para que yo los reciba y entregue al Consejo de Estado de Cuba, expresó sonriente el Dr. Gonzalo de Quesada y Michelsen. Qué extraño y curioso, ¿no es verdad?, me preguntó. Quisiera que le de esta buena nueva a mi primo-hermano, el ex-presidente, así como al Nóbel Gabriel García Márquez, cuando llegue usted muy pronto a Bogotá … Debo decir aquí que su honorable primo hermano Dr. Alfonso López Michelsen fue tan mal educado que ni siquiera se interesó por recibirme y saber cuál era ese recado que le enviaba desde La Habana un familiar tan allegado, o tal vez fue que no confiaba en conversar, como dijo también García Márquez, con un hombre que traía el estigma de ser ¡anti-castrista! Y es que, claro está, ese solo gesto podía ser malinterpretado por el sanguinario tirano de Cuba, al que ellos admiraban y respetaban tanto, al igual que en el presente en que ya, por suerte, la muerte, la que a todos nos hace iguales, se le está acercando cada vez más al amigo encubierto que ha sido siempre Castro de ellos y de Wall Street …

Desde el día que supe, en 1979, -tenía ya 38 años- de la intención de Gabriel García Márquez por hacerle el prólogo a los Diarios de Vargas Vila que se conservaban desde hacía veinte años en mi poder, y que ese era uno de los objetivos preferenciales que se movía en la astuta y corrompida mente del escritor de “Cien Años de Soledad”, supe que el destino de ese Archivo, así como el mío, estaba ya escrito y sellado. Era cuestión de iniciar los primeros tanteos para que a las buenas yo lo vendiera al Estado Cubano, o sea a Fidel Castro, que sería el idóneo mediador al que no se le podía decir que no, y así llegarían esos miles de manuscritos al poder de su fiel y famoso adulador. Y es que cuando ya Fidel supo del antojo de su fiel amigo escogió, a través del Ministerio de Cultura, para esa importante gestión, a los funcionarios Armando Ferrer y Angel de Prada, de la "Casa de Las Américas", en La Habana. Y ellos, con la urgencia debida, se presentaron en mi casa a fines de 1978 o principios de 1979. Comenzaban así esas periódicas visitas, de que ya hablé, en que conversábamos sobre la donación o la forzosa venta del Archivo al Estado Cubano y, finalmente, mediante esa donación o venta, esos miles de manuscritos del gran nihilista y Anti-Imperialista colombiano pasarían a las manos del Nóbel García Márquez quien estaba muy interesado, sobre todo, en hacerle el Prólogo y “selección” a ese voluminoso Diario titulado por Vargas Vila TAGEBUCHER, y que recogía su vida entre 1899 y 1933. Fue el Dr. Armando Ferrer el que un día me comunicó ese deseo de Gabriel García Márquez el que, sin darme la cara, como hace un cobarde, quería para sí ese valioso botín que él sabía que su Jefe se lo entregaría para que, tras su estudio, fuera publicado con el prólogo del “inefable y sutil” "Gabo". ¡Pobre Vargas Vila si es que ese señor le hace el prólogo a su Diario! Sería la profanación más terrible que se le pudiera hacer a la memoria del gran rebelde y panfletario colombiano. Ojalá que no reciba de su ex-patria, esa que nunca le agradecio la defensa de ella y de América, la Colombia que hoy agoniza, al igual que la Cuba de Martí, este último ultraje, o sea, el de que un vil y oportunista cortesano de la más horrenda tiranía de América le haga el prólogo al Diario de un hombre de vida incorruptible e insobornable, puesto que nunca vendió su pluma a ningún tirano como es lo que ha hecho, a través del más repugnante servilismo a Castro, el Sr. Gabriel García Márquez.

Sólo había un obstáculo en el camino: la voluntad de quien suscribe y ése, según planearon, estaría muy pronto en la cárcel o en el extranjero. Podría entonces empezar tranquilamente su prólogo y selección del Diario el “prestigioso escritor colombiano” y “merecido” Premio Nóbel Gabriel García Márquez. No habían pensado que una “poderosa fuerza” me unía a ese Diario, algo así como un apego “paranormal” me hacía sentir que era yo el que estaba en el deber de prologar y publicar lo mejor de ese Archivo que por un raro designio del destino había quedado unido “esotéricamente” a mi vida, como comprobé después de estudiarlo devotamente ¡durante veinte años! Y así fue …, eso, precisamente eso, es lo que ha hecho quien suscribe: publicar lo mejor del Diario Inédito de Vargas Vila, sobre todo las partes “esótericas” de la vida del gran rebelde colombiano, y para sorpresa de ellos, y además, por qué no decirlo, para sorpresa mía también, es un hecho para mi mismo incomprensible, que hubiera sido yo el que hizo esa edicion del Diario Inédito, venciendo mil obstáculos. Pero de ese aspecto esotérico del Diario en relación a ciertos sucesos de mi vida ahora nada hablaré. Lo haré en un libro futuro si me queda vida y salud … Ya han salido cuatro tomos de ese Diario, casi mil páginas de éste y que se extienden entre 1899 y 1933, y que fueron seleccionadas a partir de sus más relevantes fechas, injustamente inéditas despues de más de medio siglo de haber muerto el gran bogotano ... Había triunfado Vargas Vila, el colombiano más digno e ilustre, el discípulo mejor que en América Latina tuvieron Victor Hugo, Voltaire, Chateaubreiand, Senancour y Lamartine, que fueron su influencia francesa, así como también la de los italianos Gabriel D’Annunzio y el poeta “maldito” de Italia: el genial pesimista Giaccomo Leopardi y, además y ya en su madurez, el más grande discípulo en nuestras letras de la escuela voluntarista alemana, ésa que se expresó en el búdico filósofo Schopenhauer y también su seguidor -llamado a partir en dos la historia del mundo, el inmortal autor del “Crepúsculo de los Idolos” y del “Anti-Cristo”-, Federico Nietzsche. Vargas Vila, a partir de sus cincuenta años, comenzó a moverse en su visión filosófica de la vida entre los conceptos de ambos pensadores alemanes, ora de uno o de otro En su vida privada fue Vargas Vila, sobre todo como estéta un discípulo, más bien, de Schopenhauer, y en su vivir de lucha panfletaria al servicio de los pueblos oprimidos por el oscurantismo religioso así como el politico-económico, fue un ferviente discípulo del nihilista Federico Nietzsche. No olvidemos que Nietzsche no fue propiamente un anti-cristiano dado que para él Jesus el Cristo fue traicionado y usado como una máscara por los judaizantes de Pablo de Tarso a fin de destruir la grandeza de la cultura pagana del Mediterráneo europeo con Atenas, Roma y Alejandría a la cabeza. De ahí que no sería lo mismo decir “platonismo” y, posteriormente, “neo-platonismo”, dado que este último contenía elementos “pirronicos”, así como la influencia “hindú-budista” que se nota en “Las Eneadas” de Plotino, y que no pudo contener el platonismo primitivo de Atenas. Y es que como dijo Ortega y Gasset no se puede concebir la filosofía neo-platónica de Alejandría sin ver en su seno mas profundo los principios del “escepticismo” de Pirrón de Elis en la Atenas post-socrática, en que también florecen los estoicos y los epicúreos, ésos que precisamente se oponen a la filosofía aristotélica en cuyo seno se inicia la gran decadencia, en virtud de la influencia semita, de la filosofía occidental. A partir de ella se nota cómo va formándose la esquizofrenia cultural en el pensamiento europeo, tal y como lo analizaron Nietzsche y sus cinco grandes discípulos: G. Simmel, Max Scheler, José Ortega y Gasset, M. Heidegger y, en parte, Henri Bergson.

Pero sigamos con esta cuestión en forma más directa desde el punto de vista de lo que aquí motiva la acusación y quienes son los culpables de toda la miseria moral que tuvo que sufrir quien suscribe en la isla prisión de Castro y por culpa de su ruin y miserable adulador. Es tan rara e intensa esa adulación que a veces llega al ridículo y nos hace pensar en la posibilidad de que exista un oculto y traicionero impulso, muy bien reprimido y sublimado, que nos hace pensar en ciertas pulsiones de homosexualidad, que no serían tan evidentes como las que expresa César Gaviria, pero que yacen y palpitan en lo hondo de la sensibilidad del Nóbel de 1982, Gabriel García Márquez. Es preciso recorder aquí que también lo merecían más Borges, Octavio Paz y Ernesto Sábato, pero, bueno, ya se sabe la inclinación a las izquierdas de la Academia Sueca. Ya han inflado a un gran número de escritores para darles ese Premio que cada vez se desprestigia más. Yo, por mi parte, todavía me estoy preguntando asombrado cómo es possible que el Nóbel de Literatura no se lo dieran nunca a Ortega y Gasset, ni a Stefan Sweig, ni a Borges, ni a Ghandi, etc, y sin embargo sí se lo dieron, nada menos, que a Winston Churchil. Sin comentarios … Al fin se lo tuvieron que dar a Octavio Paz, supongo que por sus brillantes ensayos y no por su, para mí, ininteligible poesía, pero, no obstante, fue dado a él forzado por la caída del muro de Berlín …

Prosigamos con lo que estabamos hablando durante las visitas que hicieron a mi casa los dos funcionarios culturales encargados de conseguir para García Márquez el “botín” que representaba ese Archivo una vez que su legítimo dueño fuera despojado de él y obligado a abandonar su patria para satisfacer la ambición de ese cortesano despreciable y adulador. Digamos algunos datos más que ahora vienen a mi mente.

La entrevista más importante que me hizo el Dr. Armando Ferrer fue para ofrecerme, unos meses antes de la salida en masa por el Mariel, nada menos que, como ya dije, setenta mil pesos cubanos por mi venta del Archivo al Estado Cubano. A cambio de eso el haría las gestiones para mi salida del país rumbo a un tercer país que me ofreciera un visado de entrada. Yo le dije que tenía que hacer esas gestiones y que tomarían tiempo. El me dijo de pronto, para sorpresa mía, que después de la publicación del Diario con el prólogo de García Márquez dicha obra sería enviada a Hispanoamérica, vía Panamá. Le dije que entonces lo pensaría doblemente y nos despedimos. Pasaron los meses que precedieron al Mariel y yo seguía cada día más vigilado por el Departamento de Cultura de Guanabacoa, mi pueblo natal, cerca de La Habana. Ya yo tenía una copia mecanografiada por el gran poeta cubano José Guerra Flores que había fallecido en La Habana, 1976. Sin yo saberlo su hermana Cucha, como le decían a Mercedes Guerra Flores de Grau, había sacado en 1978 esa copia del Diario hacia Caracas. Esa copia -la mía quedo allá en Cuba casi toda– me fue entregada por ella cuando vino a establecerse en Miami, después de muchas discusiones absurdas en cuanto a su publicación aquí. Es entonces que un día de principios de 1989 recibo en mi casa de Miami, desde Bogotá, una llamada del senador Jorge Valencia Jaramillo indagando con mucha astucia y sin decirme que ya una persona había ido a Cuba para copiar partes del Diario y que pronto éste se publicaría en ese año de 1989. Es así que la Editorial Ancora y Arango publica su libro bastardo titulado Diario Secreto de Vargas Vila por una profesora de nombre Consuelo Triviño Anzola y con una breve introducción del escritor y crítico español Rafael Conte. En ese libro la señora Consuelo Triviño se deleita y emite sin pudor alguno una serie de mentiras contra mi persona, sin tan siquiera citar mi nombre, que prefiero dejar escritas en este testimonio después. Serán tres entrevistas que me hicieron el Dr. Ariel Remos, del Diario Las Américas en 1988, una que me hizo Dora Amador en el Miami Herald, en 1992, y seguirá con la del periodista chileno Antonio Landauro en la Revista Cartel, Julio-Agosto de 1993 y otra que me hizo para el Miami Herald en español, el famoso entrevistador político miamense, de origen dominicano, Oscar Haza, el 28 de Marzo de 1994. Tambien transcribiré el testimonio de un periodista que fue testigo en Cuba de la odisea de la compra del Archivo y del Diario el Sr. Pedro M. Rodríguez y que aparece en la edición del Segundo tomo del Diario que publiqué aquí en Miami en 1994, y con la ayuda de la Editorial Cubana Moderna Poesía, Inc. Ese tomo II del Diario se extendía desde 1925 hasta 1930. Y terminaré con un prólogo inspirado en la extinción del “ego”, basado en el budismo, y una carta publica al Presidente de Colombia Alvaro Uribe Vélez. Ambos, el prólogo y la carta al Presidente Uribe Vélez, se encuentran en el cuarto y último tomo que hasta hoy he publicado del Diario de Vargas Vila, y que fue impreso por la editorial La Casa de la Sibila en Dania Beach, en el 2003. Y, tambien, no podemos olvidar las múltiples entrevistas -cuyas grabaciones aún conservo-, que me hizo la Radio Caracol de Colombia entre 1988 y 1993, a través del famoso periodista colombiano Enrique Córdoba Rocha. Una de esas muchas entrevistas, en que éste me interrogaba sobre Nietzsche y Vargas Vila, recuerdo que versaba sobre la profunda crisis de valores morales que confronta la sociedad occidental, y es la que aparece en el capítulo que generosamente me dedicó en su voluminoso libro titulado “Cien Voces de América”, publicado en 1997, en Miami.

Pero antes debo decir cómo hicieron los comunistas cubanos para obligarme a entregar el Archivo Vargas Vila antes de mi forzosa salida de Cuba un 22 de junio de 1984 en vuelo hacia Colombia, vía Panamá.

Narraré brevemente mis dos detenciones en las prisiones cubanas y las torturas que sufrí con electrochocks ( 7 ), y que me fueron aplicados en el pequeño hospital que se encuentra en la prisión del Combinado del Este, muy cerca de mi pueblo natal de Guanabacoa, La Habana.
Había pasado el Mariel y durante los días en que éste estaba en su apogeo me visitó con preocupación y en un carro del gobierno el Dr. Armando Ferrer. En mi casa me reiteró el ofrecimiento que en nombre del gobierno de Cuba el me hacía. Me dijo que ese Archivo no podía salir de mi casa bajo ningún pretexto y se marchó. Pocos meses después intenté entrevistarme con el embajador colombiano que pronto dejaría de serlo por orden del presidente Julio César Turbay Ayala como respuesta a la intromisión subversiva de Castro en Colombia. Se ignoraba por ese entonces que Castro precisamente estaba para ese tipo de acciones, puesto que era un agente desestabilizador “doble e indirecto” del Gobierno de Washington. La gran banca mundial sionista del binomio Rockefeller-Rothschild le “sugería” sus bien pagadas acciones de desestabilización. Después el tirano iba a la O.N.U. y, además, era invitado por Rockefeller a su casa para homenajearlo con banquete, tal y como lo merecía por ser el tiranuelo de Cuba, el que así seguía en el poder gracias a que tenía y tiene tan poderosos y corruptos amigos en la Gran Banca Norteamericana e Inglesa, esos que periódicamente se reunen en el famoso Club Bildelberg , así como en el famoso Comité de Relaciones Exteriores de esta “Gran Nación”, a donde fue invitado Fidel Castro por su amigo el multimillonario David Rockefeller. También su hija Peggy visita al sanguinario tirano todos los años, y no olvidemos su “gran amistad, mas bien intimidad”, con una importante señora que es viuda de un ex-presidente de Francia.Todo muy curioso y extraño, verdad (!?) … Algún día sabremos las razones de este asqueroso e inconcebible contubernio de Castro con tan democráticos e influyentes personajes de la política mundial, sobre todo con la familia Rockefeller. Por ahora todo indica, a no dudarlo, que una poderosa mano sostiene la vieja tiranía del psicópata de La Habana, como afirma en su brillante libro, recientemente publicado, el periodista cubano Antonio Llano Montes, así como también es muy correcta su referencia a Rockefeller y su vinculación con Castro, a la que me acabo de referir.Ese libro de Antonio Llano Montes titulado: “La Vida Inútil de un Periodista”, es muy recomendable para entender la tragedia de Cuba al igual que el de Ariel Remos titulado “Cuba, en la órbita de la gran conspiración” (1997), y también, como ya dijimos, el del Embajador norteamericano a la caída de Batista el Sr. Smith, titulado: “El Cuarto Piso”. Y, de ser posible, leer la “Anatomía de un Mito” de A. Koestler y la “Técnica del Golpe de Estado”, escrito por la penetrante pluma del genial escritor italiano Curzio Malaparte, ex-amigo de Benito Mussolini.
Sigamos. Pocos días despues de mi última visita al embajador de Colombia en Cuba, que pronto sería retirado por orden del presidente Julio César Turbay Ayala, en 1981, unos veinte policías ocupan mi casa e inician un minucioso registro; llegaron a pensar que yo tenía un transmisor para comunicarme con U.S.A. lo cual, por supuesto, era falso. Eran unos viejos equipos que conservábamos como recuerdo de mi padre que había sido radio-aficionado y había muerto en La Habana, siendo Técnico en Radio y Televisión, así como de la sección electrónica de las máquinas italianas Olivetti. Murió súbitamente con 61 años en los primeros días de Enero de 1974 y siempre se preocupó por conseguirnos papel de escribir así como papel de carbón para el trabajo que el poeta José Guerra Flores y yo realizábamos para cumplimetar nuestro plan de pasar mecanográficamente aquellos manuscritos del Diario de Vargas Vila, un trabajo que fue casi terminado en 1976, pocos meses antes de la muerte de mi querido y admirado amigo el poeta y ensayista cubano José Guerra Flores, el que algunos llaman el Baudelaire de las letras cubanas. También fue un gran ensayista, y recuerdo hoy muy bien sus ensayos sobre Julián del Casal, y otro sobre el gran poeta sufí persa Omar Khayam, y que fuera origen de nuestra amistad entre 1968 hasta su muerte en 1976, como ya dije. Su familia partió hacia Venezuela, en 1978, con una de las copias de lo mejor del Diario Inédito TAGEBUCHER, de J.M.Vargas Vila.
Después del registro de la casa y de mirar hoja por hoja de los más de tres mil libros de mi biblioteca y de llevarse todas mis cartas, entre ellas la de Octavio Paz que nunca me fue devuelta, dieron por terminado el registro del cual debo decir algo muy significativo.Y es que el único lugar que “no registraron” fieron las miles de páginas manuscritas y documentos adjuntos que se encontraban en la pesada caja que contenía los documentos de Vargas Vila. Al parecer no querían “dar a entender” que en realidad estaban allí para eso y no para lo que que aparentaban haber estado, o sea, buscando prendas y dólares. Esa misma noche, cerca de la una de la madrugada me llevaron en aquella fría noche del 5 de Enero de 1981, rumbo a los tenebrosos fosos del Departamento Técnico de Investigaciones, en La Habana Vieja, donde me encerraron en una celda pequeña, estrecha y húmeda, parecida a las famosas celdas llamadas gavetas. Durante varios días me interrogó una oficial, ésta era una gruesa mujer de raza blanca, que creo recordar se llamaba María Silvia. Esa teniente aprovechando la desesperación de mi pobre madre le hizo firmar ciertos documentos que ella creía que me ayudaban para probar mi inocencia. Todo lo contrario. Era un vil y miserable engaño para hacer “el paquete” de mi caso y enviarme, como lo hicieron a prisión dos anos después, tras el fracaso de mi apelación, para no cumplir los ochos años que me habían pedido y que tuvieron que reducir a tres dado la falta de testigos idóneos. Después me enteré que por tráfico ilegal de divisas se pedían por la Fiscalía ocho años y que por sólo “tenencia” el castigo era de tres años. Mi delito, el que me inventaron “al fin”, fue que fue el de “tenencia de divisas”. Después se quedaría todo en un año de prisión. Parece que se dieron cuenta de lo absurdo e incongruente, por no decir, incoherente, de las acusaciones de la fiscalía. Muchas cosas más se pudieran agregar a todo este burdo y cruel expediente judicial al que me había conducido el sistema totalitario de Cuba en complicidad con su más servil y prestigioso cortesano: Gabriel García Márquez, el “ilustre” colombiano que hoy sirve de correo entre el narcotráfico y el gobierno seudo-marxista de Cuba, ese gobierno que no es más que un Capitalismo de Estado de tipo policíaco, y que nada tiene de marxista-leninista -, y que es ejercido sobre la esclavizada isla de Cuba, la que todavía sigue sufriendo ese horrendo régimen con la evidente complicidad de los Estados Unidos, Canadá, parte de América Latina, sobre todo México, y la Comunidad Europea, empezando por el traidor y corrupto gobierno “socialista” español. También tenemos que agregar al Gobierno de Israel que controla la cosecha del cítrico cubano, o sea, que esas naranjas cubanas que beben en Israel es la que Israel le quita a los niños cubanos así como al resto de la población.

Pero sigamos con lo que había sido mi estancia en el Departamento Técnico de Investigaciones. Cuando llevaba una semana preso bajo interrogatorio, en que nunca me preguntaron por el Archivo fui enviado en una gélida madrugada al Hospital Psiquiátrico de la Habana. Alli había una Sala para los prisioneros del Estado donde éstos eran torturados para facilitar la obtención de una más rápida información sobre lo que les interesaba saber. Allí, si era necesario, se aplicaban torturas de distinto tipo, incluyendo electrochocks para aterrorizar a los detenidos en esa sala carcelaria.Con el añadido de que el estado de inconciencia transitoria que esa fuerte descarga eléctrica genera permite, a veces, el que el “paciente” hable cosas que ellos buscan oír, aunque sea con más o menos coherencia, o sea, confesiones que ponen en pista al gobierno sobre lo que tienen que hacer dado el caso en cuestión. Y con ese macabro fin me habían enviado allí. No obstante en aquel momento no me hicieron aplicaciones de electrochocks porque se hacía evidente, tras los tests mentales que me hicieron, que yo era inocente de lo que se me acusaba. Me diagnosticaron “neurosis de angustia” y me enviaron una semana después de vuelta al mismo hueco, que se asemejaba a una gaveta por su estrechez. Después me pasaron a un cuarto más grande y dos semanas después me soltaron con fianza. Mi amigo, el médico ginécologo Dr. Félix Gutierrez Sánchez, siguió preso dos años más, y terminaría suicidándose cuando ya yo me encontraba en Miami. El hombre que nos delató en “aquel momento” y que decía llamarse Rafael Correa era, al parecer, un doble-agente, y fue acribillado a balazos aquí, en Miami, a mediados de 1981, como creo ya dije. También por ese entonces, en 1982 se suicidó mi primo-hermano Ernesto Rivero Pazos, en una forma, repito, bastante extraña. Parece que, como ya lo han dicho, es Cuba el país con mas “suicidios” extraños en el mundo de hoy. Sólo comparable, en los momentos que esto escribo, a los más de cien suicidios de jóvenes norteamericanos como consecuencia de la ambiciosa e injustificable Invasión de Irak.

Entre 1981 y 1983 hice varias gestiones con la Casa de Las Américas para lograr publicar la Obra de Vargas Vila pensando que ese ofrecimiento anularía la condena y vigilancia que ya pesaba sobre mí. Todo fue inútil. Recuerdo que por esa época recibí tres revistas Cartas de España en donde se hicieron eco de mis estudios sobre el pensador español José Ortega y Gasset, sobre el que recientemente he terminado un libro de unas 300 páginas, y que versa sobre el “encubierto” mensaje “nietzscheano”, así como búdico, que subyace en toda su genial y pedagógica obra filosófica. No pueden dejarse de leer sus tres artículos sobre Rabindranath Tagore, publicados en 1918 -Diario El Sol, Madrid-, y dedicados a la esposa del gran poeta andaluz Juan Ramón Jiménez.

Un 30 de Mayo de 1983 se me citó ante la policía de mi pueblo para que compareciera con todo preparado para ingresar a cumplir mi prisión de un año en la siniestra Prisión del Combinado del Este, al fondo de mi ciudad natal llamada Guanabacoa, muy cerca de La Habana, y de la hermosa playa de Cojímar, donde viví una parte importante, la más feliz, de mi vida. Así ingresé en aquel infierno que sólo el que lo vive puede sentir en lo profundo de su ser, para aprender que el hombre es el mayor enemigo del hombre, como decía, entre otros,Vargas Vila también. Allí dormimos cientos de hombres en naves pequeñas en las que lentamente el oxígeno comenzaba a faltar. Después vino mi galera en donde la inquietud y agresividad de los allí presentes implicaban peleas constantes de las que nadie podía escapar. Era una celda para cincuenta hombres y allí estabamos hacinados casi cien hombres. No me resultó extraño, dadas semejantes circunstancias, que un día diez de nosotros fueran llevados al pequeno hospital de la prisión y, para tranquilizarnos dos psicólogas nos ordenaran electrochocks, un día si y uno no, hasta completar siete. Por supuesto que nunca supimos de qué tipo de electrochocks se trataban, sí de estímulo “suave” o “fuerte”. Claro está, que eran sin anestesia y acostándonos en una colchoneta en el piso. La corriente se aplicacaba en la cabeza utilizando los clásicos electrodos y usando una pieza de madera, envuelta en gaza, para morder en el momento de la descarga eléctrica y así evitar con ésta destrozarnos la lengua o fracturar alguna vertebra. Ambas psicólogas por la ley no podían ordenar medicamentos ni electrochocks ni medicamentos psiquiátricos. Pero lo hacían impunemente. Tampoco puedo recordar si me hicieron o no el electrocardiograma pertinente. Supe después que ambas mujeres de raza blanca, la muy bajita y la alta, estaban casadas con dos oficiales miembros de la Seguridad del Estado.
Debo consignar, por haberlo olvidado hasta este instante también, que durante nuestra estancia de un mes en la Fortaleza de la Cabaña nos inyectaron para evitar una influenza que se había extendido en dicho centro. Al hacerlo me sorprendió mucho que la aguja usada era la misma (!?) y sólo la pasaban por un algodón con alcohol de noventa grados –supongo que eso era– para usarla sin cambiar la aguja para inyectar a más de cien presos. Todo el que sabe de infecciones sabe lo peligroso de esa acción. Por suerte el SIDA empezaba por ese entonces, en 1983. Pero ello no importaba dado que en realidad ¡estaban inyectando a perros y no a seres humanos! Cosas peores veríamos cuando llegamos al Edificio # 3 de la prisión Combinado del Este, que muchos cubanos recuerdan como se recuerda una dantesca pesadilla. Allí me encontraría hasta casos de hombres que hacía más de un año esperaban su juicio; sin saber por qué no se les había juzgado antes de llegar allí. Algunos de ellos eran homosexuales y no sabían por qué delito estaban allí. No es extrano. Eso es típico en la llamada “justicia marxista-leninista” donde, por supuesto, no existe el básico derecho democrático del “Habeas Corpus”. También se veía el uso de unos bastones que tenían electricidad y con los cuales se apuraban a los presos en fila para terminar pronto el retorno del comedor y el patio a las galeras. ¡Que lástima que allí no estuviera preso también -por cínico, cruel e hipócrita-, el juez español Baltasar Garzón! En fin sólo queda decir que seis meses después, hacia Noviembre 21 de 1983 me dejaron en libertad –ignoro por qué me redujeron seis meses la condena-, después de haber presenciado un sinnumero de escenas crueles e infrahumanas que quedan marcadas para siempre en la memoria de los hombres … Es el precio de vivir en un país bajo la monstruosa esclavitud de ese seudo-socialismo que no es más que la mascara y justificación ideológica de un Estado policíaco y esclavista.

Cuando salí de prision a fines de Noviembre de 1983 ya me habían conseguido aquí en U.S.A. una visa para residir dos años en Colombia. Por razones de mi reciente ex-carcelamiento no pude ir a buscarla a la embajada Suiza hasta mediados de 1984. Saqué el mismo día pasaje para mí y mi madre a fin de partir para Bogotá un 22 de Junio de ese ano 1984, pero antes tenía que inventariar y escoger el lugar idóneo donde dejar depositado el Archivo Vargas Vila. Ese lugar sería la Fragua Martiana de La Habana que presidía el Dr. Gonzalo Quesada Michelsen, primo-hermano del ex-presidente de Colombia Dr. Alfonso López Michelsen, como ya he dicho. Fue así que una semana antes de mi vuelo Iberia (Habana–Panamá-Bogotá) me puse de acuerdo, estando presente un testigo del Ministro de Cultura, con esa Institución para que el Comité de Defensa de la Revolución cercano a mi casa en Guanabacoa entregara el codiciado Archivo al Dr. Gonzalo de Quesada y Michelsen, el día siguiente a mi salida de Cuba, como así se hizo. Habían triunfado Castro y su cobarde y despreciable cortesano Gabriel García Márquez. Sólo una cosa habían ignorado pero se darían cuenta demasiado tarde. No podían imaginarse en aquel momento que yo no descansaría jamás, hasta el día de hoy, en la denuncia incesante y en todos los países que visitara de la infamia que ambos habían cometido al despojarme de esos miles de manuscritos que eran de mi propiedad intelectual. El robo vandálico desde el día de mi partida se sabría en todas partes del mundo, por donde yo pasara y con lujo de nombres y detalles. Hoy lo reitero: esta denuncia contra la satrapía cubana y su servil cortesano continuará hasta el último día de mi vida, donde quiera que esté y sean cuales sean las consecuencias que ello me depare. No podrán descansar en paz ninguna de las personas que tuvieron que ver con este canallesco despojo. Este testimonio que hoy redacto y que es un nuevo “Yo Acuso” es parte de esa “denuncia implacable y eterna” que Albert Camus dijo era lo único que el hombre podia hacer contra los que burlando todo derecho tenían el amparo de una fuerza ilegítima cobardemente ejercida contra el débil, siendo así por ello la incesante denuncia ante el mundo el único gesto de justicia que se debía y podía sustentarse contra la acción vergonzosa del poderoso y sus cómplices; precisamente contra ésos que carecen de toda ética y amparo legal. Que lo sepan todos una vez más. De haberlo ellos sabido jamás me hubieran dejado salir de la isla-prisión.

Prosigamos, por tanto, en este inexorable “Yo Acuso”, ése que los habrá de seguir como una sombra de la que no se podrán librar mientras perduren sus vidas miserables. Ha sido ésta una lucha de cuarenta años contra este “aparato de encubrimiento” al servivio de Castro y “Gabo”, y de sus [Grandes e Invisibles Protectores]. No importa. Estoy seguro que ellos ya se han dado cuenta que, con algunas pocas personas como quien suscribe, basta para desenmascararlos en cualquier movimiento que hagan, y ello cuantas veces sean necesarias …

Una vez que llegué a Bogotá un 22 de Junio de 1984 me comuniqué telefónicamente de inmediato con el famoso escritor Germán Arciniegas a quien conocía personalmente y por la lectura de sus libros. Me lo había presentado aquí en Miami el periodista colombiano Enrique Córdoba Rocha. No obstante no me recibió, y se limitó a ponerme en contacto con Anibal Noguera para que le diera mi noticia del paradero y destino de los miles de manuscritos y demás documentos del Archivo Vargas Vila. Dicha denuncia se dio a conocer ¡al fin! en el Diario Gubernamental El Tiempo el día 30 de Agosto de 1984 y en El Espectador, el segundo diario de Colombia, también por los mismos días. Pero la entrevista más importante fue la que me hizo el principal diario de la importante ciudad de Cali titulado El País del día Domingo 19 de Agosto de ese mismo año 1984, en donde la entrevista ocupó una página entera. La hizo Hernando Guerrero y en ella daba la noticia en detalles de mi entrevista con el 6 años antes en mi pueblo natal de Guanabacoa, cerca de La Habana. Era por cierto algo muy extraño que esa entrevista se publicara seis años después. Ello tenía que deberse a una orden muy poderosa e influyente que se le dio a Hernando Guerrero en aquel año de 1978 ó 1979, y durante el regreso a su ciudad natal de Cali. Esa entrevista resultó la mas importante debido a que en ella se hace referencia a Gabriel García Márquez como la persona que se había comprometido en Colombia para ir a La Habana y rescatar para el patrimonio histórico de esa nación el valioso Archivo que ya se encontraba depositado en el Consejo de Estado de Cuba bajo la dirección de Enrique de la Osa, que sería el encargado de permitir a la profesora Consuelo Triviño Anzola copiar las partes que trasladó a la edición de Ancora y Arango, en 1989, bajo el título de Diario Secreto de Vargas Vila, con prólogo del crítico español Rafael Conte. Es en esa edición donde la profesora, hoy creo que en España, me hubo de difamar a su antojo junto con el Diario Gubernamental “El Tiempo”, a cuyo Director Enrique Santos Calderón tuve que acusar por DIFAMACIÓN, ante la Sociedad Interamericana de Prensa, en 1993. Fue ello lo que obligó a la actitud encubridora que hizo del director de El Tiempo, el citado Enrique Santos Calderón, el periodista colombiano Gerardo Reyes, acreditado todavía hoy en El Nuevo Herald en español, y años más tarde lo encubriría también en el mismo diario el periodista cubano Ramón Mestre. También se incluía en esa acusación a la citada Consuelo Triviño y a la periodista del Tiempo nombrada María Teresa Rubinos.Todos ellos son los integrantes de la misma confabulación e infamia. Y al agudizarse esta des-información de la opinión pública de Colombia e Hispanoamérica comenzaba a fraguarse, como se vería más tarde, un silencioso acuerdo entre La Habana y Bogotá para falsificar la historia de estos valiosos documentos y poder deformar así el auténtico mensaje nietzscheano del gran nihilista que fuera el profeta de estos tiempos de angustia y confusión, éstos que hoy nos ha tocado vivir como consecuencia de la “gran mentira” que fueron en la historia la “fe revelada” y la “razón pura” –ambas creando la falsa razón de sus dos formas de fe-, y dejando paso a la aurora de una nueva forma del pensamiento que Ortega y Gasset y M. Heidegger profetizaron como la aurora de un pensar que no será ya ni “religion” ni “filosofía” (Comte), para que así advenga la genuina y dionisíaca razón que Ortega y Gasset, inspirándose en Nietzsche, bautizó como “razón vital”. Y es que sólo nos quedaba, desde el mensaje de hombres como Nietzsche y Vargas Vila, el anhelo de poder vivir sin ilusiones, o sea, necesitábamos hacer patente en nuestra racio-vitalidad esa sola y última ilusión de “poder vivir sin ilusiones”; y ello dado que desde el seno de nuestra angustia ante la muerte de las creencias e ideas que sustentaron nuestra vida, sólo quedaba esa ilusión de no buscar idea alguna, sino de des-pensarlas para así arribar a la primordial intuición del Ser Trascendental, ésa que hemos perdido por el ocultamiento del pensar en nombre de la lógica, la cultura y la psicología de una “conciencia” que también nos ha resultado una inmensa ilusión, la ilusión de ese [Gerifalte] que es el “yo”, o sea, que estamos ante esa búdica ilusión del subjetivismo, ese que en su condición de “idealismo subjetivo” implica hoy la muerte del idealismo y la metafísica europea, ésa que fundamentó durante tres siglos el pensar cartesiano, todavia bajo el residuo escolástico de ese gran error que fue el concepto de “substancia”, residuo, a su vez, del eleatismo de la escuela de Parménides, hoy en su mas profunda crisis ante la epistemología de Heisenberg y Einstein , y el teorema, que destruye toda lógica, llamado teorema y paradoja de Kurt Godel, como habíamos dicho.

Pero volvamos a nuestra historia sobre el aciago destino de la obra inédita de J. M.Vargas Vila, el gran hermano espiritual de Martí en nuestra América. Es en Colombia donde me entrevisté con el senador Jorge Valencia Jaramillo quien había traído los restos de Vargas Vila de Barcelona en 1981, despues de incontables gestiones y del apoyo de la masonería colombiana, según me dijo en nuestra larga entrevista. Este me prometió hablar con García Márquez para sacar el Archivo de Vargas Vila de Cuba dado que él comprendía que alli peligraba su integridad, a no ser que ya estuviera en poder del ambicioso y corrupto cortesano de Castro, quien lo estaría cuidando para satisfacer sus propios intereses, tanto los intelectuales como los económicos, sobre todo estos últimos al que es muy proclive; para ello basta leer la lista de sus “grandes amigos”, casi todos políticos hipócritas y venales, así como también a esos “intelectuales” vendidos como él también a los poderes de dictadores que hoy tiranizan a sus pueblos. Cuando se entrevistó con García Márquez éste le dijo que no ayudaría en nada dado que él no hablaba con anti-castristas, y quedando muy sorprendido de mi llegada y estancia en Colombia. Claro está, es probable que me imaginara preso y todavía en Cuba por los sicarios de Castro, y no en Colombia, presto ya a denunciarlo como el principal implicado en el despojo y chantaje, preferiblemente llamado confiscación, que se me hizo de los miles de manuscritos y demás documentos del insigne Vargas Vila, el más grande y auténtico de todos los colombianos durante la primera mitad del siglo XX, que es cuando comienza el “boom latinoamericano”. Podemos decir que la fama de Vargas Vila vivía todavía cuando muere en La Habana, en un asilo para ancianos, su secretario y heredero Ramán Palacio Viso, en 1953. En ese momento crítico toda la propiedad del Archivo Vargas Vila quedó en poder de su hija Georgina Palacio Guigou que contaba a la sazón 25 años. Fue a ella a la que quien suscribe conoció ocho anos después, en feberero de 1961, y que después de estudiar ella y yo su posibilidad de publicarlo en Cuba, lo cual era ya imposible, siendo esa la circunstancia que entonces me llevó a comprarle todo el Archivo tres años después, un 25 de Enero de 1965. Comenzaba la febril y tormentosa misión de sacar de Cuba esos documentos a fin de que fueran publicados, sobre todo su Diario Inédito (1899-1933), por el enorme valor que éste encierra en relación a esa genuina historia de la literatura hispanoamericana, que es preciso decirlo: está aún por escribirse, precisamente porque en ellas faltan textos cuya ausencia hacen imposible su redacción. Este de Vargas Vila es uno de ellos, gústele o no, a los que son incapaces de respetar y comprender el hermoso gesto hecho por el autor de “Ibis” y “Ante Los Bárbaros”, para libertar la conciencia caudillesca y clerical del hombre americano. Vargas Vila y José Martí fueron los dos más grandes escritores al servicio de esa importantísima misión. Una empresa enorme en que ambos se empeñaron para libertar psicológicamente la totalidad de esa conciencia del hombre esclava de los dos grandes mitos: El Altar y el Trono; o sea, la religión judeo-cristiana y la llamada “democracia”, ésa que no era más que un poder ilegítimos de las clases dirigentes del Estado, ése que devoraba la esencia misma del ejercicio de la democracia; y es que como dijo el gran filósofo hindú Bagavan Sri Rajhneesh, más conocido por el seudónimo de Osho, son, nos decía, el sacerdote y el politico, esa “mafia del alma” que ha socavado la autenticidad de la vida humana al robarle su propia capacidad de comprensión en cada “instante” de experiencia vital; o sea, para unirnos sin inhibiciones dogmáticas al reclamo del gran cambio a que todo está sometido y a lo que nuestra voluntad tiene que rendirse para, al vaciar la propia conciencia y sus apegos, poder vivenciar la Unidad de la Vida sin identificarnos con esas formas con la que acostumbra a fijarse por ignorancia la estructura sensorial del hombre, para quedar por ella condicionada y prisionera y sin posibilidad de fluir libre dentro de la insondable profundidad y devenir de la Vida. Esa es la tarea de nuestro tiempo, decía Ortega: comprender y superar “la enfermedad del subjetivismo”, ésa cuyos síntomas se expresan tan marcados en el hombre de nuestro tiempo.Para terminar esta sección debemos consignar una vez más que la historia de Hispanoamérica está aún por escribirse. Grandes intereses financieros –a lo que se añade la geopolítica-, la han falsificado.Una vez que se comprende de manera nueva qué es el pensar y cuál es la nueva historia que emerge de esos datos, hasta hoy ocultos de lo que ha sido el hombre, es que ya empezamos a comprender, o sea a develar la verdadera historia de la humanidad. A eso es a lo que Ortega llamó la “razón histórica”, que es la que nos permite entender cómo “nacen y mueren las creencias e ideologías” que han ido programando y manipulando la mente de los hombres a través de toda la historia conocida, desde el neolítico hasta el presente en que todavía muchos creen en el mito democrático que se asienta en la demágogica afirmación de que existen la igualdad, la libertad y la fraternidad. O sea que todavía padecemos esa borrachera de incensateces que contrajo el hombre a fines del siglo XVIII, y que hoy estamos purgando, como se percibe hoy en la gran crisis mundial de las instituciones democráticas basada en el derrumbe y agonía de los principios fundamentales de los Derechos Humanos, así como del Derecho Internacional.

Sigamos la historia de mi estancia en Colombia entre Junio y Noviembre de 1984. Después de mi conversacion con Arciniegas y Anibal Noguera me communiqué con la casa de Alfonso López Michelsen para darle el recado que su primo me había dado para el en La Habana. Nunca me recibió. Hernando Guerrero me llamó por teléfono de nuevo y me participó que debíamos darle un margen de tiempo a García Márquez, el que ya estaba en las gestiones pertinentes en La Habana con el “gobierno” de Castro, su gran amigo cubano.

Quisiera decir, aunque se aparte un poco de nuestro tema central, algo que creo muy importante. Y es que nunca he creído que en la Crisis de los Cohetes en Cuba, en Octubre de 1962, el mundo estuvo al borde de la Guerra. Lo que hubo mas bien un simulacro entre ambas potencias, dentro de la cúpula del poder mundial –financiado por la Gran Banca Internacional como hubiera dicho Vargas Vila- y así dejar convalidada y legitimada contra todos los acuerdos hemisféricos, la tiranía de Castro ante el mundo, y ello con el siniestro fin de tener un “AGENTE DOBLE E INDIRECTO” de “DESESTABILIZACIÓN, el más idóneo encontrado” para la subversión de El Caribe, Centro y Suramérica -recordemos el expediente de la CIA sobre la amistad entre Castro y Noriega-, un plan y acción que siempre sería tolerado por U.S.A. como lo ha sido hasta hoy, y que es la raíz del actual “populismo chovinista” de Chávez, que ha permitido el drenaje de las frágiles economías de Latinoamérica para que en pocas décadas más esta se encuentre comprometida de manera completa e irreversible con el Banco Mundial como botín que en el futuro se repartirá entonces entre los grandes poderes de Wall Street.Precisamente en el día de hoy, 21 de Diciembre del 2007, el Congreso de Panamá ha aprobado como día de duelo nacional este 18 aniversario -20 de Diciembre de 1989- en que se conmemora la invasión de Estados Unidos a Panamá bajo la dictadura de Manuel Antonio Noriega. El expediente de la CIA y del Pentágono que fundamentó esta invasión estaba unido al expediente por narcotráfico de los hermanos Castro en Cuba, y sin embargo, fueron separados a la hora de esa acción militar. Eso prueba la acción encubridora que la CIA siempre ha ejercido para proteger la sanguinaria tiranía de Fidel Castro, que es el tema del libro “El Cuarto Piso”, del embajador Earl T. Smith redactado a la caída de la dictadura de Batista. Ese libro que hoy es muy difícil de conseguir ha sido “fusilado” en México con el título de “Cómo Eisenhower Entregó Cuba a los Castro Ruz”. Y es que, muchos ignoran, que con los casi 500 muertos panameños, o tal vez un poco más, que costó esa invasión contra Noriega, gran amigo de Fidel Castro en el narcotrófico, se hubiera destruido igualmente al gobierno tiránico de Fidel Castro. Pero no, la Banca Rockefeller siempre estaba atenta a la permanencia de Castro en el poder. Al respecto no se puede olvidar el viejo y sabio refrán: “A río revuelto ganancia de pescadores”. Es por todo lo anterior que la familia Rockefeller tributa a Fidel Castro una gran amistad como “gran agente desestabilizador” y, además, el servidor oportuno de “mercenarios” para proteger propiedades del gran capital, como fue el caso de lo ocurrido en Angola, Africa, con miles de soldados mercenarios cubanos cuidando las refinerías de petróleo de los capitalistas de Wall Street. Recordemos la intima amistad que Castro tuvo con el único amigo de esos tiempos de sus peripecias por Centro y Suramérica: Rafael del Pino a quien después mandaría a prisión y terminaría asesinándolo en una de ellas hacia 1967. Claro que el “parte oficial” dijo que se suicidó. Recordemos a ese respecto que Rafael Del Pino era o seguía siendo agente al servicio de la CIA para Centro y Suramérica. Cabe entonces la pregunta: qué hacía de amigo íntimo de Castro –su único amigo por esos años-, ese agente de la CIA que era Rafael Del Pino. Todo esto da mucho que pensar.
Es preciso para entender el por qué del largo despotismo que sufre Cuba que se medite, con la frecuencia que es necesaria y en todos sus detalles, esta estrategia siniestra de la Banca Rockefeller-Rothschild. Sólo así “puede comprenderse”, y de ahí que debemos insistir siempre en esta muy bien planeada estrategia diplomática, cómo se ha protegido para entender la perpetuación del que pudieramos llamar el gobierno totalitario de Cuba en su condición de agente de desestabilización de las economías de Centro y Suramérica para así poder desangrar a largo plazo las entidades financieras de esos países; un plan en el que actuan como cómplices Rockefeller y Castro. Es preciso que se repita esto hasta la saciedad. Como también que se repita una y mil veces la protección que siempre Castro ha dado al movimiento de la “narco-guerrilla” desde Suramérica hacia los Estados Unidos; con ese solo negocio, tolerado en el silencio por la propia CIA, es que los hermanos Castro tienen esas millonarias entradas de dólares que le bastan, no sólo para sostenerse en el poder indefinidamente, sino también para sustentar a sus comandantes y generales y que tengan esas grandes fortunas que hoy tienen y cuyos dólares están lavando en bancos e instituciones extranjeras, así como en jugosos negocios montados en México, España, Francia, Italia, Canadá, Colombia, Brasil, Panamá, etc. Es por todo lo anterior que debemos leer el valiente y enjundioso libro de David Cabeza Cupo titulado “Ocaso Rojo, La Muerte de Fidel Castro”, publicado en el 2006, y que tiene por subtítulo la siguiente afimación: “Yo acuso a naciones y pueblos del mundo entero, como cómplices voluntarios o no, del sufrimiento cubano”. Quien suscribe está plenamente de acuerdo con lo denunciado en ese libro sobre el comportamiento tanto de Estados Unidos como de Europa en esta franca decadencia de la cultura y valores del espíritu, así como del derecho internacional, cuestión que ya había profetizado Vargas Vila desde 1921 y 1926.

Como se está viendo, en realidad estoy haciendo dos testimonios en uno con lo que espero no confundir al lector. Es que hay etapas de la historia de un pueblo en que una gran tragedia amalgama muchos sucesos y circunstancias que deben decirse en forma “interdependiente”. Y ello dado que nunca hay sucesos históricos aislados sino que se van uniendo en una larga cadena de causas y efectos que esclarecen mucho sobre una época histórica. Es por eso que pido disculpas por estas constantes digresiones que para mí son muy necesarias para con ello poder entender los hechos y circunstancias que llevaron al gobierno de Cuba, en contubernio con sus servidores e infiltrados en todo el Mundo, siendo uno de ellos Gabriel García Márquez, dedicados a subvertir el orden de todo un hemisferio. Por eso se creó un día la narco-guerrilla como una especie de “caballeros templarios actuales” que protegen las rutas del narco-tráfico en América y Europa. Con el solo dominio de las rutas del narco-tráfico y el terrorismo que es inherente a ese tráfico “consentido por los mismos Estados Unidos”, es que esos miles de millones que ello produce a cualquier tiranía totalitaria, como la de Cuba, puede hacerla immune ante esos poderes que, tanto internos como externos, la llevarían a su pronto fin de no ser así. Toda esta dialéctica y geopolítica de la corrupcion del mundo occidental fue profetizada por Vargas Vila desde que Wall Sreet fabricó esa nación que hoy se llama Panamá, y que era un departamento de Colombia. Los libros que Vargas Vila escribió sobre ese desvergonzado acuerdo imperialista entre Washington y Bogotá, obligaría a Vargas Vila a irse, con caracter definitivo, a residir en Europa, primero en Francia, y finalmente en España, sobre todo en Barcelona, donde murió en 1933.

Pero debemos continuar con mi estancia de cinco meses en Colombia, entre Junio de 1984 y mediados de Noviembre del mismo año, o sea, durante la presidencia de Belisario Betancourt y pocos meses después del asesinato de Rodrigo Lara Bonilla.
De nada sirvió, a pesar de todo lo anterior, mi interés en que los colombianos actuaran acorde con el peligro que pendía sobre esos miles de manuscritos de Vargas Vila. Parecía como que todos esperaban que el nuevo “dueño”, que no podía ser otro que Gabriel García Márquez, se encargara de traer los codiciados e incautados documentos a Colombia. Todos se fueron volviendo fríos ante mis incesantes gestiones. El mismo Diario El Tiempo, tan corrupto como siempre, llegaría a contradecirse burdamente cuando publicó con fecha 30 de Agosto de 1984 mi grata noticia sobre el paradero del Archivo para después el 30 de Abril de 1989 decir que “Fidel lo tenía”, y que gracias a las gestiones en La Habana de Consuelo Triviño Anzola, se podía publicar ese Diario Inédito que Fidel Castro había dicho en Mexico, en 1985, que estaba en poder del Gobierno de Cuba para un estudio exhaustivo por parte de los historiadores cubanos. De quien suscribe nada se decía poque ello implicaba el tener que recaer fatalmente en la verdad citada y denunciada por quien suscribe, lo cual hará pública una de las tantas fechorías y encubrimientos que no convenía a Castro ni a García Márquez que se supieran, o sea, que Colombia debía estar callada sin dar la noticia de lo ocurrido para no perjudicar a la “vaca sagrada”, que no era sino el Sr. Premio Nóbel apodado “Gabo”, el que a todas luces sí se movía muy silencioso en companía de sus múltiples cómplices, en Bogotá, en La Habana, en Miami y en Ciudad México, para ser él quien se pudiera apoderar de esos codiciados documentos que parece haber olvidado que pertenecen al patrimonio cultural e histórico de Colombia, y no a él. Pero, claro está, un hombre tan cínico y desleal no puede entender que su patria vale infinitamente mucho más que ¡él! Qué se puede esperar del amigo “íntimo” de un psicópata cuyo poder político se asienta en el crimen, el engaño y la más cruel explotación de un pueblo al que le destruye día a día su identidad histórica. La clave psicológica que en lo más íntimo nos explicaría esa amistad, a la cual es inherente una patología co-dependiente, hoy todavía se desconoce, aunque algunos psicólogos creen saber sus raíces más ocultas. Pero dejemos este tema que no disminuye que el Sr. Gabriel García Márquez sea un brillante escritor -mas bien un magnífico periodista-, cualidad que tampoco impide que en el orden moral sea un redomado hipócrita y un perfecto canalla. Eso pensaron mis amigos, aquí en Miami, cuando hacia 1983 ó 1984 se dio la “extraña” noticia por Prensa Latina de que “la familia Salazar, de Guanabacoa, había donado el valioso Archivo del escritor colombiano José María Vargas Vila al Nóbel Gabriel García Márquez, en La Habana …” Algo muy grave tenía que haberle pasado a quien suscribe, pensaron enseguida mis amigos, al oír con tristeza la noticia que daba el periodista Tomas Regalado por aquellos días …, y no estaban muy lejos de la verdad mis viejos amigos en cuanto a que ¡algo grave pasaba a quien esto denuncia! …También en Colombia, días antes de mi partida de Cuba hacia Bogotá ya se había filtrado el posible traslado de los 4,500 manuscritos (!?) de las Memorias a Miami, Y si ello ocurría sabían que lo haría el que suponían secretario “cubano” de Vargas Vila, O SEA, QUE IGNORABAN QUE ESE SECRETARIO,VENEZOLANO DE ORIGEN, HABÍA MUERTO EN LA HABANA EN 1953. Ello se publicó en el libro que sobre Vargas Vila hizo por ese entonces el Banco Popular, en su volumen # 120, y que se había terminado de imprimir el 13 de Junio de 1984, ¡nueve días antes de mi partida de Cuba!, en la edición que hizo el presidente de la institución el Dr. Iván Duque Escobar, quien nombró para dirigir esa edición sobre Vargas Vila al Sr. Malcolm Deas, quien hizo en ese libro una biografía de Vargas Vila saturada de disparates e inexactitudes sobre la vida de un escritor a quien apenas conocía, como pasa con muchos “intelectuales” colombianos. El Sr. Malcolm Deas expresaba su temor de que ya los manuscritos de esas Memorias hubieran sido sacados de Cuba. O sea, que ya pocas semanas antes de mi partida de la “isla prisión” se sabían mis movimientos en Bogotá, así como mis deseos de sacar de Cuba ese Archivo. Era obvio que “Gabo” tenía sus perros de presa por todas partes para cuidar del destino de algo que él consideraba ya suyo y de nadie más. Como se ve mis deseos de salvar y publicar ese Diario Inédito eran mal interpretados por los que sí tenían muy malas intenciones con esa propiedad intelectual y no respetaban, por supuesto, la sagrada memoria del gran panfletario. Ese botín era para el caprichoso cortesano de Castro y sólo él debía ser el nuevo dueno de esa valiosa documentación histórico-literaria, ésa que en realidad sólo pertenecia, por derecho histórico, al Estado y pueblo de Colombia. Pero ni el tirano ni su fiel cortesano pensaban igual. Y yo actuaba sólo, día a día, bajo la vigilancia desde lejos de ese par de ladrones. ¡Triste destino el mío y el de ese Diario olvidado e incomprendido del gran nihilista y panfletario colombiano …! Esa obra no merecía tan adverso destino. No obstante él se explica dada la época de “decadencia moral y cultural” que atraviesa hoy nuestra agonizante civilización judeo-escolástica de Occidente.
Debemos ahora volver hablar, dada su importancia, de la mejor entrevista que se me hizo en Colombia y que fue redactada por el periodista Alvaro Nieto Hamann y el fotógrafo Hernando Guerrero, y con fecha del día Domingo 19 de Agosto de 1984 en el diario El País, de Cali, en la que se dice bien claro que García Máequez se ha comprometido “a ejercer todas sus influencias ante el gobierno de Fidel Castro para rescatar el Diario Intimo de Vargas Vila”.Y agrega el diario El País que Gabriel García Márquez había exclamado: “Ya verán como un día de estos me aparezco con los paquetes debajo del brazo”. Le va a ser difícil pues son nueve pesados paquetes de manuscritos, y siendo tan voluminoso el botín, quizás le obligue a pedirle a su gran amigo Castro que lo ayude a llevarlo a Bogotá. Por cierto, es en Bogotá donde el recién elegido presidente, el Sr. Alvaro Uribe Vélez, está hoy ansioso por abrazar al tirano caribeño, pues, según él, Fidel Castro ha contribuido, ¡nada menos!, que a ¡la paz y el entendimiento en Colombia! Una afirmación así da asombro y estupor el verla escrita por un político que hasta ayer uno creía serio. Nos hace recordar a esos grandes demagogos que son casi siempre los políticos. Pero, bueno, siempre se ha dicho que el papel lo aguanta todo … Además, no olvidemos aquel artículo, publicado en el Diario Las Américas, de Germán Arciniegas, donde dice que todo parecía indicar que Vargas Vila fue el único escritor colombiano que tuvo razón al profetizar que los dos partidos tradicionales de la “irredimible” Colombia se estaban volviendo confusos e irreconocibles al ir perdiendo con el tiempo la identidad que permitía identificarlos.
También la actitud del senador Jorge Valencia Jaramillo dejó mucho que desear. Sólo una cosa aprendí de él y es que los restos de Vargas Vila pudieron traerse de Barcelona gracias a sus gestiones, cosa que el secretario de Vargas Vila, de estar vivo, jamás lo hubiera ni solicitado ni permitido. No obstante, pudo realizarse el difícil trámite dado que existía un documento que demostraba que Vargas Vila hacia 1880 se había iniciado en la masonería colombiana. Sólo esa noticia puedo agradecer al hipócrita senador, el que una vez que me tuvo tres horas dándole información y datos sobre Vargas Vila no volví a verlo más …

La segunda entrevista en importancia fue la que me hizo el Dr. Ariel Remos por recomendación de Armando Valladares. Se realizó el día sabado 19 de Noviembre de 1988, en el Diario Las Américas, ya en Miami, y mientras trabajaba en la librería Cervantes –donde estuve empleado 16 años-, y comenzaba con el siguiente titular en su Pagina 3-A, diciendo: “MANEJOS ENTRE EMBAJADAS Y FUNCIONARIOS CUBANOS HACEN DESAPARECER EL ARCHIVO DE VARGAS VILA” y con un subtítulo muy explicativo que decía: “Según narra el propietario del archivo del escritor colombiano, el ex preso político cubano, Raúl Salazar Pazos, el novelista Gabriel García Márquez, amigo personal de Fidel Castro, no es ajeno a estos manejos”. ¡Creo que el encabezamiento de esta noticia no necesita ningún comentario! …

Después vendría el libro bastardo y mediocre de Consuelo Triviño y que fue publicado, como dije por la Editorial Ancora y Arango, en 1989. En ese libro, en que se me difama, aunque no llega por cobardía a citar mi nombre, la Sra. Consuelo Triviño agotó la más artera infamia, y llega en el texto hasta adulterar el estilo tan peculiar de Vargas Vila. Lo que ignoraban allá en Colombia era que por esos días en que se publicaba ese Diario Secreto yo ya había recibido aquí en Miami una copia mecanografiada de las mejores partes de ese Diario; era una copia de la mitad o algo más del Diario Inédito. Tenía a su favor esa copia que estaba constituida, debo repetirlo, por las mejores páginas del Diario. Fue así que pude en 1992 publicar el primer tomo de ese valioso documento histórico, aquí en Miami, de quien fuera el Nietzsche incomprendido y olvidado de nuestras letras. Este primer Diario (TAGEBUCHER) se extendía desde 1899 hasta 1925. Después publiqué, en 1994, el segundo tomo que decursa desde 1925 hasta 1930. Y finalmente el bello tomo que edité en Barcelona, ciudad donde murió Vargas Vila, y que es un resumen de los dos primeros al que se añadieron unas veinte páginas inéditas y, además póstumas, que van de 1930 a 1932. El ultimo tiene por fecha Enero del 2000 y fue publicado en Barcelona, contando ya con cinco ediciones. Pocos años después publiqué un tomo más en la Editorial “La Casa de la Sibila” que dirigen la escritora colombiana Luz Macías y el esteta y cronista cinematográfico, además de cultísimo narrador y ferviente conocedor de la obra de Schopenhauer, a quien admira profundamente, y cuya amistad me honra: Don Jesús I. Callejas.
Ese tomo que edité con ellos contiene en 187 páginas una selección general y de contenido filosófico, además de plasmar en el esas “búdicas sentencias”, que desde 1900 en Roma, comenzó a escribir Vargas Vila como consecuencia de una especie de “búdica introspección” de su compleja y profunda sensibilidad y concepción del mundo. En el prólogo de ese libro trato de explicar cómo un hombre de tan honda melancolía como Vargas Vila es obvio que tenga que arribar un día a esa honda fatiga de su apego a las pasajeras ilusiones inherentes a la brevedad de la vida, como dijo Séneca, para entonces no retener ninguna idea o identificación del mundo y dejar fluir en el esa contemplación de lo bello y su intuición platónica de la armonía y del Bien, que es lo que hace nacer ese sentimiento sublime que un día nos permite vivenciar el encuentro con la Eternidad, ésa de la que tanto él nos habla en su libro “Prosas Laudes” (1905); como se ve estamos ante la visión que tuvo Schopenhauer de la vida, el dolor y el mundo, y que constituye una concepción de la existencia y su destino que estuvo, ademas, muy influida en él también por la enseñanza del budismo. Y así, con estas citas, podemos comprobar cómo Schopenhauer, el maestro de Nietzsche, influyó grandemente en el Vargas Vila anhelante siempre, y más allá de esta vida terrena del encuentro con el Estado atemporal y ajeno a todo dolor, que es la esencia misma de lo bello, lo sublime y lo eterno.A Vargas Vila, por todo lo anterior, se le comparó mucho con Schopenhauer, y era muy lógico que así fuera. Debo volver a consignar que los filósofos que más influyeron en Vargas Vila fueron, en su juventud: el genial agnóstico Voltaire, y en su madurez y ancianidad: Schopenhauer y su discípulo Nietzsche, ése del que el genial biógrafo austríaco Stefan Sweig dijo:“Pues ese es el milagro particular e inaúdito de las últimas obras de Nietzsche: en ellas hay una especie de sonambulismo, un grado supremo de claridad mezclado con un grado supremo de embriaguez, y son sutiles como serpientes sus ideas, en medio de una fuerza casi bestial de orgía desenfrenada”, y sigue: “Habitualmente, los exaltados, aquéllos a quienes Dionisios ha embriagado el alma, tienen los labios pesados y la palabra oscura. Como en un sueño, sus expresiones son confusas. Todos aquellos que han mirado hacia el fondo del abismo adquieren el acento órfico, pítico y misterioso de un lenguaje del más allá, para el cual nuestros sentidos sólo tienen un presentimiento temeroso, al tiempo que nuestro espíritu no acaba de comprenderlo”, nos dice del gran discípulo de Schopenhauer el profundo biografo S. Sweig en su libro “La Lucha contra el Demonio”, en que hace las tres sublimes y reveladoras, por lo profundo de su análisis, biografías de Holderlin, Kleist y Nietzsche. Sólo una sensibilidad que vivencia con suprema lucidez la intuición de la larga trágedia humana en que se desgarra el hombre que sabe mirar muy profundo en el abismo del sufrimiento humano, como fue ese mirar suicida del mismo Stefan Sweig, es que se puede escribir libros como los que escribía el gran rebelde y panfletario colombiano.

SEGUIDAMENTE PASO A TRANSCRIBIR LAS DISTINTAS ENTREVISTAS QUE SOBRE EL CASO VARGAS VILA ME FUERON HECHAS DURANTE MÁS DE VEINTE AÑOS, EN COLOMBIA, ESTADOS UNIDOS (MIAMI), MEXICO Y ESPAñA. ESTE FINAL ES LO QUE VERDADERAMENTE DIO FUNDAMENTO A ESTE Yo Acuso:

1-“García Márquez y Octavio Paz involucrados en un escándalo literario”, publicado por el periodista Antonio Landauro, en una larga entrevista para la Revista Cartel, de Miami, con fecha Julio-Agosto de 1993, en donde termina diciendo: “¿Qué tienen que decir García Márquez y Octavio Paz, entre otros, acerca de esta vergonzosa confabulación internacional? La tribuna está abierta.”

2 - El artículo “Raúl Salazar, el Hombre de Humo”, publicado en el Nuevo Herald en espanol un Lunes 28 de Marzo de 1994, y redactado por el famoso entrevistador dominicano Oscar Haza, en donde dice: “A través de Raúl, conocí los documentos inéditos del panfletario colombiano José María Vargas Vila; por los relatos del abogado cubano paseé largas horas en disquisiciones sobre “el olvido del Ser” de Martin Heidegger, sobre el nihilismo de Federico Nietzsche.”
Y sigue diciendo: “¿Por qué escribo sobre este hombre?, nos dice en su artículo Oscar Haza, tras haberme escuchado atentamente la narración de tan kafkianos sucesos.“El ha escenificado una de las mayores tragedias que ha podido sufrir un ser humano con un grado tan profundo de sensibilidad.”
Y sigue: “Raúl Salazar residió en su ciudad, La Habana, hasta el año de 1984.Pongo fecha para explicar con lujo de detalles los pormenores de una de las más groseras conjuras cometidas por régimen alguno” … “Salazar poseía los manuscritos del Diario Secreto de Vargas Vila. El escritor suramericano, que vivió un tiempo en Cuba, dejó, según acta notarial, todo su archivo a su secretario personal, Ramón Palacio Viso. Este último se fue a residir a la capital cubana hasta su muerte en 1953. Su hija, Georgina Palacio Guigou, heredó los documentos de Vargas Vila”. Y sigue diciendo Oscar Haza: “En 1965, la señora Palacio, según consta en un documento legal firmado por ella, vendió todo el archivo de Vargas Vila, así como el derecho a publicarlo, a Raúl Salazar Pazos. Aquí empezó la verdadera tragedia para Salazar.”

Y añade: “El gobierno cubano prohibió, de forma tajante, la publicación del diario …” “La mediación del “Gabo”, desesperado por sacar los documentos y, por qué nodecirlo, salir de un país donde la producción literaria está supeditada a las veleida-des del Jefe, Salazar intentó ponerse en contacto con Gabriel García Márquez a tra-vés del fotógrafo colombiano Hernando Guerrero …”“Salazar pensó, sigue diciendo Oscar Haza, “que la condición de colombianos, tanto de Vargas Vila como del padre de Cien Años de Soledad, así como la relación estrecha de éste ultimo con el gobernante cubano, harían más fácil la salida a este impase. La respuesta de García Márquez llegó unos tres meses después por intermedio de dos funcionarios de Casa de las Américas, el doctor Armando Ferrer y el licenciado Angel de Prada: ofrecían 70,000 pesos cubanos y la noticia de que el archivo sería publicado por el gobierno cubano con un prólogo de Gabriel García Márquez. La obvia negativa de Salazar Pazos le costó la incautación inmediata de los documentos y dos años de cárcel en el Combinado del Este. Con eso pagó “Gabo” la confianza y la esperanza puesta en él por Salazar”. Y termina diciendo Oscar Haza en frase inolvidable: “¡Cómo puede UN ESCRITOR TAN GRANDE SER A LA VEZ UN HOMBRE TAN PEQUEÑO? … Y agrega Oscar Haza finalmente en su entrevista con estas palabras: “Toda esta historia fue presentada en 1989, en un informe de 24 páginas, ante la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas” … “Hoy, Raúl continúa a la espera de una justicia que algún día llegará para él, que no tiene el respaldo de gobiernos despóticos; que no puede escribir la historia oficial; que posee más bien la fuerza de la razón y no la razón de la fuerza … Pero Raúl puede esperar, tiene ese supremo privilegio. Tiene la fortuna de ser simple y sencillamente un hombre de humo”.

3- Entrevista con el famoso periodista colombiano Enrique Córdoba Rocha, en su libro “Cien voces de América”, publicado en Miani en 1997, donde habla de mi compra de “Las Memorias (Diarios) de Vargas Vila y define a quien escribe como: “Un filósofo cuya causa es difundir el pensamiento de Nietzsche, Vargas Vila y Buda”.

4- Testimonio de Pedro Manuel Rodríguez sobre Raúl Salazar desde que lo conoció en La Habana, Cuba, y le facilitó la compra, en 1964, del Archivo Vargas Vila. Se publicó en el Diario II, con fecha 1994. Tambien publicó la secuencia de unos cuarenta artículos de una biografía novelizada sobre Vargas Vila en el Diario Miami Herald, en español, hace algunos años. Este gran biógrafo y periodista cubano dice al final del testimonio que sobre este caso redactó en dicho Diario II : “¡Qué diferencia la de este colombiano excelso, con el Gabriel García Márquez de nuestra mala hora! El primero [Vargas Vila] será recordado por su alto sentido de la vergüenza, y por su vida sin sobornos; el segundo, por todo lo contrario” … “Vargas Vila será recordado también por sus diatribas a todos los tiranos de nuestra América. Así como por su mordacidad para con sus adversarios. Pero por sobre todo, será recordado por su acendrado amor a la libertad; amor que lo llevó a la iconoclacia y al agnosticismo” … Igualmente surge a nuestros ojos su neurosis. Eso que el llama soledad, dolor, angustia … Es en ese prólogo [Los Viñedos de la Eternidad] donde Jose María Vargas Vila revela su mayor angustia filosófica, su gran desilusión, en ese típico y largo meditar sobre el sentido único de nuestro breve y doloroso exilio terrenal. Sobra decir, la influencia que Federico Nietzsche tuvo sobre su estilo de pensar, no sistemático, no académico, en fin, tan de Nietzsche…”.“A pesar de estar siempre al servicio del hombre latinoamericano, no fue un político ni un sociólogo. Fue de cierta forma un poeta que en ocasiones aspiró a ser filósofo. No lo logró, es cierto. Pero, quién lo ha logrado en nuestro continente ?”
“Raúl casi con desesperación comenzó a hacer gestiones en distintas embajadas sobre (todo en la de Colombia) para poderlo editar en el extranjero. Estuvo dispuesto todo el tiempo a donar el manuscrito al gobierno colombiano, siempre y cuando hubiera un compromiso serio de publicación en la patria del autor. El silencio fue la respuesta.Le escribió igualmente a un numero crecido de intelectuales; entre ellos Octavio Paz, del cual recibió una entusiasta contestación … Dentro de su particular sentimiento trágico de la vida, se esforzó en ser serio. Lo más serio que le era dable a su innegable personalidad contradictoria. Tal esfuerzo entre nosotros, por sí solo era ya encomiable. Sin duda, después de su amor a la libertad, ése fue su otro aporte a la conciencia latinoamericana: su querencia por la seriedad intelectual y moral de las cabezas pensantes de Latinoamérica”. Y termina Pedro M. Rodríguez: “De aquel panfletario formidable, cuya voz, con devota atención escuchaba toda la América nuestra, puede decirse, -como el mejor de los epitafios a su memoria– que nunca antes José María Vargas Vila ha brillado tanto como ahora … precisamente por su ausencia”. Así termina Pedro Manuel Rodríguez su Testimonio Introductorio al segundo tomo del Diario Inédito de Vargas Vila que publicó la Editorial de la Moderna Poesía de Miami, en 1994.

5- Dos entrevistas para el Diario Las Américas por su colaborador el abogado y fecundo escritor cubano José Sánchez Boudy tituladas: “Vargas Vila y su Diario y Vargas Vila y sus Profecías”, con fecha Martes 30 de Febrero del 2001 y 11 de Diciembre del 2001, en donde dice: “El Diario de Vargas Vila, que Raúl Salazar tenía en su poder le causó detención por los agentes de Seguridad del Estado; sus consabidos palos y electrochoques. Lo había adquirido de manos de la hija del secretario de Vargas Vila. Todo en Cuba”. Y sigue: “Con el fin de lograr la publicación del Diario Salazar estableció contacto con el escritor colombiano Gabriel García Márquez, que como ustedes saben, vendió su talento a Castro y al marxismo internacional, ésta fue la desgracia de Salazar.Como se negó a entregar el manuscrito fue visitado por la policia; encarcelado, condenado a seis meses de prisión. Logró por fin salir de Cuba y en el Exilio ha publicado este “Diario”… Y así el Diario del hombre que conmovió con sus libros una época, que fue una época, desfila ante nosotros, gracias al erudito Raúl Salazar.”

6- Artículo publicado en el Excelsior de Mexico el Jueves 6 de Agosto de 1998, página 6. Coordinador Eduardo Camacho. Entrevistadora: la periodista mexicana Patricia Rosales y Zamora. Titulada: “Conjura Silenciosa en Torno a Diarios de Vargas Vila”, y “García Márquez, canalla e inmoral, dice Raúl Salazar Pazos.”

7 – Nueva entrevista con el Dr. Ariel Remos, en el Diario Las Américas, con fecha 27 de Julio del 2003. Página 8-B. Titulada: “Tribulaciones de un escritor tratando de rescatar manuscritos de Vargas Vila.”

8- Carta a la Sociedad Interamericana de Prensa acusando a Enrique Santos Calderón por difamación, en 1993. Recibida y aceptada por su encargado Ricardo E. Trotti.
9- El “Yo Acuso” que redacté para el periodista cubano Angel Maldonado, el 18 de Mayo de 1994, aquí en Miami, y que fue publicado por él en la prensa que dirigía junto con su hermano.
10- La entrevista hecha por el Dr. Ariel Remos en El Diario de las Américas, en Noviembre 19 de 1988, titulada (MANEJOS ENTRE EMBAJADAS Y FUNCIONARIOS CUBANOS HACEN DESAPARECER EL ARCHIVO VARGAS VILA), según la entrevista realizada a Raúl Salazar Pazos, ex-preso politico cubano.11- Carta inútil al Presidente Alvaro Uribe Vélez. De nada sirve para él que existauna ley firmada en 1966 por Alberto Lleras Restrepo titulada: LEY DE HONORES A LA MEMORIA DE VARGAS VILA. El Sr Alvaro Uribe Vélez o la desconoce o la viola ignorando la historia de la propia Colombia. En la última carta recibida de su secretaria de nombre María Inés Villamil Flores –Mayo 2 del 2003- ésta confunde “cultura” con “agricultura” así como con “departamento rural”. Parece algo burlesco además de “cantinflesco”. Secretarias así hunden a cualquier Presidente … Sería interesante saber por qué y cómo y para qué llegó a ese importante puesto semejante señora o señorita. Como sería mas interesante aun saber de dónde saca la Sra. Beatriz de la Vega su afirmación de que tiene la prueba judicial por la cual le corresponden los derechos de Autor sobre las Obras de Vargas Vila que se imprimen y se venden en Colombia.

Sería interesante enseñarle el Testamento de Vargas Vila que consta en mi poder para que dicha señora pasara un buen susto judicial en su correspondiente comparescencia ante un Tribunal. Igual sucedería con la Editarial Ancora así como con la Editorial Panamericana. Pero para mí no es oportuna ahora esa querella judicial. Vargas Vila es de todos y a América y a la Humanidad pertenece la grandeza inolvidable de su rebelión contra el falso Dios que nos inculcaron, así como contra los “intereses creados” que explotan, como siempre, a los que nada tienen y, finalmente, su ataque demoledor contra una historia que esos intereses han venido falsificando durante muchos siglos de sistemáticas mentiras. Por eso su nihilismo se convirtió en un ataque contra el Dios judaico-cristiano, la crueldad y mediocridad del hombre contemporáneo, y una Historia que espera por aquellos otros hombres que tendrán el valor y la dignidad necesarias para que sea escrita de nuevo nuestra trágica historia, denunciando a esos culpables que la falsificaron, al grado de hacer irreconocible a la que hoy nace, como una nueva aurora de esa historia que debemos ya conocer. O sea que estamos ante el nacimiento de una Humanidad Nueva, y por la que luchan los hombres genuinos y auténticos de nuestro tiempo, como lo fueron José María Vargas Vila y también el gran pensador y redentor cubano José Martí, que fueron ambos cual vidas paralelas, en el momento más crucial de la historia de América.

Como se ve mi interés en estas denuncias es hacer ver la gran falsificación de nuestra historia, ésa que todos estos desvergonzados han escrito y que es lo que me habrá de motivar hasta mi último día en denunciarlos, empezando por Gabriel García Márquez, uno de estos hombres mentirosos y que carecen de valor e integridad moral para ayudar a este extravió fatal del hombre presente, así como también seguir en la denuncia constante contra la sanguinaria tiranía de Fidel Castro, a la que “Gabo”, y ahora también Alvaro Uribe Vélez, Presidente de Colombia, rinde un bochornoso vasallaje al referirse a la tiranía que impera en Cuba … Nada, que Dios los cría y el Diablo los junta. Tambén el “debilucho” de César Gaviria y el ex- presidente Alfonso López Michelsen forman parte de esos millonarios que son grandes “enamorados” del Stalin caribeño. Como se ve ni Colombia ni otros países del mundo saben ejercer como “Dios y la Ley mandan” el sagrado ejercicio de la democracia, ésa que hoy violan también descaradamente la Union Europea e Israel. O sea, que estamos los cubanos ante el Eje Israel-Unión Europea-USA. Recordemos de nuevo las sabias palabras del pensador español José Ortega y Gasset cuando dijo que: “Después del Pacto de Yalta, en 1945, la democracia dejó de existir y se convirtió en una palabra “ramera”, pues en ese Pacto Infamante firmaron los dos representantes de los Imperialismos anglosajones y sionistas de Occidente, junto a el poder más totalitario y sanguinario de Asia y Europa, que no era otro que el de José Stalin, Dictador Absoluto del capitalismo de Estado ejercido por él sobre la Unión Soviética, un régimen de terror policíaco, expansionista y terrorista que habia perpetrado el más terrible y diabólico “Holocausto del siglo XX”, el Holocausto de Ukrania [1929–1933], y el de Siberia, 1936 hasta 1953, y que costó a ese país unos treinta millones de muertos o más, como dice el ex-stalinista húngaro Arthur Koestler en su famoso libro “Anatomía de un Mito”. En la Segunda Guerra Mundial la Unión Soviética fue protegida, contra los nazis, por el armamento norteaméricano brindado por F.D. Roosevelt, quien ya había reconocido a la Rusia Soviética ante el mundo diplomáticamente, en ¡1932,!, o sea, en los años de la peor hambruna de Rusia, como ya hemos dicho ... A pesar de ello hubo otros cuarenta millones de muertos en esa Segunda Guerra Mundial, una guerra provocada, también por el Sionismo Internacional, para salvar a Inglaterra y a la Rusia de Stalin frente al gran enemigo del capital judío en Europa, y que no era otro que Adolfo Hitler, nombrado Canciller de Alemania por el Presidente Hindenburg, a principios de 1933, dado su triunfo en las elecciones alemanas en las que sacó mayoría de votos, y quien poco después se convertiría en dictador supremo de Alemania.

Con esto creo ir terminando la explicación detallada de por qué ni Alvaro Uribe Vélez ni ningún seudo-presidente de Latinoamérica puede evitar a estas alturas de la informática el que siga manteniéndose en pie la conjura contra el más grande pensador y panfletario de América por parte de la esas clases dominantes de Hispanoamérica, las que apoyadas por la corrupta Iglesia Católica, sobre todos los jesuitas, no permitieron nunca que el mensaje de libertad psicológica y política de Vargas Vila pudiera “impregnar dada su peligrosidad” a las masas de esos pueblos que han sufrido tanto el hambre y la incultura en que la han mantenido sus tradicionales gobernantes, a los que Vargas Vila tituló: “Los Césares de la Decadencia”.Tal vez fueron esos jesuitas los que compraron sus Memorias (1860 al 1898), en París, y las destruyeron u ocultaron hasta hoy. Fue un ocultamiento inútil dado que al salvarse por quien suscribe las mejores partes de su Diario (TAGEBUCHER) ello permite la re-construcción de los pasajes y momentos más importantes de esas Memorias perdidas que recogian, entre otras cosas, el escándalo por homosexual del Padre Tomás Escobar en su Liceo de la Infancia, en Bogotá (1884) así como la amistad de Vargas Vila con el genial poeta colombiano Jose Asunción Silva, además de sus periódicos encuentros con Jose Martí y Eloy Alfaro en el New York de 1893 y 1894 … Quedaban menos de un año para que Martí, traicionado por Máximo Gómez y Antonio Maceo en la finca La Mejorana, Oriente de Cuba, decidiera su renuncia a la Presidencia de la República en Armas, y se inmolara, no sólo por su patria, sino por América y toda la Humanidad en un gesto que sólo un Espíritu enorme como él puede comprender y realizar, bajo el principio avatárico de un sacrificio por el resto de los hombres. Algo propio de la ética del Bushido Oriental, dado que fue Buda el Maestro Espiritual que más influyó en Martí, como el mismo lo escribió. Es por eso que muy pocos entienden su gesto heroico y final, ese gesto de inmolación que ya insinúa en su Diario de Cabo Haitiano a Dos Ríos, y que Máximo Gómez secuestró y le arrancó seis páginas, como se pudo comprobar cuando sus familiares lo entregaron para su publicación a Gerardo Castellanos, en Guanabacoa, La Habana, en 1941.

Pero ya de todo eso hablaremos en la próxima edición del volumen V (Quinto) del “Diario Inédito” del que fuera el Schopenhauer–Nietzsche de nuestras letras: el gran colombiano, que plasmó con sus libros esa edición en nuestra América, si se quiere “en rústica”, de esos dos geniales pensadores alemanes que, como dijo Vargas Vila, en nuestro presente “el mundo esta con ellos o contra ellos”. No olvidemos lo mucho que hay de Schopenhauer y Nietzsche, sobre todo del segundo en el sentido muy peculiar en “la política anarquizante de su Revista Némesis”, que es en los años en que madura finalmente la rebeldía de Vargas Vila. Y es que en Heidegger, y también, en Ortega y Gasset, se nota esa influencia decisiva de Nietzsche, sobre todo en el libro cumbre de Ortega titulado: “El Tema de Nuestro Tiempo”, 1923. Edición de Paulino Garagorri, su más fiel discípulo, publicado por Revista de Occidente en Alianza Editorial, Madrid, 1981.

12- CARTAS DE DON MAURICIO TOVAR G., JEFE DIVISIÓN DE SERVICIOS AL PUBLICO, DEL ARCHIVO GENERAL DE LA NACIÓN -COLOMBIA -Bogotá.
Envío de los libros y copias del Diario con partes inéditas a los partes, de Archivos de los que el citado funcionario colombiano es Presidente y por solicitud de éste a la Dirección de esos Archivos Carrera 6 No 6-91, Bogotá D.C. A esto se agregará el envío, en tres correos de Avianca, con las copias mecanografiadas del Diario, constituidas por unas 600 páginas en 8 por 14 pulgadas y a un espacio (64 a 70 renglones); ello equivale a más de la mitad de las páginas mecanografiadas de la transcripción original, unas páginas que aún conservan muchos pensamientos inéditos. Posteriormente se enviará de todo lo donado a ese Archivo Histórico de la Nación Colombiana, un informe notarizado al Consulado Colombiano en Miami, así como al Agregado Cultural de la Embajada Colombiana en Washington D. F.[En la carta Segunda del 20 de Junio del 2006, en su [Acuse Recibo], de la carta última por mi enviada, me nombra el JEFE DIVISIÓN DE SERVICIOS AL PÚBLICO MAURICIO TOVAR DEL ARCHIVOS GENERAL DE LA NACIÓN-COLOMBIA, ME DA EL CALIFICATIVO DE “ARCHIVERO y BIOGRAFO” de José MaríaVargas Vila]. Ahora, sorpresivamente, tiene miedo hasta de hablarme. No será que teme perder el puesto después de que le dije, vía telefónica, que “Gabo” fue el autor intelectual del ROBO –ellos le llaman con el eufemismo de confiscación-, que se le hizo a quien suscribe del Archivo Vargas Vila, para lo cual utilzó cobardemente a los sicarios de su “gran amigo”, el tirano de Cuba, Fidel Castro, del que es fiel servidor. Esta carta se fotocopia y transcribe integramente en el Apéndice.

13- Noticia que dio la AGENCIA DE NOTICIAS CUBA-NET, EL 3 DE OCTUBRE DEL 2003 (www.cubanet.org). Reproducida para Amazon.com desde la oficina de CUBA-NET en Coral Gables, Miami … En esa noticia desde Cuba se decía, entre otras cosas:“En 1965, Salazar compró a los herederos de Vargas Vila los miles de hojas manuscritas, inéditas en su mayoría, del Diario del polémico autor colombiano de finales del siglo XIX y principios del XX. En 1980, tras intentar su compra en 70 mil pesos cubanos, el gobierno de Cuba lo forzó a traspasarle los manuscritos para permitirle salir del pais e “impedir que los vendiera con fines de lucro en el exterior”.
“Detrás del despojo, según las revelaciones de Salazar, se encontraba Gabriel García Márquez, que enfermizamente interesado en publicar el Diario con prólogo suyo, recurrió a sus influencias con las más altas esferas del gobierno cubano para apoderarse de los manuscritos. En definitiva, pese a los infames métodos utilizados, no logró su objetivo. En cambio, Salazar, cuyas gestiones ante el gobierno colombiano para reclamar los manuscritos, actualmente en Cuba, han sido infructuosas, ha publicado dos libros con una muy particular visión sobre Vargas Vila, basado en los textos que logró copiar y sacar de Cuba mecanografiados.Y sigue el parte noticioso de CUBA-NET: “Además de su notoria amistad con Fidel Castro, el oportunista y buen simulador que es “Gabo”, debe tener un trauma con los escritores cubanos. Aparte de su problema con Salazar Pazos, en el caso de los poetas encarcelados Raúl Rivero y Manuel Vázquez Portal, el premio Nóbel de Literatura no ha considerado oportuno hacer valer sus influencias con el gobernante cubano como hizo en el pasado para interceder por Heberto Padilla y Norberto Fuentes. Mucho menos osó criticar los fusilamientos de los tres secuestradores aspirantes a emigrar del paraíso cubano que horrorizó a decenas de colegas suyos en todo el mundo.[Debe decir aquí, quien suscribe, que en realidad “Gabo” sólo dijo que había ayudado en el caso Padilla, pero en realidad no hizo nada concreto por su libertad, según declaró su esposa, creo recordar; ignoro si lo mismo ocurrió con Norberto Fuentes].Nuevos baldones, puntos de menos para “Gabo”, cuya fascinación fatal por la figura de Fidel Castro no parece disminuir con el paso del tiempo, cual hacha a prueba de desmanes y tropelías”. Aquí termina la noticia de CUBA-NET reproducida en Miami.
14- Cartas a los Presidentes de Colombia ante la escalofriante indiferencia de los gobernantes colombianos, y como un intento final de socorro que permita salvar y preservar un archivo histórico que corre un serio peligro de mutilación o desaparición; una mutilación o perdida que parece no interesar ni al presidente de dicha nación, ni a su ministro de Cultura, ni a sus representantes diplomáticos ni al delegado colombiano ante la UNESCO y la ONU, o sea, que de nada sirvió la “Ley de Honores a la Memoria de Vargas Vila” firmada por el Presidente de Colombia Dr. Alberto Lleras Restrepo, en 1966 …

DE NADA SIRVIO LA “LEY DE HONORES A LA MEMORIA DE VARGAS VILA”; ES POR ELLO QUE NO CABE DUDA QUE VARGAS VILA TUVO SOBRADA RAZÓN CUANDO DIJO CON SABIA Y RESIGNADA ADMONICIÓN:“¡POBRE COLOMBIA, PATRIA MIA, ERES PEOR QUE LA IRREDENTA, ERES LA IRREDIMIBLE! ¡TU Y LA SOMBRA DEL CRUCIFICADO HAN MATADO MIS MÁS CAROS IDEALES! ¡POR ESO LA ÚNICA ENFERMEDAD QUE EN REALIDAD PADECÍ, Y QUE ORIGINÓ DE TODAS LAS DEMÁS, FUE LA QUE CONTRAJE FRENTE A LA PILA BAUTISMAL!, y por lo tanto, ¡MORIRÉ SIN VER EL RENACIMIENTO DEL DIOS PAN!, como le confesé un día a mi gran amigo Ruben Darío, el poeta más grande de América.[CLARA REFERENCIA, TAMBIÉN, A LOS MISTERIOS DE ELEUSIS así como a los de ISIS, DIONISIOS Y MITHRA, LOS CUALES DESCANSAN EN UNA INICIACION QUE UTILIZA SIMBOLISMOS Y ARQUETIPOS PARECIDOS].Y es cuando preparábamos para imprenta este “Yo Acuso” que nos llega, vía Internet, la noticia publicada en el periodico cubano de la tarde Juventud Rebelde, del 5 de Agosto del corriente, sobre la entrega a Colombia de los Archivos Vargas Vila por parte del gobierno totalitario de Cuba. En ese informe de la Internet oficial de Cuba es muy significarivo que no se diga “A QUIÉN”, “EN DÓNDE” y “CUÁNDO” fue entregado a Colombia ese Archivo que por la Ley Internacional –UNESCO– pertenece al Estado Colombiano dado que ésa fue siempre la ciudadanía de Jose María Vargas Vila, aunque éste no regresó jamás a su patria desde que huyo de ella con 26 años, falleciendo en Barcelona con 72 años, un 22 de Mayo de 1933.Las llamadas hechas por mí a la Biblioteca Nacional Luis Angel Arango nos dan a entender que ellos nada saben al respecto, siendo ello muy extraño.Por otra parte mis llamadas al Archivo Histórico de Colombia que ha reconocido en mi al editor y biógrafo oficial de Vargas Vila no reciben respuesta. Su Director MAURICIO TOVAR G. En forma tan cobarde como inesperada se niega a conversar conmigo. Es una actitud típica en muchos funcionarios y diplomáticos colombianos a través de largos años de tratar con ellos. Tal vez Mauricio Tovar G. también está temeroso de hablar conmigo dada las presiones que sobre el está ejerciendo ya Gabriel García Márquez, el cual estoy seguro que sabe, mejor que cualquier otra persona, donde está en realidad el famoso y codiciado Archivo Vargas Vila, sea en Colombia donde “supuestamente” está o en cualquier otro lugar. El Internet oficial del gobierno castrista al hacer referencia a esa noticia dada por el Diario “Juventud Rebelde”, del 5 de Agosto del 2007, se basa en la entrevista que le hizo el periodista Luis Hernández Serrano al historiador del museo de la Universidad de La Habana Regino Sánchez Landrián, quien confiesa en [tres lugares] de esa entrevista que fue “donado” a Colombia.

Ahí en la primera página de su versión al Internet se menciona el nombre de quien esto escribe Raúl Salazar Pazos, como la persona que evitó se perdieran estas miles de valiosas páginas manuscritas de Vargas Vila -incluyendo su Diario Inédito-, cesión que yo hacía porque pensaba salir fuera del país … Y, de nuevo surge la básica pregunta: a quién, en dónde y cuándo en Colombia se hizo la entrega de tan valioso y codiciado Archivo. Si alguien lo sabe hoy muy bien es Gabriel García Márquez. Tal vez hoy el sólo lo sabe. Y de nuevo ha triunfado la conjura ruin y envidiosa que ha hecho que se encuentre perdido el Diario de Vargas Vila, supuestamente en la misma Colombia, que es fue su patria. De nuevo la sombra de Kafka se cierne sobre el legado del gran nihilista y panfletario de América. Ante tan deprimente violación de los valores y principios que deben sustentar a toda genuina y auténtica cultura de los valores del espíritu sólo nos queda volver a decir que seguiremos manteniendo siempre la constante denuncia de tan barbáricos actos, y que sólo la muerte podrá impedir nuestra constante acusación al gobierno tiránico de Cuba,así como a su servil cortesano Gabriel García Márquez, como cómplices y responsables máximos de lo que pudiera pasarle en un futuro a la integridad de este Archivo Vargas Vila, el cual encierra valiosos documentos y testimonios que son muy necesarios tener en cuenta a la hora de escribir la verdadera historia de las letras hispanoamericanas, así como la gran vinculación de ésta, a través del modernismo de Silva, Gutiérrez Nájera, Casal, Martí, Darío y Vargas Vila en las letras y política de nuestra Madre Patria Española.
NOTA: En los momentos que finalizo este “Yo Acuso” recibo la triste y esclalofriante respuesta de que la jueza Cohen ha dictado que la niña en cuestión sea entregada a Cuba y a su padre biológico por estar capacitado para su educación en un país que como Cuba, todos saben, inclusive la “parcializada” jueza Cohen, NO EXISTE LA PATRIA POTESTAD. Todo este juicio ha sido un GRAN CIRCO MONTADO DESDE LA HABANA, como dijo el valiente abogado Enrique García Morera, especialista en Inmigración. Se repite, con las variantes del caso el BOCHORNOSO CASO DEL NIÑO ELIAN, que fuera entregado con la complicidad del Presidente CLINTON quien permitió y es cómplice del “asesinato en el aire y en aguas internacionales, de los cuatro aviadores de “Las Avionetas AL RESCATE” del que surgió una Ley HELMS BURTON, ésa que nunca se ha aplicado, ni con Clinton ni con BUSH. Y es que en el fondo ambos obedecen a los mismos intereses de los fabianos y marxistas que pululan descaradamente en el Gobierno de Washington. Y para los que digan que BUSCH no puede intervenir (!?) en el canallesco juicio de esta infeliz niña que pronto enviarán a un país que está en la “lista de los países terroristas senalados por E.U.A”., recordemos que la supuesta separación del Poder Ejecutivo, del Legislativo y, en este caso, del JUDICIAL es un MITO. PARA COMPROBARLO AHI TENEMOS EL CASO DE LUIS POSADA CARRILES, SANTIAGO ALVAREZ, OSVALDO MITAD Y LA CANALLADA QUE DESDE HACE MUCHO SE COMETE CONTRA EL SR. AROSENA. Oigamos lo que dice el medico y combatiente cubano Dr. Orlando Bosch: “Estados Unidos presentó el 5 de Octubre del 2006 un recurso en el que exponía que la “liberación del reo traería serías implicaciones en terminos de política exterior”, refiriéndose a Luis Posada Carriles, lo que me obligó a preguntarme –sigue diciendo el Dr Bosch– que: “¿DESDE CUÁNDO LOS FISCALES DE Estados Unidos tienen que pensar en las resonancias internacionales de los casos que ventilan? ¿Acaso en este país no HAY UNA DIVISIÓN DE PODERES QUE AFIRMA QUE EL EJECUTIVO NO PUEDE ENTROMETERSE EN LAS PRERROGATIVAS DE LOS OTROS PODERES PÚBLICOS? Y es que eso sí se hace cuando conviene al Gobierno de Estados Unidos. Y en este caso conviene no disgustar al gobierno de La Habana. Por lo cual la infeliz niña sera entregada a ese padre que allá no tiene ninguna potestad sobre ella. Y eso lo sabe muy bien la Jueza COHEN. ¡CLARO QUE SI! Y LO PODRIA HACER CON ESTA NIÑA SI QUISIERA. PERO NO LO HACE AUN SABIENDO LOS MILES DE VOTOS CUBANO-REPUBLICANOS QUE LE VA A COSTAR AL CANDIDATO PRESIDENCIAL REPUBLICANO EN LAS PROXIMAS ELECCIONES. Y es que, al respecto, algo peor ya se esta haciendo, cuando en forma que recuerda a LAS SS NAZIS, es en estos mismos días en que se están separando a 5 millones de niños, que son ciudadanos de este país, de sus padres a quienes deportan. Qué justicia podemos esperar que se le haga a esta pobre niña cubana por una jueza que desde el principio se vio que estaba parcializada en ese circo montado por los Castro en una sala judicial de Miami. Estoy seguro que si la niña hubiera sido judía ese fallo hubiera sido por COMPLETO DIFERENTE.

NOTA IMPORTANTE: Cualquier RETRACTACION FUTURA que quien suscribe, Raúl Salazar Pazos, haga de algunas frases, juicios y acusaciones sustentadas en este “Yo Acuso”, serían ABSOLUTAMENTE FALSAS. Y de ocurrir, que ojalá no ocurra, sería bajo presiones que amenacen mi vida, así como mi salud física y mental. Ya esto consta en mi Testamento cuyas copias, aquí y fuera de este país, se encuentra en poder de personas de mi absoluta confianza.
MUCHAS GRACIAS

Raúl Salazar Pazos
25 Septiembre, 2007, Miami

FIN

APENDICE

JOSÉ MARÍA VARGAS VILA
“EL SCHOPENAUER-NIETZSCHE DE NUESTRAS LETRAS”

Con el trágico y controversial mensaje de JOSÉ MARÍA VARGAS VILA al hombre hispanoamericano de su época se expresa esa última fase del nihilismo europeo profetizado por Nietzsche para este siglo y el venidero. Esta se hubo de fundamentar en la crítica y destrucción del fundamento de la Onto-teología Occidental, basada en el “Dios judaico-cristiano” y en la “metafísica griega”, las dos concepciones históricas transculturalizadas que, como creencias que hoy agonizan, sustentaban el pensamiento del hombre Occidental hasta nuestro siglo, ése que ha dado paso ya a una nueva estimativa y concepción del mundo.

Estos pensamientos, entresacados del Diario Inédito de Vargas Vila, TAGEBUCHER, es fiel testimonio de un hombre excepcional desengañado en su más profunda sensibilidad por los acontecimientos surgidos en una época de agotamiento y extinción de la ancestral cuestión sobre el sentido del vocablo verdad y su fundamentación histórica.

Al cuestionar Vargas Vila todas las ideas y creencias de una cultura enfermiza y decadente, supo así ir desenmascarando esos poderes que han degradado la mente humana hasta llevarla a este último acto de la tragedia de una historia dos veces milenaria y que hoy entra en esa final descomposición de su “yo deificado”, al que le era implícito un “subjetivismo” cada vez más enfermizo y des-humanizado, sobre todo a partir de la gran revolución industrial que sufre Europa a partir de 1800 en adelante.

Es por eso que el autor de “Ibis”, “Ante Los Bárbaros” y “La Voz de las Horas” obligó al hombre de su tiempo (1900-1950) a enfrentarse a una ética bastarda y de esclavos, o sea, a una moral de decadencia que nos hizo vivir en el seno de un “inmenso manicomio”, como dijo Nietzsche, anadiendo éste que los hombres de nuestra cultura judeo-platónica-cristiana eran seres deteriorados y que carecían ya de capacidad para un vivir “auténtico y dionisiaco” en la que éste pudiera ejercer el predominio de una “una razón vital”, señalada por Ortega y Gasset, la que nos permitiera una “acción sin idea”, o sea, una percepción pura más allá de toda “fe revelada” o de una “razón pura”, y sólo bajo el dictado de una razón que nace de nuestra vitalidad primordial. Ello constituye llegar a la “inocencia del devenir” que senaló Nietzsche para una Humanidad que sepa producir una moral allende “el bien y el mal” y que haya trascendido los engañosos conceptos de “Dios y la Nada”.

Debemos resaltar, por todo lo anterior, la terrible crisis mental –su noche obscura– que entre 1899 y 1904 coincide con su novela “Ibis” y se cierra con su novela veneciana “La Simiente”. Era un hombre ya sin Dios, sin patria y sin familia. Estamos, pues, en el inicio de eso que Ortega y Gasset llamó “ser un romántico al revés”, ese hombre nuevo que vive y aspira a vivir “sin las tradicionales ilusiones”, y con una sola ilusión, si le es posible, con “la ilusión de poder vivir sin ilusiones”, y ello porque todas, las más íntimas y profundas, han ido muriendo y no han podido ser restituidas por aquellas que hubieran llenado el vacío angustioso dejado por las ilusiones idas.
Y es que nuestra realidad es hoy un “desilusionado vivir”, tras la agonía y muerte de las creencias que conformaban y justificaban nuestro vivir. Viviamos, sin saberlo bien, de una fe ambivalente y nunca demostrada: la fe en la razón y, a su vez, también en esa búsqueda de una razón para esa fe que nunca ha podido ser convalidada. Por eso hoy necesitamos actualizar un proceso de “pensamiento negativo” que equivale a una “suspensión del juzgar”, como dijo Jiddu Krishnamurti, y así, invirtiendo el proceso conceptual-afirmativo del “ego”-, podamos con ello des-pensar lo ya pensado como “razón histórica”, y llegar entonces a intuir un búdico “vacío o La Nada Primordial”, desde donde todo pensar nace y deviene -huyendo de la angustia ante el No-Ser-; he ahí el origen de ese “yo subjetivista” que es deseo, apego identificativo y frustración sin fin, o sea, ese “constante fracasar” dado que toda “forma del ego y su apegarse” se encuentra en una incesante modificación que implica, a su vez,el vacío al que retorna y de que nos hablaba Maister Eckhardt. Es ese fracasar y su dolor lo que nos lleva a esa suprema renuncia en el seno de una “Nada ya aceptada”, y en un cuyo estado es que sentimos la unificación con una vida en que cesa toda separatividad. Cabe agregar aquí, y lo repetiremos después, que toda nuestra concepción Ontológica del hombre, el mundo y sus creencias, sean religiosas o filosóficas, están hoy en crisis definitiva en virtud de los datos aportados por la epistemología contemporánea con: Heisenberg, M. Planck, Godel, Schrodinger, Einstein, Russell, D. Bohm, etc. En todos estos geniales científicos podemos comprobar cómo los conceptos hasta hoy vigentes de: sujeto, objeto, lógica, verdad, alma, justicia etc, son ya vacíos y obsoletos, dando pie a esta fase última del nihilismo que nos permite razonar la gran mentira en que se fundamento la metafísica occidental y su ilusorio concepto de “substancia”, además de los de “ego”, “lógica” y “ética”. Estamos, pues, ante la muerte del término greco-latino Ser-Ente, con el cual se extingue la base gnoseológica y linguística, en que se asentaba el pensar europeo y una cultura nacida como expresión actual del sentir neurótico y sin autenticidad del hombre europeo, llamado también Occidental …Todo lo anterior nos prepara para esa Nueva Revelación que tiene por esencia una “Reforma de la Inteligencia Humana”, como nos auguraba J. Ortega y Gasset, siguiendo lo profetizado por Nietzsche en su “Crepúsculo de los Idolos” y en su “Anti-Cristo”, obras con las que, como él dijo, “partió en dos la historia del Mundo”.

Y es precisamente su profunda visión de la intimidad desgarrada de una cultura la que se refleja en la obra, hasta hoy incomprendida, de J.M. Vargas Vila, quien ya había presentido durante su austera y combativae adolescencia y juventud en su Colombia natal, las implicaciones psicológicas e históricas de esa urgente transmutación de valores, en cuya transición se percibía, desde fines del siglo XIX, el rumbo que iba tomando una falsa y decadente Civilización Occidental sensual, hipócrita y consumista, que había traicionado el mensaje del Jesús histórico, tema éste de las profundas reflexionesnes religiosas que se observan en la genial novelística contemporánea de Hermann Hesse y Stefan Sweig, en cuyos atormentados personajes, al igual que en los de Dostoievski, se expresan las pasiones y juicios más esclarecedores sobre nuestra sensibilidad actual, así como sobre esa tenaz angustia de la conciencia humana ante el doloroso y pasajero existir terrenal, o sea, que como dijo Ciorán, somos las víctimas de la llamada “tentación de existir”.Así es como se explica ese melancólico desdén e indiferencia conque Vargas Vila, en su dudar incesante frente al naufragio que implica todo destino existencial, siente náusea y absurdidad ante los principios religiosos, filosóficos y políticos en que se fundaba nuestra esquizoide sensibilidad judeo-cristiana, y se va acercando en sus últimos años a ese desenlace inevitable de la visión romántico-voluntarista de la vida, ésa que da paso al ejercicio de la espontánea “razón vital” de que habló siempre Nietzsche y su discípulo en España, el genial José Ortega y Gasset. No obstante fue el voluntarismo de Schopenhauer el que más supo impregnar su sensibilidad más profunda. Fue Schopenhauer el que como “budista europeo” le hizo percibir -vivenciar a Vargas Vila la “ilusión del ego” y sus ideas y creencias, nacidas de la “fe revelada” y de la supuesta “razón pura”, que son las dos creencias básicas que sustentan la memoria de todo ego y su subjetivismo, dada su ansia de futurizarse, eludiendo a cada instante su vacuidad, para así lograr esa realización que cree ilusoriamente es la consumación de su destino.

Es esa angustia primordial la que siempre habrá de experimentar el “yo” por estar siempre frente a su radical e inherente vacio -dualidad e incertidumbre- dado que esos estados éste no los experimenta como desde un “fuera” sino que los lleva en sí, en su propio y dramático acontecer, o sea, “ese que es un ir siendo”. Y es que el origen y necesidad del devenir sensorio –la ignorancia del Buda-, está esa “impermanencia” de todo pensar que así va adquiriendo, en un acto incesante del desear, nuevos apegos e identificaciones que habrán de constituir la memoria del “ego” y su temporalidad, esa forma del tiempo que nos es imposible sentir como ilusoria, moviéndose siempre en lo contingente, o sea, de creencia en creencia, de ilusión en ilusión, como perpetuo peregrino del ser y eterno indigente en su búsqueda sin fin de la Verdad Suma, ésa que suponía podía prodigarle la fe o una razón muy superior, dada la “muerte de Dios”, el Dios judeo-cristiano sentido como ido y ausente, un Dios que se retira, prefirió sentenciar Heidegger, y dado que el hombre hizo suyo el poderoso “instinto de la Verdad”, dijo el sumo vidente Nietzsche.
Es por todo lo anterior que ya podemos darnos cuenta cómo en Vargas Vila, tras su profunda desilusión romántica, sufrida en relación a las creencias e ideas que sustentaban la tradición ético-religiosa de su niñez y juventud en Colombia, y dado la muerte de esta tradición, se produce en el esa lúcida “vivencia” -fugaz, casi siempre-de ese “vacío transcendental” en que dejan de existir todos los “condicionamientos históricos” que son los causantes, por su dualidad e impermanencia, de esa angustia existencial del “yo y su memoria” –así adquirida-, y por la que éste nace como“ auto-conciencia” en su ilusorio devenir que adopta, cada vez, más y más profunda dualidad e impermanencia, en su afan imposible de un placer y seguridad definitivas, como dijeron ambos Krishnamurti en su mensaje, ése de una obvia raíz búdica, y también Zen, como desenlace en que se expresa la más bella joya de la sabiduría asiática. Quizás es en Osho donde mejor ésta culmina en su radiante luz que ilumina lo más bello y profundo de esa sutil mente en que se unifican Buda y Lao …

Fue por eso que en Vargas Vila tenía que producirse, mezclando la luz y la sombra de sus dolores profundos, el culto del Arte hasta volverse un “esteta”, o sea, el camino que Schopenhauer, Nietzsche y Bergson aconsejaron para la muerte del “ego”, y su disolución en el grandioso mar de la energía cósmica (Tao) de donde provino y hacia donde siempre retorna, tras la pasajera ilusión que en esta vida nace de que hay una entidad egoica separada. Los distinos planos vibratorios del cuerpo fisico, emocional y mental se reintegran a los correspondientes y afines niveles y campos vibratorios de la manifestación universal, como nos explica “El Kybalión”, el gran libro greco-egipcio, que coincide también con el Theravada y el Tao, inter-actuando con las distintas leyes herméticas del mentalismo. Es por eso que Vargas Vila se autotituló un Esteta y a ese respecto nos dice en su libro de pensamientos “El Rosal Pensante” que: “Los apotegmas de Diógenes Laercio en la Vida de Aristipo; esa teoría augusta de la Delectación Espiritual; he ahí lo que deben ser la Biblia y el Breviario de un ESTETA”.

Es por eso que en la “estética” de Vargas Vila se producía esa “rara voluptuosidad” a la que él llamó “su melancolía” que consistía en ese estado de forzoso des-apego al que nos conduce un día el ver lo impermanente y transitorio de la vida fenoménica. En ese estado el yo siente que se vacía de aquellos recuerdos dolorosos que lo dominaban puesto que ya dejan de tener sentido el retenerlos, produciendose entonces una calma y serenidad que, no obstante, conservan todavía algo de aquellos recuerdos que se niegan a morir pero que sentimos se van hundiendo en una forzosa y paulatina despedida, provocando ello un júbilo que es, a la vez, melancolía ante el vaciamiento de la febril memoria del “ego romántico”, ése que queda así un día vaciado de sus creencias e ideas. Se trata entonces de “vivir a fondo” nuestro desilusionado vivir, eso que es lo único que nos queda, quedando así una sola ilusión, como dijo Ortega y Gasset, la de “poder vivir sin ilusiones”, termina afirmando Ortega … Se trata, por tanto, de ese desenlace del instinto de la verdad que así nuestra final liberación psicológica. Cabe meditar en que esa melancolía que tuvieron los grandes hombres, como Buda, Heráclito, Empédocles, Pirrón, los estoicos, Jesús, etc es lo mismo que esa “noche obscura del alma” de los grandes místicos yogas, cristianos, budistas y sufies, así como de grandes artistas y escritores entre los que podemos intercalar a Vargas Vila y a Ciorán, cuando nos hablan del “El Maldito Yo”. Es por eso que dije en páginas anteriores que Vargas Vila, aunque inclinándose con más frecuencia a Schopenhauer, más que nada en su conducta cotidiana, tenía mucho también de Nietzsche en el sentido de la devastadora crítica, más actualizada, contra todos los valores e ideas degradadas y enfermizas, inherentes a la ética hipócrita y corrupta del hombre europeo, mucho mas corrompido y despreciable que el Hombre Oriental, como también dijo Ortega y Gasset. Y es que la “razón vital” de Nietzsche y Ortega se encuentra mucho más vigente en el hombre asiático –hindúes, chinos y japoneses– esos hombres del “Asia profunda”, cuyas “técnicas del alma” son las que ahora le urge conocer al hombre occidental, sobre todo las del budismo tántrico, así como las del Zen (VER Osho).
Fue por eso que en su libro “Aurora”, pensamiento # 96, Nietzsche ve en Buda al supremo pensador de la Humanidad siguiendo en ello a su maestro y educador Schopenhauer. En la esencia de su pensamiento son más los puntos de contacto, que las diferencias, de Nietzsche con Schopenhauer. No olvidemos que en ambos su vida y mensaje fue el desesperado intento de superar el voluntarismo y sus previas representaciones platónicas del mundo. De ahí que Ortega y Gasset dice que tras la superación del voluntarismo, y su idealismo anterior, el hombre volverá a darse cuenta que sobre el están esos “poderes superiores a los que está sometido y debe someterse (Ver Misión de la Universidad). Por eso Nietzsche en su última carta a Cósima Wagner así como Schopenhauer en el último renglón de su “Mundo como Voluntad y Representación” citan a Buda como símbolo y fundamental Arquetipo de la Sabiduría.
Volvamos a Vargas Vila, el Gran Incomprendido.El Arte fue para Vargas Vila el refugio y consuelo hacia el que huía desde su intimidad lacerada por una angustia implacable y así lograr un olvido, siempre pasajero, de su obsesivo mirar en lo que llamó: la miseria moral de la condición humana. De ese prometeico y trágico mirar en la historia de esos valores decadentes que negaban la sana vitalidad humana surgió un dia en Vargas Vila aquella frase terrible e inquietante en la que expreso el inmortal panfletario de América:“Oh, Zarathustra …, estamos en espera de que tu gran locura, caiga un día sobre el cerebro del mundo para salvarlo … ¡Oh, tú … nocturno y auroral, profundo y claro …! Como es bella la luz que brota de tus tinieblas, tenebroso eres como Heráclito, y sin embargo tienes a veces la cáustica simplicidad de Voltaire!”, y sigue diciendo sobre Nietzsche: “no se le puede sondear, ni se le puede alcanzar; penetra en todos los abismos, y se pierde en todos los cielos …, ha sido el más audaz buscador de la Verdad que se haya visto nunca cruzar por los horizontes afanosos del pensamiento …”
Así fue como en Vargas Vila la muerte temprana e irreparable de aquellos principios de una moral que enfermaba la vida auténtica, lo hubo de conducir a una realidad más íntima y profunda y en cuyo seno revelador comenzó a vislumbrar cada día más, como veremos en su Diario Inédito (TAGEBUCHER) lo que Ortega y Gasset llamaría pocos anos después, y tras su genial crítica a la fenomenología de Husserl en 1912 “la aurora de una nueva forma de pensar”, basada en un replanteamiento fundamental, y más allá de toda Onto-teología, de la ancestral cuestión y problematicidad del Ser, tema éste que ya ha quedado correctamente planteado, en toda su enorme dimensión psicológica, con Nietzsche en el Occidente y ambos Krishnamurti en el Oriente.También pudiéramos agregar la regeneración tántrica que plantea el genial filósofo hindú Bhagwan S. Rajneesh, más conocido por Osho. De ahí el ataque que sufrió de parte de los grandes intereses políticos, religiosos y económicos del Occidente semitizado, ataque que terminó costándole la vida en 1990.

Hemos visto cómo se cumplió en el trágico destino de Vargas Vila, como alma de una época transicional y preñada de agnósticismo y rebelión, aquella genial sentencia del pensador alemán Martin Heidegger: “Estamos ante el tiempo de los dioses idos y del aún no del Dios por venir”. Hemos llegado, pues, a la comprensión histórica de la ilusión implícita al termino “conciencia o ego”, con lo que ya retornamos al siglo (Eje-Axial) de Buda y sus contemporáneos los pre-socráticos de la Grecia colonial y continental. La Grecia que resumió lo mejor del Oriente y de la Hélade, como dijo Nietzsche.

Sólo teniendo en cuenta lo anteriormente citado es que entenderemos algún día, tal vez, el origen de la profunda rebelión nihilista y política de Vargas Vila y su vinculación, hasta hoy no esclarecida, con la tragedia histórica del hombre contemporáneo, ése en el que se percibe, como decía Xavier Zubiri, la desgarradora sensibilidad y agonía de “un ser que se ha quedado huérfano de Dios, del mundo y la razón”.

Es por eso que como dijo Ortega y Gasset: “La vieja idea del ser que fue primero interpretada como substancia y luego como actividad –fuerza, espíritu–, tiene que enrarecerse, que desmaterializarse todavía más y quedar reducida a puro acontecer. El ser es algo que pasa, es un drama.Como el lenguaje está todo constituido por una inspiración estática, es preciso retraducirlo integralmente a las significaciones fluidas del puro acontecer y convertir el diccionario entero en cálculo tensorial”. (Del prólogo a los Alemanes, 1934) . O sea que ni la “fe revelada judaica” ni la supuesta “razón pura griega” van a permitirnos realizar el urgente llamado de nuestro tiempo, ése que se constituye en el poder comprender, para así trascenderlo, el “yo psicológico” y su milenaria memoria genética e histórica, aquella en que se constituyeron todas esas creencias e ideas auto-defensivas y enfermizas que en su afán imposible de permanencia, han constituido el origen y posterior conformación existencial y dialéctica de la “conciencia humana”.

Sin esa difícil comprensión el Amor Primordial y genuino es imposible, y cualquier cosa que hagamos, sea lo que sea, nos llevará a fracasar y a quedarnos solos ante un mundo en que “Dios ha muerto”, como dijo Nietzsche, y que ya no quiere oír la voz sabia de la historia como maestra del pensar, para así fundar una “nueva armonía de la vida”, como dijo Stefan Sweig, ésa que renovaría este vivir fatigado y decadente del hombre actual.

A este respecto nos dice Ortega y Gasset lo siguiente: “De donde resulta que por habernos Kant enseñado que el pensamiento tiene sus formas propias que proyecta sobre lo real, el fin del proceso por él iniciado consiste en extirpar a lo real todas esas formas que le son, a la vez, inevitables y ajenas, y aprender a pensar en un perpetuo “Alerta”, en suma tenemos que aprender a des-intelectualizar lo Real a fin de serle fiel. (De su libro Historia Como Sistema, Edición de P.Garagorri).

Y de su crítica hecha al concepto de conciencia nos dice Ortega que: “Para nosotros será siempre monstruoso el hecho de que razas enteras consideren el dejar de ser, el Nirvana, como ideal de la vida. Y, sin embargo, Oriente y Occidente han sabido encontrarse en las cimas de las mentes místicas …”; y es por ello que, nos señala Ortega a renglón seguido en su libro titulado “El Espíritu de la Letra (1927): “Así, el maestro Eckhardt insiste en que todo ser lleva en sí su propio fracaso. Cada ser fracasa en la medida en que no es los demás seres. Consiste, pues, en una negación infinita; su ser está tejido de no ser esto, de no ser lo otro, etc”.

Esto que señala en el libro citado “El Espíritu de la Letra” lo aclara en el mismo libro cuando nos dice en sus tres estudios de R. Tagore dedicados a Zenobia, la esposa de Juan Ramón Jiménez: “No hay sino anhelos, señora, lo demás no existe vitalmente.La realidad de que habla la ciencia es no más que una realidad pensada. Realidad viva únicamente la tienen los objetos cuando en ellos se prende nuestro deseo o nuestra nostalgia … los hindúes han sabido esto mejor que nadie, y por eso Buda hace de la sed la sustancia del mundo” … “La sed, la sed, el deseo nos hace vivir y revivir; sed de placer, sed de vivir y sed de morir” … “Verdaderamente –continua Ortega-, que nos da verguenza acercar esta alma quieta y transparente, como un remanso de fines de abril, las nuestras agitadas y turbias. Las más agudas sospechas nacen como resultado de esta comparación: ¿No será un descarriamiento el rumbo integral de la cultura europea? Porque la calma del indo proviene de que ha puesto bien en claro la relación de su persona con los problemas últimos …”. Y es por todo lo anterior que Ortega al hablar de esa coincidencia de las dos grandes místicas, las de los pueblos del Nirvana y la nuestra de Europa, nos remita al ejemplo de San Juan de la Cruz cuando, precisamente tendrá que referirse al profundo y renovador tema que titulará: “Un radical replanteamiento del problema del Ser …, y del Pensar” …Y es que estamos retornando a la idea hindú y china de ese “vacío” que sólo Dios puede llenar. A ese respecto nos dice Ortega en su libro “Estudios sobre el Amor” (1939): “Y ahora viene lo más sorprendente: una vez que la mente ha sido evacuada de todas las cosas, el místico nos asegura que tiene a Dios delante, que se halla lleno de Dios. Es decir, que Dios consiste justamente en ese vacío. Por eso habla el maestro Eckhardt del “silente desierto de Dios”, y San Juan de la “noche oscura del alma”; oscura y, sin embargo, llena de luz; tan llena que, de puro haber sólo luz, la luz no tropieza con nada y es tiniebla. [Esta es la propiedad del espíritu purgado y aniquilado acerca de todas particulares aficiones e inteligencias, que en este no gustar nada ni entender nada en particular, morando en su vacía oscuridad y tiniebla, lo abraza todo con gran disposición para que se verifique en él lo de San Pablo: “No tienen nada y lo poseen todo”. San Juan denomina en otro sitio este vacío repleto, esta oscuridad luminosa, con la formula más deleitable; es decir –dice– “la soledad sonora”] , pag 54 y 55, de la Edición de P.Garagorri, Madrid, en Alianza Editorial, 1987. Por eso es que Ortega nos había dicho: “Si se compara la vida de Occidente con la de Asia –indos, chinos-, sorprende al punto la inestabilidad espiritual del europeo frente al profundo equilibrio del alma oriental. Este equilibrio revela que, al menos en los máximos problemas de la vida, el hombre de Oriente ha encontrado fórmulas de más perfecto ajuste con la realidad”, y termina Ortega : “El oriental, habituado a no separar la cultura de la vida, por haber exigido siempre a aquella que sea vital, ve en la conducta de Occidente una radical omnímoda hipocrecía, y no puede reprimir al contacto con lo europeo un sentimiento de desprecio.” Del libro: “El Tema de Nuestro Tiempo”, Edición de Paulino Garagorri en Alianza Editorial, Madrid.

Como se hace necesario aquí vamos a reproducir esta genial página sacada de la Historia de la Filosofía, dirigida por Francisco Chatelet, y que al hablarnos de ese colapso del saber de salvación psíquica y vital (Max Scheler) que poseían los antiguos nos dice en la página que dedica al gran neoplatónico Plotino de Alejandría lo siguiente: “Si es verdad que el cristianismo, al menos el de la teología, sólo fue un paréntesis en la historia del Ser, podría ocurrir que el mismo anacronismo de estos fieles rezagados de Grecia haya hecho de ellos los precursores de un pensamiento futuro que todavía hoy, a través de los síntomas negativos de la “muerte de Dios” y del “fin de la metafísica”, sólo se deja apenas vislumbrar”. Y es que el “escépticismo-neoplatónico” nos indica que la enseñanza de Platón tenía que constituirse en ejemplar escepticismo … y sigue diciendo Ortega: “El nombre que mejor declara la víscera del conocimiento en cuanto pensar exacto es escepticismo; el hombre no tiene derecho a más y tiene la obligación de ser escéptico”, termina diciéndonos en su libro Leibnitz (1947).
Es por todo lo anterior que con la gran rebelión contra todos los valores decadentes hecha por Nietzsche en Europa hacia 1900, y por su discípulo-hermano en nuestra América Latina, el nihilista colombiano José María Vargas Vila, hubo de comenzar la aurora de esa “reforma integral del pensamiento humano”, pronosticada por Ortega, y que hoy sienta las bases de una nueva cultura y percepción de la vida. Ella se hace urgente dada la profunda crisis que se percibe hoy en el “idealismo europeo”.

Pero para que ese Nuevo Hombre de Nietzsche nos traiga sus redentores ideas y valores nuevos tiene que advenir una anhelada y esclarecedora “armonía de la vida” -Stefan Sweig-, y tras el decursar de 2500 años de “olvido del Ser”, como dijo Heidegger, cesando en este interregno, que hoy fenece y termina, todo lo que fue una milenaria falsificación de la historia humana. Y para ello se hizo necesaria esta transición y renovación de valores dentro del desenlace de un nihilismo que hoy se expresa en la rebelión heroica, solitaria y desmesurada contra Dios, los hombres y la historia de Nietzsche en Europa y de un José MaríaVargas Vila, en nuestra Hispanoamérica.

Y es que de lo que Vargas Vila nos habla, desde su búdico agnósticismo, es de ese derrumbre de todas las creencias e ideas que el ataca sin piedad en sus obras, y sobre todo en su Diario hasta hoy inédito y publicado, en sus mejores fechas, por quien subscribe. Un Diario que se extiende desde 1899 hasta 1933, año en que muere en Barcelona, a los 72 anos. Se trata de un Diario manuscrito cuyas copias, de las mejores partes, pudieron salir milagrosamente de La Habana donde yace cautivo, o en poder ya, probablemente, de Gabriel García Márquez, fiel amigo y servidor del sátrapa de Cuba.

En la lectura de esas páginas sentiremos una profunda emoción e inquietud ante su trágica y calumniada existencia, ésa que, además, estuvo preñada de raros fenómenos mentales de naturaleza esóterica y parapsicológica; unos fenómenos estudiados y, en parte, sufridos también por quien suscribe, y que ha ido publicando las partes más importantes de ese Diario aquí en Miami, y también en Barcelona.

Es de esa existencia solitaria e incomprendida de donde hubo de nacer con “ira sagrada” y “metáfora tajante” su ataque demoledor e insobornanle contra la cobarde mediocridad e inautenticidad de su tiempo. Cuandos todos callaban ese fue su grito prometeico y desmesurado para alertar, primero a Latinoamérica, y después, al Mundo de la política rapaz, semítica y explotadora de los imperialismos europeos, así como del norteamericano, cosa ésta que también había hecho, con astucia y diplomacia, su amigo y también genial pensador José Martí.
Y es que en su rebeldía, debemos reiterarlo, Vargas Vila atacó en su misma raíz el fundamento ético y metafísico en que ha descansado hasta hoy la llamada Civilización Occidental, ya en franca e irreversible agonía. Es así que Vargas Vila se constituyó en una singular personalidad que mucho heredó de esa angustia post-romántica (última etapa del nihilismo) que el genio de Schopenhauer y el de Nietzsche habían sintetizado en el terrible y anonadante anuncio de que “Dios ha muerto” entre esos hombres que así hoy se entregan desesperadamente al intento inútil de llenar –el ego hipertrofiado por una inseguridad radical-, con esas evasiones que falsifican la existencia al suplantarla con apegos cambiantes y engañosos, originado en esa nostalgia de lo perdido y del ansia de lo que no se tiene, o sea, un existir que no acepta la básica impermanencia de las imágenes e identificaciones con cosas, personas e ideas, como nos explicaban tan detalladamente Jiddu Krishnamurti y también Uppalari Goppali Krishnamurti.
Aquí debemos intercalar lo siguiente en relación a esa “melancolía voluptuosa” –no tristeza- quedecía experimentar Vargas Vila casi siempre desde su inexpugnable soledad, una soledad que tenía mucho de esa soledad del hombre metafísico en busca de la Verdad. Recordemos sólo esa nota del Diario de Vargas Vila con fecha de 1 de septiembre de 1929:

La fuente corre, y el árbol queda;
Lo fugitivo y lo inestable de la Vida …
¿Qué vale el instante precario en que la fuente retrató el arbol en su
seno tembloroso para olvidarlo luego?
¿recuerda el árbol el momento en que la fuente, al retratarlo,
lo acaricio con el beso de sus ondas fugitivas?
todo es transitorio, todo inestable en el fondo de un paisaje de
tinieblas que es la Vida …
¡por qué empeñarnos en asir las sensaciones y hacerlas eternas en
nuestro corazón que es un lago de inquietud perpetua, en el cual
duran las emociones …
lo que la irisación de las olas del mar ?
conformémonos con amar la cadencia arrulladora de la ola que pasa,
y la sombra melancólica del árbol que queda …
imagen de nuestra vida, que fue un árbol que se retrató,
en una corriente fugitiva …

Comentario: Como hemos visto la melancolía de Vargas Vila va estructurándose a partir de esa vivencia emocional que nos hace percibir la Nada subyacente a cada apego a las impermanentes y en sí [vacías] formas que tientan siempre, con sus distintas, engañosas y fluyentes identificaciones, nuestra vida y su inherente vacío existencial. Es ese sentir el reclamo que el No-Ser hace a todo ser que nace y muere en la inexorable temporalidad. Por eso la melancolía, nos dice Vargas Vila, es también una angustia muy peculiar y auténtica (la angustia ante la Nada) que se va convirtiendo a cada instante en la dicha de una renunciación a su propio pasado, y reconciliación, en un acto final de impotencia y humildad total, con el doloroso y fugitivo espejismo del mundo … Queda una especial serenidad, ésa que no es indiferencia ni tristeza. Y termina diciendo Luis Racionero en su estudio sobre la Estética del Tao: “A los paisajistas chinos, como a Leonardo de Vinci, es preciso acercarse en esta clave de una visión suspendida, como alegría caduca que nos da la esencia huidiza de la belleza del mundo, fijada por estos pintores en la perfección de una hora que está a punto de desfallecer, y sin embargo, sólo lo fugitivo permanence y dura … Por eso continúa diciendo esta obra maestra del taoísmo que citamos: el Gran Vacío es el aspecto lleno de Tao. En Tao el único movimiento es el retorno: La única cualidad útil, es la debilidad. Porque aunque todas las criaturas bajo el cielo son productos del Ser, el Ser a su vez es producto del No-Ser … Esta sensibilidad hacia el No-Ser, esta captación del vacío como algo tan real como las formas, esta culminante percepción del punto quieto donde el vacío genera la forma, donde el Ser y el No-Ser se llaman, es el centro de la carrera del gozo buscado y hallado por los catadores de silencios y por los grandes artistas. San Juan de la Cruz, que estuvo allí, nos habla de la música callada, la soledad Sonora”. Textos de Estética Taoísta, por Luis Racionero.

Es por todo lo anterior que Colombia ha tardado tanto en percibir la grandeza del inmortal panfletario. Su ataque demoledor contra el inmenso poder eclesiástico que dominaba, junto a los distintos tiranos que ese poder legitimaba, hizo que sus libros fueran censurados hasta la desaparición en su Colombia natal. He ahí el origen del oculto “resentimiento” que casi todos los colombianos sienten cuando se nombra al heroico y calumniado bogotano que fue José María Vargas Vila. A ambas cosas citadas se unió que se fue para siempre de su patria y jamás quizo volver a ella. Tras su muerte ese deseo póstumo fue profanado por aquéllos que aún hoy no han hecho justicia a su memoria permitiendo que su Diario, en parte inédito, siga bajo la manipulación del gobierno totalitario de Cuba, quien probablemente se lo ha obsequiado a su cobarde y servil cortesano Gabriel García Márquez, que estoy seguro todavía suena con hacerle el prólogo a ese voluminoso Diario de quien fuera el colombiano más digno de su tiempo y de todos los tiempos. Es precisamente el haber sido una vida tan digna lo que hace imposible que nazca de la pluma de García Márquez ese prólogo que merece Vargas Vila, y que le es imposible hacerlo a un escritor que como “Gabo” vive muy de espalda a esa integridad y dignificación de la vida que como hombre sí supo ejemplarizar Vargas Vila; por eso todavía sentimos la nostalgia del gran panfletario; y la sentimos precisamente …, por su dolorosa e irremediable ausencia.
Y es que sobre Vargas Vila pesan grandes calumnias. Una de ellas es su pésimo concepto de las mujeres. No comprendemos por qué se le acusa de ese pensamiento sobre la mujer. Y ello porque ése es también el pensamiento de la Biblia y de todos los libros sagrados del Oriente. También es el mismo pensamiento que tuvo el gran pensador citado aquí Ortega y Gasset cuando dice en su libro “Estudios sobre El Amor”, publicado en 1939, en donde nos dice: “Es penoso advertir el desamparo de calor femenino en que han solido vivir los pobres grandes hombres. Diríase que el genio horripila a la mujer. Las excepciones subrayan más la plenitud del hecho … La mujer desdeña al grande hombre concienzudamente, y no por azar o descuido … Desde el punto de vista de la selección humana, este hecho significa que la mujer no colabora con su preferencia sentimental en el perfeccionamiento de la especie, al menos en el sentido que los hombres atribuimos a éste.Tienden más bien a eliminar los individuos mejores, masculinamente hablando, a los que innovan y emprenden altas empresas, y manifiestan un decidido entusiasmo por la mediocridad. Cuando se ha pasado buena porción de la vida con la pupila alerta, observando el ir y venir de la mujer, no es fácil hacerse ilusiones sobre la norma de sus preferencias. Todo el buen deseo que a veces muestra de exaltarse por los hombres óptimos suele fracasar tristemente, y, en cambio, se le ve nadar a gusto, como en su elemento, cuando circula entre hombres mediocres”, del libro citado “Estudios sobre el Amor”, páginas 100 y 101, Edición de Paulino Garagorri en Alianza Editorial, Madrid, 1987.

Ante todo lo expuesto anteriormente cabe la pregunta por qué cuando se condena a Vargas Vila por sus ideas sobre las mujeres no se habla también de lo que sobre ellas dicen la Biblia, los textos como el Codigo de Manú o lo que dice un filósofo de la talla de José Ortega y Gasset. Estas tres sabias fuentes opinan sobre la mujer en forma muy parecida a como lo hace Vargas Vila. Luego entonces no nos debe asombrar mucho la opinion de Vargas Vila sobre las mujeres. De lo contrario tuvieramos que criticar también La Biblia, los libros sagrados del Oriente, la opinión de muchos psicoanalistas como S. Freud, y otros, así como filósofos de la talla de Ortega y Gasset. Si no tenemos ese valor e integridad es mejor, entonces, dejar tranquilo a Vargas Vila sobre lo que dice sobre la mujer. Dado lo dicho anteriormente, y otras cuestiones analizadas en torno al calumniado Vargas Vila, pronto veremos lo que ocurrirrá con la integridad de esos documentos dado que se acerca el fin de la tiranía más larga y sanguinaria en la historia de Hispanoamérica.

BREVE TESTIMONIO AUTOBIOGRAFICO

(LAS TORTURAS RECIBIDAS EN 1970 Y 1983)

Poco antes de cumplir mis 20 años, en abril de 1961, y ante los graves acontecimientos que marcaron la historia de mi patria sojuzgada ya por el totalitarismo castrista y lo visto en la llamada “la gran traición de Playa Girón”, cobardemente ordenada por el Presidente Kennedy, estuve detenido toda una tarde y hasta bien entrada la noche. Fui libertado junto al Dr. Félix Gutiérrez Sánchez, médico y amigo de la infancia, que terminaría “suicidándose”. Comenzó para mí ese estado de honda inquietud y zozobra por el destino de mi patria a la que veía precipitándose rápidamente en la barbarie más inhumana y terrible. Mi temperamento hipersensible contrajo fuertes estados de angustia viendo los fusilamientos sin juicio de aquel psicópata y aventureo, además de criminal compulsivo, el argentino Ernesto “Che” Guevara. También otros “comandantes” empezaron a dar las órdenes que dieron inicio a una orgía de sangre una vez destrozado todo el marco y legitimidad del poder institucional cubano, sobre todo, del poder judicial que, literalmente, dejó de existir. En ella cayeron muchos inocentes. Había sido en Febrero y Marzo de ese año 1961 que, como dije, habían empezado mis relaciones con la Sra. Georgina Palacio y pude ver los siete paquetes de manuscritos del Diario Inédito de Vargas Vila y su transcripción mecanografiada, la que leí integralmente.

Ya yo empezaba a ver claramente las consecuencias que en mi patria había traído la conjura y conspiración por la cual el presidente de U.S.A. D. Eisenhower había entregado en bandeja de plata a los hermanos Castro una Cuba desarmada y que muy pronto reconoció, dando legitimidad diplomática, a un tiranuelo sin ley ni compasion, pero que era el que convenía a los grandes intereses de Wall Street, el Dr. Fidel Castro, quien también era hombre del agrado del Sr. David Rockefeller quien pocos años después pagaba una fortuna al Gobierno uni-personal de Castro por la protección de los pozos de petróleo de la Golf Oil Company, en Angola. Y con tristeza infinita nos dimos cuenta que era la juventud cubana la que allí era enviada a morir, en calidad de mercenarios, para proteger esas compañías americanas de la Banca Rockefeller.Todo el germen de esos hechos y acontecimientos a los que hay que agregar el Servicio Militar Obligarorio en 1963, impuesto a la juventud cubana, y el cierre de la salida del país para los que se encontraban en Edad Militar –15 a 27 años–, hicieron imposible mi sueño de viajar a España en donde esperaba terminar mi frustrada carrera de Filosofía y Letras de la que los seudo-marxistas criollos me habían expulsado en 1963 cuando la Federación Estudiantil la lidereaba el Sr. Ricardo Alarcón. Por ello me vi obligado a sacar mi pasaporte cubano en 1964 y estaba en gestiones con Georgina Palacio para sacar, por la Embajada Española en Cuba, el Diario Inédito de José María Vargas Vila.

A todo esto se agregó la Intervención del Estado Totalitario Cubano de todas las Empresas y Negocios privados del país en 1967. Era ya mi patria una tiranía unipersonal y absoluta. Estábamos y estamos aún ante un Capitalismo de Estado de tipo policíaco y ante un pujante imperialismo del narco-trafico. Las propiedades quedaron privatizadas por un hombre que hacía y deshacía a su antojo sobre la propiedad y los habitantes de la fecunda y hermosa isla de Cuba. Retornábamos a una especie de tiranía faraónica-feudal. Se iniciaba así la más horrenda y sanguinaria tiranía en la historia de América, sólo comparable a las de José Stalin en Rusia y, posteriormente, a la de Mao-tse-Tung en China y el Tibet, instauradas por la gran traición del presidente de Estados Unidos Harry S. Truman, por el genocidio de Hiroshima y Nagasaki y su traición al Kuo Ming-Tan de Chian-Kai-Schek, lo que permitió la invasión de China por Mao Tse Tung con las armas de Stalin.

Nunca he podido comprender cómo los historiadores actuales no describen estas tres sanguinarias tiranías: Stalin, Mao y Castro como mucho más, muchísimo más sanguinarias, que la que pudo ser la de Adolfo Hitler o la de Mussolini, que es la que siempre nos quieren hacer ver como las más terribles los que escriben hoy la historia, y que son, ¡claro está!: “los Vencedores”. Pero si indagamos con detenimiento y profundidad no cabe duda que estamos ante una evidente y gigantesca falsificación de la historia. Ello se comprueba cuando ya ningún historiador a nivel universitario, que yo sepa, narran cómo el principal consejero de Roosevelt en “El Pacto de Yalta”, en Febrero de 1945, era también espía de Stalin; y que esa traición a los Estados Unidos implicó el “obsequio” de toda la Europa Oriental con sus cincuenta millones de esclavos al Supremo Dictador José Stalin.Tampoco se habla como “se debería” del “genocidio” que cometió Truman en Japón, ni el que cometieron los ingleses en Dresde, Alemania, ni tampoco de su traición a Chan Kai Sheck permitiendo así la entrega de China a los amigos de Stalin, los seudo-marxistas del Ejército de Liberación de Mao (?!). Como se ve todo ha sido una ¡GRAN TRAICIÓN! … ESA GRAN TRAICIÓN historica que nos han entregado a los poderes del DEL GRAN CAPITAL Financiero Internacional y su prensa mentirosa. Esa que hoy sigue falsificando la historia mundial y que está al servicio del Club de los Bildelberg y del consejo de Relaciones Exteriores. Todo esto lo he dicho porque si un hombre es sensible en sus fibras morales tiene que sentir naúsea de vivir en un mundo saturado de tantos engaños y des-humanización. De ahí la terrible contienda en que ya estamos y que habrá de continuar en dos frentes: de un lado el poder semita-sajón y, del otro, el poder del “fanático” semitismo Islámico, en alianza con China y Rusia. De nuevo entran en guerra, como nos da a entender Huntington en su libro “El Choque de las Culturas” (Harvard) las varias semi-razas y culturas siempre en lucha.

Pero sigamos con este testimonio de las torturas sufridas en Cuba … Todo lo anterior, como dije, fueron diez años en que quedé profundamente afectado de mi sistema nervioso padeciendo intensas crisis de angustia. Y como colofón a todo lo anterior en 1969 se me acusó por los sicarios castristas del delito de “vago habitual” y se me amenazó, una vez más, de ser arrestado por “alta peligrosidad”. De hecho eso hicieron y me obligaron, a pesar de mi estado de salud nerviosa, a tener que trabajar en el llamado “Cordón de La Habana”, sembrando café y frutas. Así, a duras penas, hice durante muchos meses ese trabajo semi-esclavo, pero ante tanta injusticia mis estados de ansiedad fueron en aumento y decidí entrevistarme con el Dr. Ricardo Mora Díaz y éste vio como oportuno el que ingresara, para una terapia de relajación en el Sanatorio San Juan de Dios de La Habana en 1970.

Una vez terminado el tratamiento tres meses después pude volver al campo. Así pase casi cuatro años, hasta 1973, en que entré a trabajar en un restaurante donde estuve hasta 1980. Debo decir que fue en 1975, que recibí la larga carta de Octavio Paz, cuando ya trabajaba en ese “importante” restaurante de mi ciudad natal, Guanabacoa, muy cerca de la playa de Cojímar, y a media hora de La Habana. Ese restaurante se llamaba La Alianza y en el trabajé, como dije, entre 1973 y 1980. Seis meses después, a principios de Enero de 1981, caí preso un mes en el Departamento Técnico de Investigaciones en donde me introdujeron en algo parecido a un estrecho hueco, casi tan pequeño como en el que introducían a los prisioneros políticos, llamados: las gavetas. Las razones ya han sido expuestas.

Pasaron dos años más y en junio de 1983, me encarcelaron durante seis meses, hasta el 12 de Noviembre de ese año y me enviaron a la prisiones de La Cabaña y del Combinado del Este, así como a una granja de trabajos forzados. Recuerdo que antes de ir a esa enorme prisión que se llama Combinado del Este estuve, como ya dije, un mes en la Fortaleza de la Cabaña donde nos inyectaron –unos cien hombres– con la misma aguja para todos y limpiada con alcohol de 90, para un tipo de virus que en esos días había brotado en La Cabaña; o tal vez esa inyección contenía otra substancia, pero ¿cómo saberlo? Fue allí, en el Combinado del Este, donde sentí la presencia de algo “diabólico”. Por defenderme contra aquel nido de seres sub-humanos me castigaron con siete electrochoks, un día sí y uno no. Una justa y necesaria tortura psicológica para los que se portaban mal. Las que los ordenaron no eran ni psiquiatras. Eran dos psicólogas que trabajaban en el Departamento Técnico de Investigaciones. Sus esposos pertenecían a la siniestra Seguridad del Estado, el llamado G-2 y seguramente también tenían información de de todo este tenebroso complot contra mí por el solo delito de ser el dueño del Archivo Inédito del más famoso escritor colombiano de su tiempo aunque ello incomode a los poderes que quieren mantenernos esclavos de los valores de un pasado que agoniza como dijo Nietzsche, y sujeto a tradiciones que ya son arcaicas y que sólo se sostienen en virtud de los grandes intereses, económicos y político-religiosos que todavía ejercen su poder, ya decadente, como ha ocurrido siempre con el nefasto poder que la Iglesia ha tenido siempre en Colombia desde la traición de Rafael Nuñez en 1885.Todo parece indicar que fueron esos electrochoks recibidos en la prisión del Combinado del Este en Junio de 1983 los llamados por los médicos de “estímulo fuerte”, pues a mi salida de la prisión citada –ésa donde hoy se encuentra el heroico Dr. Oscar Elías Bizet-, comencé a sentir unas “extrañas lagunas mentales”, así como “pérdida por fragmentación” de mi identidad personal. Ese fenómeno, más atenuado, aún me acompana y suscita en mí, sobre todo al despertar, en ciertos días, una intensa “angustia” y una como “sensación de inminente muerte”. Los médicos no saben explicar esa patología que algunos definen como “trastornos epileptiformes” y otros neurólogos como “estados confusionales y pérdida momentánea de la identidad”, surgido todo ello en virtud de fuertes y súbitos estados de ansiedad que aparecen frecuentemente cuando salgo súbitamente del sueño”. Son como “estados confusionales” en que parece, durante algunos segundos, como que me trasladara a otro nivel de conciencia, o tal vez, a eso que algunos parapsicólogos llaman “estado de desdoblamiento de la personalidad.” A este respecto puede leerse a William James, de Harvard, en su clásico libro sobre “la variedad de la experiencia religiosa”, en que nos habla de estos fenómenos. No obstante, debo decir, que en distintos tests mentales sobre mi capacidad de “atención y memoria” éstas se presentan como “normales” para un hombre que ya tiene 66 años. O sea que, como he comprobado después con otras personas y consultando documentos fechados, la memoria de todos estos sucesos que he descrito sobre mis prisiones y torturas, así como todos los recuerdos de lo acontecido en estas memorias que he narrado, se conservan casi intactos. Tengo a este respecto las pruebas médicas y neurológicas que puedo mostrar a quien las solicite, si es que alguien duda de la veracidad de lo aquí expuesto, como cabría pensar por algunos malintencionados lectores. O sea que, aunque la memoria no está afectada, sí lo está la estabiliadad del “campo emocional” creando un desorden bi-polar que ya hoy, por suerte, ha perdido gran parte de su fuerza dada la vida tranquila y entregada a la filosofía y la literatura que puedo llevar. En esas circunstancias es que he podido terminar un libro sobre la filosofía de J. Ortega y Gasset –300 páginas-, y otro sobre José Martí -200 páginas-. También estoy finalizando el titulado: “Stefan Sweig y Hermann Hesse, Vidas Paralelas”.

Un hecho importante de recordar sobre aquellas torturas, vuelvo a insistir en ello, es que nunca supe qué [intensidad en voltios] tuvieron los siete electrochoks sin anestesia y dados en una colchoneta en el suelo, un día si y uno no, en el hospital de esa horrenda prisión. No lo sé ni nunca lo sabré ya. Lo que sí se es que esos estados confusionales tan terribles de la función eléctrica del cerebro me empezaron a raíz de ser puesto en libertad en Cuba un 21 de Noviembre de 1983. Al salir, vía Colombia, y después, atravesando escondido Panamá, Costa Rica, Honduras y Mexico, llegué a Estados Unidos, vía México y Texas y, finalmente a Miami, a fines de Noviembre de 1984.

Hoy sigo sintiendo esos despertares preñados de una angustia que ha sido denunciada por mí como un testimonio más en la película “Las Torturas de Castro”, dirigida por el periodista cubano Pedro Corzo. Como puede verse se vivía en un reino de tal temor e incertidumbre que era preciso tener nervios de acero para que ese existir no afectara la normal y saludable conducta psicológica de un ser humano. Recuerdo el suicidio de algunos, entre ellos, el de mi primo-hermano Ernesto Rivero Pazos, en 1982, así como del medico Félix Gutiérrez Sánchez, amigo de la infancia.

Y quede aquí lo anterior como un testimonio más que incorporo a este “Yo Acuso”.
Fue así que mi vida quedó marcada para siempre con esas bestiales torturas, ésas que a diario se practican en Cuba, y que para mi sorpresa también se han comenzado a aplicar tras el 11 de Septiembre del 2001, en esta nación en que hoy vivo: los Estados Unidos.

Creo que con lo anterior es suficiente. Aunque quedan cientos de cosas por decir y denunciar ante la conciencia de aquéllos que ni sospechan a qué grado de barbarie se ha llegado en la otrora llamada “perla de las Antillas”. Y lo más horrendo es que de esa tragedia han sido cómplice ésos que se llaman países “cristianos” y “democráticos” del mundo, ésos del grupo G-7, y que ¡se autotitulan países respetuosos de los derechos humanos! ¡Qué verguenza! … No cabe duda que estamos en un siglo de Barbarie y Decadencia, como profetizó, para este triste presente, el propio Vargas Vila en su libro titulado “Polen Lírico”, editado por la Casa Sopena, su editora de Barcelona, en 1927; la editora que le publicó más de 55 títulos,entre 1918 y 1936 en que estalla la Guerra Civil Española, y se suspenden los pagos a su albacea y heredero, el venezolano Ramón Palacio Viso que ya, a la sazón, vivía ciego, pobre, y casi olvidado en La Habana, Cuba, donde falleció a mediados de 1953, casi demente, en el asilo de ancianos Santovenia de esa capital, a los 76 años.

INFORMACION: RAUL J. SALAZAR
MIAMI, AL TELEFONO: (305) 740- 9745
CARTA PUBLICA A LOS PRESIDENTES DE COLOMBIA
Miami

Honorable Sr. Presidente de Colombia.
Palacio Nariño
Santa Fe de Bogotá

República de ColombiaSr. Presidente:Tengo el honor y el deber de dirigirme a usted después de muchos años de incontables gestiones ante numerosos diplomáticos e intelectuales colombianos e hispanoaméricanos para lograr salvar y publicar un enorme archivo de unos diez mil manuscritos, muchos de ellos todavía inéditos, del famoso escritor colombiano José María Vargas Vila, nacido en Santa Fe de Bogotá en 1860 y fallecido en 1933 en la ciudad de Barcelona, España.

Esas miles de páginas manuscritas del gran escritor corren hoy un serio peligro de mutilación o pérdida en La Habana, Cuba, si es que aún se conservan allí cautivas, violando de esa manera los principios de la UNESCO.

Los mencionados manuscritos, que hemos dado en llamar Diario Inédito o TAGEBUCHER como los bautizó su autor, y que se extiende desde 1899, en París, hasta 1933 en Barcelona, estuvieron física y legalmente en mi poder desde 1964 hasta 1984.Puedo decir, sin llegar a exagerar, que llegaron al cansancio las gestiones para que estos documentos fueran entregados a la UNESCO, y así salvarlos, realizadas por quien suscribe, dueño legítimo y archivero de dichos manuscritos, dado que estos fueron comprados por mí en 1964 a la señora Georgina Palacio Guigou, hija y heredera del secretario y albacea del escritor, el venezolano Ramón Palacio Viso.
En el acta-inventario, para su obligada entrega del Archivo Vargas Vila al gobierno totalitario de Cuba, consta la firma del abogado cubano Dr. Gonzalo Quesada Michelsen, primo-hermano del ex-presidente de Colombia Dr. Alfonso López Michelsen. He dicho “obligada entrega” porque s lo así pude abandonar Cuba rumbo a Colombia cinco días después, un 21 de Junio de 1984. De no haber firmado esa entrega contra mi voluntad no hubiera podido salir hacia Colombia, donde esperaba ingenuamente que se me escuchara y se tomaran las debidas y urgentes acciones diplomáticas para rescatar ese Archivo a través de la UNESCO.

Fue todo lo contrario. A mi llegada a Bogotá, me puse en contacto con Germán Arciniegas, Aníbal Noguera, el senador Jorge Valencia Jaramillo, la familia Michelsen y el diario de Cali, El País, que publicó el 19 de Agosto de 1984 por primera vez, una entrevista que me hiciera su corresponsal Hernando Guerrero, nada menos que ¡seis años antes en La Habana!

Salvo la tardía publicación de la entrevista, todos los demás personajes antes mencionados fueron conmigos fríos y ambiguos, estando yo seguro de que esa acritud se debió a que en esta penosa historia estaba y esta aún seriamente involucrado en forma directa y culpable la persona prestigiada con el premio Nóbel de Literatura Gabriel García Márquez. El cual, en forma cobarde y traicionera, como cortesano de la tiranía castrista, trató de obtener y lo logró esos valiosos manuscritos. En el silencio y sin yo saberlo García Márquez había efectuado conversaciones secretas con funcionarios del Ministerio de Cultura, cuyos representantes fueron el Dr. Armando Ferrer y el Licenciado en Historia Angel de Prada. Ambos me visitaron varias veces en 1979 y 1980, y terminaron por ofrecerme por el Diario setenta mil pesos cubanos, a cuya venta me negué, dado que mi único interes era obsequiar dichos manuscritos en su totalidad al gobierno de Colombia. Fue el Dr. Armando Ferrer quien en nuestro ultimo encuentro me informó que la persona interesada en obtener dicho Diario Inédito era el señor Gabriel García Márquez.

Esta confabulación desencadenada contra mí por el autor de “Cien Años de Soledad” me condujo, en virtud de un fraude judicial propio del castrismo, a las prisiones comunistas en 1981 y 1983, lugares donde sufrí torturas psicológicas y físicas que han sido denunciadas por mí a la sede central de los Derechos Humanos en Alemania, así como al entonces embajador de Estados Unidos ante la Comisión de Derechos Humanos en la O.N.U., en 1990, el Sr. Armando Valladares, quien personalmente me solicitó el testimonio por escrito de todo este acto de “gangsteril despojo”, y el nombre de los culpables.

Deseo hacer el señalamiento -que es la misma opinión de todos los que han analizado este caso-, que si el régimen totalitario de Cuba no se apoderó de estos documentos de manera expedita fue por las cartas enviadas por mi con anterioridad a muchos intelectuales latinoamericanos, como Octavio Paz que me respondió en 1975, por ejemplo, diciéndome que le hablaría de inmediato al escritor colombiano Alvaro Mutis, colaborador de su Revista Prural y gran amigo de García Márquez; e inclusive, y poteriormente, lo sabría el propio gobierno de Colombia en la década del setenta a través de su embajador en La Habana, el Dr. Ramiro Andrade Terán, con quien me comuniqué en varias ocasiones. Y esa situación, al menos a Gabriel García Márquez, lo tuvo que haber hecho dudar en cuanto a la forma del cobarde y vandálico robo “legalizado” de esa valiosa propiedad intelectual que pertenece ética y jurídicamente al ex-preso político cubano Raúl Salazar Pazos, quien susribe, el biógrafo y editor más autorizado de esos Diarios Inéditos titulados TAGEBUCHER (1899 -1933) de José María Vargas Vila, según el juicio y testimonio del ARCHIVO HISTÓRICO DE LA NACIÓN COLOMBIANA, PRESIDIDO POR DON MAURICIO TOVAR G., BOGOTÁ, en carta a Raúl Salazar Pazos, de fecha 20 de Junio del 2006, el que ya ha publicado cuatro tomos de lo mejor de los Diarios de Vargas Vila que fueron rescatados, en acto milagroso, de los Archivos del Consejo de Estado del gobierno totalitario de Cuba. También se ha impreso un CD-Rom con más de 850 páginas de y sobre el Diario de Vargas Vila, al módico costo de sólo diez dólares con el envío. Dichos textos serán muy pronto colocados íntegramente, junto con este “Yo acuso”, en una larga página dentro de la red de Internet para conocimiento del mundo de habla española. ¡Nada!, que le convendría a estos secuaces de Castro ir diciendo la verdad y disculpándose, porque en muy poco tiempo la verdad, al saberse en todas partes, los hundirá en el ridículo más profundo. No sé para ese entonces qué piensan inventar como disculpa despues de tantos años involucrados en la más cobarde de las mentiras …

Me permito decirle, con sumo respeto, señor Presidente, que es hora ya de dar cumplimiento a lo acordado por el Congreso de Colombia en 1960, año del centenario de Vargas Vila, en se que promulgó la “Ley de Honores a la Memoria de Vargas Vila” y que fue aprobada, en 1966, en el decreto firmado por el entonces Presidente Carlos Lleras Restrepo. Lo merece ese bogotano insigne que fuera, como dijera alguien, el heredero incomprendido de la gran tradición romántica francesa e italiana (Victor Hugo y D’Annunzio) así como de la gran escuela filosófica alemana del búdico pensador Arturo Schopenhauer y de su genial discípulo Federico Nietzsche, muerto en 1900, y quien sentara el terrible anuncio de la muerte del “Dios judeo-cristiano” de Occidente, así como de la imposible y enfermiza simbiosis que lo ha vinculado equivocamente con la “razón cartesiana”, y su raíz en la “metirosa dialéctica socrática”; cuestión que nos lleva a la raíz del surgimiento del nihilismo actual.
Sé perfectamente el poder que tiene con sus corruptas relaciones y su, para quien suscribe, inmerecida nombradía, el señor Gabriel García Márquez, pero confío también en el patriotismo de usted Señor Presidente y en su sentido de equidad, y que entre los intereses ideológicos y particulares de alguien, por famoso que sea, y el patrimonio cultural de Colombia, usted sabrá escoger lo más digno que este caso exige de todo buen colombiano que ame y respete su historia. En eso confío para salvar este valioso Archivo Vargas Vila que hoy corre un serio peligro de mutilación o pérdida dado que está sujeto a la voluntad de un gobierno que desprecia la cultura, o de la vergonzosa privacidad de un hombre tan carente de escrúpulos morales como ha demostrado el Sr. Gabriel García Márquez, gran amigo del tirano que hoy agoniza en la patria traicionada que fundara el Apóstol, pensador y poeta José Martí, quien había sido, como sabemos, amigo entrañable –1893,1894 y 1985-, del gran nihilista y panfletario colombiano que fue, a no dudarlo, José María Vargas Vila, el mas leído escritor hispanoamericano de su tiempo. El recoge, a no dudarlo, la gran acusación de Martí contra las fuerzas que desde “el Norte revuelto y brutal” siempre han pugnado por socavar y destruir nuestras instituciones haciéndose cómplice de esos tiranos que, como Fidel Castro-Rockefeller-Rothschild-; ellos amparan para destruir, como lo han hecho, la nacionalidad cubana, cosa que ya Marti había profetizado antes de derramar su preciosa sangre …

En espera de su pronta y decisiva intervención Señor Presidente, para salvar, reclamado para el patrimoniuo cultural de Colombia, estos miles de documentos inéditos y manuscritos, y de los cuales quien suscribe ha publicado cuatro tomos con sus mejores partes, se despide de usted, respetuosamente, no sin antes desearle los más grandes aciertos como ejecutivo de la grande y culta nación colombiana,

Atentamente,
INFORMACIÓN: RAUL SALAZAR PAZOS
EDITOR Y BIOGRAFO DE JOSÉ MARÍA VARGAS VILA;
SEGUN LO AFIRMA: ARCHIVOS DE LA NACIÓN COLOMBIANA – BOGOTÁ,
dirigidos por el Sr. MAURICIO TOVAR G., Director de esos Archivos. Teléfono en Colombia: 337-3111

EN MIAMI Raúl Salazar Pazos: Teléfono: (305) 740-9745 – U.S.A.
e-mail : salazar0raul@gmail.com
Con copias y algunos agregados.
21 de Diciembre 2007

EPÍLOGO II

LA CARTA INUTIL

Carta enviada, con algunos añadidos aclaratorios, al Diario El Tiempo, Bogotá , el 26 de Septiembre de1989. El Director de su Dominical, Sr. Enrique Santos Calderón, se negó a publicarla violando así la más elemental ética periodística ante el delito de DIFAMACIÓN contra mi persona, y haciéndose por ello cómplice, además, de la grave des-información que sufre el pueblo colombiano en torno a la verdadera historia de estos valiosos documentos inéditos de José María Vargas Vila, los cuales todavía se encuentran secuestrados en los Archivos del Consejo de Estado en La Habana, o en alguna de las lujosas casas de Gabriel García Márquez en Cuba, Colombia o México.

26 de Septiembre de 1989

Sr. Enrique Santos Calderón:

En ejercicio del derecho de réplica que me asiste ante la difamación que sobre mi conducta y por ende, sobre mi reputación, se ha cometido por la periodista María Teresa Rubino en las páginas del DOMINICAL DEL TIEMPO, con fecha 30 de Abril del año en curso, es que me dirijo a usted, y, a través suyo, a la opinion pública colombiana, para expresarle lo que sigue:
El que subscribe, Raúl Salazar Pazos, cubano de 48 años, y domiciliado hoy en Miami, Florida, fue el dueño legítimo durante veinte años (1964–1984) de todo el Archivo de manuscritos y demás documentos inéditos que dejara a su muerte en Barcelona (1933), el famoso escritor colombiano José María Vargas Vila, nacido en Bogotá en 1860 y fallecido, tras largo y definitivo exilio, en Barcelona en 1933; escritor que fuera el más grande nihilista y panfletario de América Latina desde el comienzo del siglo XX y hasta mediados de ese siglo, o sea, 1950. Señalo este hecho porque en las páginas de Vargas Vila, tan tergiversadas por sus interesados detractores, se percibe en forma única y desgarradora –solo comparable al también colombiano José Asunción Silva y a los cubanos José Martí y Julián del Casal-, ese desenlace nihilista del romanticismo que ha colocado a nuestra cultura ante su inexorable agonía. En ésta se quiebra toda una falsa estimativa de la vida, otrora fundada en la fatídica y enfermiza concepción judaica-aristotélica del mundo, como bien nos lo explica el genial pensador español José Ortega y Gasset, siguiendo a su vez el dictado profético sobre el trágico destino del hombre occidental, legado a su época por los geniales filósofos alemanes Arturo Schopenhauer y Federico Nietzsche, de quienes Vargas Vila fuera, junto a la tradición del romanticismo francés e italiano (Hugo y D’Annunzio) , lector ferviente hacia finales del siglo XIX y principios del XX, época en que el nihilista colombiano adquiere su merecida y portentosa fama en todo el ámbito de Latinoamérica así como, en parte en esa España, que ya conquistaba para el “modernismo”, su gran amigo el poeta universal Rubén Darío.

Le he expresado todo lo anterior para que se tome plena conciencia de mi respeto y conocimiento cabal de la obra del pensador colombiano y su enorme valor histórico, haciendo de esta forma que la difamación lanzada sobre mí, de manera aparentemente gratuita, por la periodista María Teresa Rubino, no sólo sea una difamación a mi persona, sino además un acto de irresponsable deformación, ante la opinión pública colombiana, de la auténtica historia que, por un raro designio del destino, une mi nombre durante más de veinticinco años a la existencia de esas miles de páginas manuscritas de Vargas Vila, las que preserve e intenté publicar infructuosamente en Cuba entre 1961 y 1965, y posteriormente en el extranjero estando aún en mi país, para lo cual fueron inútiles las incontables gestiones que realicé en La Habana ante un embajador mexicano, tres embajadores colombianos y uno de Venezuela. Este ultimo, de nombre Adolfo Raúl Teyhardat, el cual llegó incluso a un intento indudable de robo de todo el Archivo Vargas Vila en 1977, año en que éste estuvo depositado en esa embajada.
Debemos hacer constar que ya se habían perdido en París, hacia 1940, unas 1000 páginas de Memorias (1860 –1898) que Vargas Vila entregó en 1913 a la Editorial Francesa Ch Bouret, junto con dos o tres libros de pensamientos filosóficos que también se perdieron. Todo ello con la evidente culpabilidad –por una indiferencia insólita e injustificable luego del deceso del escritor-, de los llamados intelectuales hispanoamericanos. Intelectuales sobre los que Ortega y Gasset decía por aquellos mismos años que: “en el mundo hispanoamericano la mayor parte de los escritores es de tan liviana condición intelectual, tan poco enterada de las cosas y tan audaz para hablar de ellas, que es peligrosa la circulación de las personas un poco más cabales …, y es que estamos ante esa mente hispanoamericana tan angosta, tan poco generosa y tan imprecisa”.
Doble vigencia cobran estas palabras admonitorias del maestro español ahora que corren un grave peligro de mutilación los manuscritos de Vargas Vila que se hallan en La Habana constitutivos, en su Documento más importante de un voluminoso Diario Inédito titulado TAGEBUCHER, de unas 1,500 paginas 8 x 11 a un espacio y recopiladas en 82 cuadernillos, fechado el primero en 1899 y el último en Septiembre de 1932, llegando en la copia mecanografiada por Vargas Vila, en once tomos, hasta febrero de 1933, o sea, tres meses antes de su muerte en Barcelona, un 22 de Mayo, en su amada Ciudad Condal de Barcelona.
Toda esa grave irresponsabilidad histórica, mezcla de inmadurez, temor y envidia, que se ha tenido durante más de medio siglo con esta obra inédita de Vargas Vila hay que atribuirla, repetimos, a la resistencia que ofrecen los grandes prejuicios psicológicos, prejuicios de índole religiosa y política, y que son los conformantes de toda una cultura hipócrita, inauténtica y decadente, la cual ha rehuido siempre enfrentar con sano e imparcial juicio histórico la obra de este agnóstico y trágico escritor colombiano que pudieramos llamar sin temor a equivocarnos: El “Nietzsche de nuestras letras”, durante la primera mitad de nuestro aciago siglo, este siglo que ha vivido ya dos guerras mundiales, y que parece prepararse para la tercera.

La periodista María Teresa Rubino es culpable de difamación debido a que se ha plegado a la serie de mentiras y tergiversaciones que sobre este Archivo Vargas Vila le ha suministrado la Sra. Consuelo Triviño Anzola, quien ha sido la introductora del libro recientemente publicado por la Editorial Ancora y Arango de Bogotá, y titulado comercialmente : “El Diario Secreto de Vargas Vila”.

Todo esto constituye los entretelones finales de una historia que parece ser una narración de Frank Kafka. Diré finalmente en donde se ha originado todo y quien lo hubo de planear en un gesto que agota por entero el concepto de la palabra: INFAMIA.Hacia 1978 ya el Sr. Gabriel García Márquez sabía muy bien de la existencia del Archivo Vargas Vila en virtud del recado que, ingenuamente, le envié a Gabriel García Márquez a través del periodista colombiano Hernando Guerrero, originario de Cali.Es por ello que el Sr. García Márquez hubo de comunicarse, sin yo saberlo, con la Casa de Las Américas en La Habana, la que desde ese momento comenzó a ejercer sobre mí las presiones que me llevaron finalmente a la cárcel, en virtud de una de esas farsas judiciales tan frecuentes en la Cuba tiranizada por Fidel Castro con la complicidad tanto de la Unión Soviética como de la “llamada” Democracia Norteamericana que “ encubierta y siguiendo un siniestro plan” colocó y ha protegido siempre a la tiranta de Castro. Es una larga y trágica historia en que son protagonistas tanto Fidel Castro como la dinastía Rockefeller y su Gran Banca Mundial, una sórdida historia de traiciones y crímenes que, en parte, hemos denunciado y seguiremos denunciando a la opinion pública para explicar el verdadero origen de la larga duración de la tiranía en Cuba.

Los dos funcionarios de La Casa de Las Américas designados para esa gestión, el Dr. Armando Ferrer y el Licenciado Angel de Prada, siendo el primero el que un día llegó a ofrecerme por el Archivo 70,000 pesos cubanos (setenta mil). También fue el quien un año después me dijo que quien estaba detrás de sus visitas a mi casa era el propio Sr. Gabriel García Márquez, el cual deseaba hacerle un prólogo al Diario de Vargas Vila para publicarlo y exportarlo, vía Panama (!?) al extranjero. Lo mismo me comunicó el Dr. Gonzalo Quesada Michelsen, Presidente de la Fragua Martiana y primo-hermano del ex-presidente de Colombia, el corrupto Dr. Alfonso López Michelsen. Esa confesión me la hizo el mismo día en que hacíamos el Inventario del Archivo Vargas Vila (16 de Junio de 1984) estando de testigo un funcionario gubernamental en representación del Ministro de Cultura Dr. Armando Hart Dávalos. Era el mismo Archivo donde se encontraba todo el Diario Inédito de Vargas Vila y por el que me habían ofrecido cuatro años antes, en 1980, 70,000 pesos cubanos, como ya dije, en La Casa de Las Américas, la más importante Institución Cultural Cubana.

En relación a lo anterior puede usted leer, Sr. Santos Calderón, el periódico El País, de Cali, de fecha Domingo 19 de Agosto de 1984, donde Hernando Guerrero nos dice que “nuestro amigo” Gabriel García Márquez había prometido traer ese Archivo a Colombia.Es curioso que esa página noticiosa se publicó con seis años de retraso en relación al día en que el Sr. Guerrero me entrevistó a fines de 1978 o principios de 1979, en mi casa, cerca de La Habana.¿Qué poderosa influencia“sugirió” no publicar esa entrevista en la fecha que se hizo en mi casa, en Guanabacoa, La Habana, en 1978?

Cuando un 22 de Junio de 1984 pude salir de Cuba hacia Colombia le entregué ese valioso Archivo Vargas Vila al Dr. Gonzalo Quesada Michelsen. De más está decir que si hubiese querido viajar llevando el Archivo conmigo, aun siendo como era de mi propiedad, jamás hubiese logrado salir de Cuba.

De mi contacto con los principales intelectuales colombianos –entre ellos Germán Arciniegas-, recibí una casi total indiferencia a pesar de la gravedad del asunto. Confieso hoy el gran desengaño sufrido al final de mis cinco meses de estancia en Colombia ante aquel hecho inaudito de que a un Germán Arciniegas no le interesara lo que estaba ocurriendo en torno al primer “best seller” de Colombia en su larga y convulsionada historia. Despues supe que Arciniegas había sido embajador en el Vaticano, Israel, Italia y Venezuela …

Sólo el senador Jorge Valencia Jaramillo pareció interesarse honestamente en esta delicada cuestión y tuvo a ese respecto una larga entrevista conmigo y un testigo cubano. Una semana después del encuentro me comunicó que el Sr. Gabriel García Márquez no quería ayudarnos a trasladar el Archivo hacia Colombia dado que yo era anti-castrista, habiéndole confesado además, su sorpresa por mi llegada a Bogotá.

Todo este innoble proceder contribuye a mantener engañada a la opinión pública de Colombia, que al parecer, todavía ignora que quien suscribe informó desde 1975 al gobierno de Colombia, a través de su temeroso e indeciso, además de pro-castrista y guevarista, Embajador de Colombia en Cuba, Dr. Ramiro Andrade Terán, el ofrecimiento que le hice en aquel momento, de donar todo el contenido del Archivo de Vargas Vila a la nación colombiana y para tal efecto sólo pedía que se me permitiera trasladarme con ese Archivo a la capital colombiana. Recuerdo que en un gesto anti-democrático el Sr. Ramiro Andrade me dijo que tenía que regresar a Cuba y que no pensara en quedarme en Colombia, pues eso el no lo aconsejaba y traería graves problemas. Como se puede apreciar el Dr. Ramiro Andrade practicaba un extraño respeto a la “democracia” así como una no menos extraña admiración por el aventurero y asesino “compulsivo” Ernesto “Che” Guevara, cuyo mito junto con el de Castro, comienza a derrumbarse desde la publicación del libro “La Otra Cara del Che”, publicado por el famoso periodista cubano Marcos Bravo, y distribuido por la gran editorial colombiana Solar, de Bogotá.

Es falso además, totalmente falso, lo que se informó por aquel entonces a través de Prensa Latina de que: “La familia Salazar había donado el Archivo Vargas Vila al escritor colombiano Gabriel García Márquez”, noticia que se dio hacia el año 1982.También mintió, una vez más, Fidel Castro al decir que ese Archivo estaba al cuidado de su gobierno. Debió decir que sus sicarios lo acababan de “robar”, que es en él vieja costumbre, a su legítimo dueño a través de su policia represiva al servicio, esta vez, de su fiel cortesano y protegido -uno de sus engendros- Gabriel García Márquez, uno de sus muchos chantajeados por sus ocultas peliculas sobre la corrupta “intimidad” de aquellos que, como “Gabo”, no tienen otro remedio que seguir muy obediente sus órdenes, sean las dadas a artistas, diplomáticos o Premios Nóbel.

Pero sigamos.De toda esta infamia, robado, calumniado, torturado en las cárceles castristas, lo que más me hiere es que se me trate de denigrar con algo de lo que siempre me he sentido orgulloso: el haber salvado de su olvido y muy posible destrucción ese Archivo del inmortal nihilista y panfletario de América. Cosa que, sin darse cuenta, sí preciso la Sra. Consuelo Triviño en su libro sobre el Diario Secreto de Vargas Vila, de 1989, al decir: “Georgina (la hija de Palacio Viso) nunca supo apreciar el valor de los manuscritos. Los tenía abandonados en el cuarto de los chécheres, a merced de la humedad y de las ratas”.

También debo consignar aquí el evidente intento de apoderarse de todo el Archivo, que había estado depositado unos meses en la Embajada Venezolana en Cuba, por parte del embajador venezolano Adolfo Raúl Tayhardat, quien fuera expulsado de Cuba dejando “sin paradero” el valioso Archivo”. Ese acto de miserable ratero pudo evitarse gracias a la rápida denuncia que hice de esa acción en las mismas oficinas de la Seguridad del Estado de Cuba, en la tristemente célebre Villa Marista, en la Víbora, cerca de La Habana. Recuerdo la acción valiente de mi madre Josefina Pazos Seguín [ya fallecida en 1997], la que, no sólo me acompañó a La Seguridad del Estado, sino que llamo por todos los teléfonos que teníamos de la Embajada de Venezuela en Cuba y les decía “ladrones” a los que la ocupaban. El cónsul venezolano, a cargo de la embajada mientras llegaba el siguiente embajador, tenía miedo de un escándalo aun mayor del que ya, a espaldas a la opinion púbica se movia, y tuvo a bien localizar el paradero del perdido Archivo. Todo esto ocurría y tengo las pruebas a fines del año 1977 o inicios del 1978.

No deseo hacer más comentarios. Sólo quiero terminar haciendo esta pregunta: ¿Cómo reaccionarán los intelectuales colombianos ante toda esa cobarde y desvergonzada manipulación que en La Habana se realiza con estos documentos ¡que pertenecen al patrimonio de Colombia!, para así encarar sin miedo, y con resolucón y dignidad carente de prejuicios, el deber histórico con que tienen que enfrentarse a la calumniada y olvidada obra de un escritor de la talla del gran nihilista y panfletario colombiano José María Vargas Vila? …, y en especial con el Diario Inédito (1899-1933) titulado por él TAGEBUCHER cuyas miles de páginas manuscritas en 82 cuadernillos, corren hoy un serio peligro de mutilación en las manos de los “intelectuales cubanos y colombianos”, obedientes siempre al dictado caprichoso del tirano que des-gobierna Cuba bajo la máscara de un marxismo falso y ya condenado por la historia …No olvidemos que Vargas Vila en el Congreso de Intelectuales Latinoamericanos reunidos en Caracas en 1959, fue considerado como el escritor mas leído de Latinoamérica entre 1900 y 1950, precisamente por ese romanticismo exquisito de su prosa lírica y poemática, así como por haber sido el que mejor encarnó en nuestras lenguas española y portuguesa, ese nihilismo ascendente y demoledor que hoy “vivenciamos” tanto en Schopenhauer como en su discípulo Nietzsche, cuyos mensajes al hombre actual se mezclan y entrecursan con mucha frecuencia.

Esperemos que los intelectuales colombianos, así como los del resto de nuestra América Ibérica, cumplan al fin con su deber histórico para con este hermano de Schopenhauer y Nietzsche en nuestras letras, y coloquen a este escritor incomprendido en el justo lugar que le corresponde en la historia y literatura americana. De lo contrario, no llegaremos a esa raíz de nuestra sensibilidad latinoamericana dentro del más amplio contexto de la profunda crisis de valores, creencias e ideas que el presente nihilismo Occidental enfrenta hoy como la última fase de su “olvido del Ser” (Heidegger y Ortega), en esta “gran noche del mundo” que presagia, tras la muerte de la Onto-teología judeo-escolástica europea, la gran aurora que nos permitirá ver una “nueva forma del pensar humano” ajena por completo a las ya pasadas. O sea, que nos adentramos –como supo profetizar Ortega- en el signo rector en que se unifican el pre-socrático Heráclito y el sofista Gorgias de Leontium (discípulo del chamán Empédocles), junto al Asiático Sermón del verdadero Cristo -no el Paulino-, así como del Budismo sobre el origen del sufrimiento y su terminación definitiva. Todo lo anterior traerá aparejada otra “armonía de la vida”, como dijo Stefan Sweig, dado el encuentro de cada hombre con su verdadera intimidad, y tras la superación de la enfermedad de nuestro tiempo: el subjetivismo.

Como nota final deseo comunicar que hace dos meses ha sido presentada ante la Comisión de Derechos Humanos de la ONU y otros organismos afines en América y Europa, un informe de 24 páginas en que se denuncia detalladamente todo lo suscrito en esta carta.

Dicho documento (Informe Caso Vargas Vila) fue entregado personalmente por quien suscribe al Dr. Ricardo Bofill, Presidente de la Comisión de Derechos Humanos de Cuba … También fue entregado por quien suscribe el mismo informe al Sr. Armando Valladares precisando hechos, personas y fechas, tal y como me lo solicitó para su Archivo Personal. El Sr. Valladares es, como se sabe, Embajador de los Estados Unidos ante la Comisión de Derechos Humanos en las Naciones Unidas.

Agradeciendo de antemano la publicación de esta carta en su leído periódico, queda de Ud. muy atentamente,

Raul Salazar Pazos
Miami, Florida

Con copias

NOTA FINAL A ESTA CARTA: Hasta aquí la carta, con algunos retoques aclaratorios -para actualizarla-, al director del periódico El Tiempo de Bogotá, escrita por mí el 26 de Septiembre de 1989. Esta carta nunca tuvo respuesta por parte del Sr. Enrique Santos Calderón por lo que me vi obligado mucho después, repito, a denunciarlo a la Sociedad Interamericana de Prensa, en 1993, por el delito de DIFAMACIÓN. Una difamación que no tenía otro objetivo que encubrir y proteger mediante el silencio cómplice, tanto a Fidel Castro como a su fiel y servicial secretario Gabriel García Márquez. Con esa des-información, mentirosa y desvergonzada, a la opinión pública; tanto de Colombia como del resto de Latinoamérica, así trataba el Sr. Enrique Santos Calderón de ocultar la triste verdad de lo que aconteció. Pero todo fue inútil.Y ya ellos lo saben bien.Están hoy a la defensiva usando, lo único que les queda en su falta de hombría y dignidad, es el arma cobarde del silencio. Y en cuanto a mí, y las mentiras que se han tejido, para desprestigiarme y ocultar la verdadera historia del Archivo Vargas Vila, es un acto de impotencia y resentimiento propio, como decía, de los cobardes.

Con esa actitud el Sr. Enrique Santos Calderón, así como el Premio Nóbel [castrista] Gabriel García Márquez así como el corresponsal Gerardo Reyes de El Nuevo Herald, en español, que encubre estas vergonzosas maniobras, no han traicionado en mi persona al nihilista y rebelde mensaje de Vargas Vila, sino que han traicionado sin ningún pudor, cosa mucho peor e indigna, la verdadera historia aún por escribirse de su patria, en la persona del inmortal panfletario. Son hombres de esos que, como decía el propio Vargas Vila, nos ofrecen el triste espectáculo de presenciar cómo se corrompen y prostituyen algunas inteligencias que pudieron servir para algo mucho más honrado y decoroso, pero que, por el contrario, sucumben sin rescate ante el culto infamante del poder, el dinero y el crimen, que son en realidad el mundo que aman estos seres viles y miserables, y a los que tanto fustigó Vargas Vila durante medio siglo en esos libros suyos en los que supo, como nigún otro colombiano de su tiempo, colocar ante el tribunal de la historia a su irredimible patria; o sea, a todas aquellas familias que, desde el abuelo hasta el nieto de hoy, no han hecho más que hundir a Colombia en la horrenda tragedia de un corrupto nepotismo y criminalidad sin fin …

FIN
NOTA IMPORTANTE: Todo el contenido del texto anterior ha sido explicado detalladamente como denuncia al actual Cónsul de Colombia en Miami, el señor Luis Ignacio Guzmán, en dos largas entrevistas. Espero que él tome las medidas pertinentes para averiguar quién tiene y dónde está el Archivo Vargas Vila en Colombia.
Raúl Salazar Pazos
21 de Diciembre del 2007

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